Poco a poco se acerca el día en el que Medellín, polo de desarrollo de Colombia y ciudad desde donde históricamente se han “tejido” los hilos de la política nacional, al ser cuna de diferentes vertientes políticas que han marcado el destino de la República, elija a su nuevo alcalde, para los próximos cuatro años.
El domingo 29 de octubre los habitantes de la capital antioqueña acudirán a las urnas para escoger el reemplazo de Daniel Quintero Calle, que tristemente será recorado como el primer mandatario elegido por voto popular (figura que inició en 1988) en no completar su mandato, debido a que decidió dar un paso al costado; a falta de solo tres meses para el final de su periodo.
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Uno de los aspirantes para llegar al piso 12 de La Alpujarra, sitio en el que se gestan las decisiones trascendentales para la ciudad de la Eterna Primavera es Albert Corredor: viejo amigo de Quintero, pero que se desmarcó de la figura del saliente burgomaestre, ante los graves cuestionamientos a su administración y, sobre todo, a su determinación de renunciar.
En entrevista con Infobae Colombia, el aspirante se confesó y habló de los “humano y lo divino” en relación con sus propuestas sobre temas puntuales para la ciudad. Además de lanzar fuertes pullas al hoy excaldalde, del que cree que dejó “tirados” a los medellinenes, no descartó sentarse, si fuera el caso, con quien fue su padrino político y hoy uno de sus más acérrimos rivales.
Nadie menos que el expresidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, el mismo que le dio el aval para ser concejal de Medellín bajo las banderas del Centro Democrático, pero con el que terminó enfrascado en un fuerte rifirrafe mediático, que llevó al joven político a declararle la “guerra” al exmandatario por su intención de censurar su voz en el cabildo distrital.
Pero también aprovechó la ocasión para exponer sus iniciativas más ambiciosas: el Parque Metropolitano de las Flores, que prometer ser la obra de infraestructura más grande en materia urbanística en la historia reciente de la ciudad y su deseo de impulsar la que sería una de las primeras empresas del Estado para la producción de cannabis de uso adulto.
¿Cuánto cuesta el pasaje del Metro, Metroplús, Tranvía y MetroCable?
El pasaje del metro está alrededor de los 2.800 pesos, es un sistema integrado, entonces son similares, solo hay diferencia de 200 o 300 pesos.
¿El problema de la seguridad de Medellín se arregla con más policías?
No necesariamente. Siempre he pensado que hay ciertas zonas de la ciudad en donde mayor pie de fuerza implica mejores resultados en cuanto a la disminución de cifras de homicidio, de hurtos y extorsiones. Pero en el 90% del territorio de Medellín no necesariamente.
Principalmente, porque sabemos que en los territorios y en las laderas, incluso, hay una mayor percepción de inseguridad por parte de la ciudadanía. No soy quien yo para decir eso está bien o está mal, pero así lo percibe la ciudadanía y es que, entre más policías, más inseguros se sienten. ¿Eso a qué se debe? A la ausencia histórica del Estado y de la institucionalidad en los territorios, pero no necesariamente más policías es más seguridad.
La seguridad también se ha convertido en un dolor de cabeza para los extranjeros que cada vez más visitan la ciudad ¿Qué garantías le ofrecerá a los visitantes en este tema?
El tema del turismo, primero, no hay que verlo como un problema, sino como una gran oportunidad. Segundo: cuando hablamos de seguridad, y viéndolo desde una perspectiva como mandatario que seré, hay que brindarle garantías a las personas que ya viven en Medellín y que necesitamos también cuidarlos de algunos turistas que no vienen con las mejores intenciones.
Uno de los retos grandes que hay en esta ciudad tiene que ver con la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes. Y ahí tenemos un problema muy grave. Pero para proteger y brindarle garantías a todos nuestros turistas, en las zonas de influencia turística de Medellín, sí podemos tener mayor participación activa la fuerza pública. Pero también con mucha tecnología, cámaras e inteligencia artificial.
Para brindarle seguridad a cualquier persona que visite la ciudad tenemos que resolver desde la fuente el problema de la inseguridad de esta ciudad, que arranca en las casas de nuestra gente más pobre y con hambre. Arranca en su estómago.
Hablamos de que más de 100.000 pelaos de nuestra ciudad que ni estudian ni trabajan y son el principal insumo y materia prima de las bandas delincuencia. No me gusta hablar de eso de seguridad integral, pero sí tenemos que hablar de seguridad para los nuestros y brindarle más condiciones a los que visitan, incluso con mayor pie de fuerza, pero hay que resolver los problemas de inseguridad de Medellín desde la base.
¿Cuáles son las comunas más inseguras de la capital antioqueña?
Hay cifras, pero definitivamente hay una comuna que es de donde yo vengo, y en la que dedico más tiempo de mi vida, que es la comuna de La Candelaria, la Comuna 10 de Medellín. Aquí, en el centro de la ciudad, se concentran cerca del 30 y el 40% de todos los delitos. Si la Comuna 10 fuera una ciudad, pues sería la más peligrosa del mundo. Aquí vemos problemáticas de asesinatos, de sicariato, de microtráfico y extorsión, porque es una comuna netamente comercial. Definitivamente, si tenemos que enfocarnos en materia de seguridad en una comuna, es el centro.
¿Cómo garantizar la seguridad en el Metro, MetroCable, MetroPlús, Tranvía y en los buses de la ciudad?
Es de los pocos espacios en donde sí podemos garantizar la seguridad como mayor pie de fuerza y con tecnología: sistemas de cámaras integradas entre el sector público y el sector privado, y no solo eso, creo mucho en la inteligencia artificial. Durante estos últimos años, con tanta polarización política y tantas guerras políticas y económicas, hemos perdido algo muy importante de Medellín, que es la cultura ciudadana. Si algo nos caracterizaba era la cultura metro.
He dicho públicamente que estamos perdiendo el amor que sentíamos por Medellín. Ahí tenemos que recuperar algo muy importante, que tanto nos caracterizaba a nosotros en el mundo. Con el metro nunca se metía nadie, pero hoy vemos en esta administración casos en el que rayan el metro, lo grafitean. No tengo nada en contra del grafiti y me encanta el arte urbano, pero hay muros para pintar, no rayés el metro. La cultura ciudadana hay que volverla a recuperar.
¿Cuál será su relación con el Gobernador del Departamento?
Yo soy más que administrador y mis estudios en maestrías de alta gerencia, soy hijo de comerciantes. Mi papá es santandereano, mi mamá es paisa. Son vendedores netos, innatos, y en mi casa a mí me enseñaron el arte de gerenciar y de vender. El arte de construir empresa, de emprender. Y cuando uno viene de una casa tan empresarial y tan emprendedora, a uno lo primero que le enseñan es que es mejor un mal acuerdo que un buen pleito, y que no hay peor negocio que las guerras.
En las guerras, el que gana es el que menos pierde, pero todos perdemos. Creo que Medellín se ha dado cuenta de eso en ese sentido. Yo no tengo limitaciones ideológicas ni caprichos políticos a la hora de salir a resolver problemas. Si me toca salir y sentarme con Álvaro Uribe Vélez, con quien tengo hasta diferencias personales complejas, a la hora para resolver problemas, y si eso implica el beneficio de la gente, pues nos sentamos y lo solucionamos.
Asimismo, con el Gobierno nacional: llámese Gustavo Petro o como se llame. Y con quien sea que vaya a ser el próximo gobernador de Antioquia. Nos sentaremos a trabajar de la mano, dejando un lado las diferencias. No tenemos que ser ni amigos ni ir cogidos de la mano, no. Es a la hora de gerenciar y resolver problemas, hay que dejar a un lado los egos, con tal de dar resultados.
¿Apoya la renovación del Atanasio Girardot? ¿Y cómo va a ser la relación con las barras de los equipos?
Vamos a sacar –incluso me entregaron la maqueta física y el render– lo que yo considero va a ser el proyecto de renovación urbana más importante de la historia reciente de Medellín. Y tiene que ver con el Parque Metropolitano de las Flores, en donde vamos a tener espacios, incluso, para hacer un gran centro de eventos. ¿Por qué digo eso? Porque creo que el estadio Atanasio Girardot tiene que seguir siendo para lo que se concibió y para lo que se construyó: que es para el fútbol.
El mejor fútbol de este país se juega aquí en esta ciudad, con Atlético Nacional e Independiente Medellín. Tenemos que concentrarnos en esta enorme oportunidad que tenemos con el fútbol y trabajar de la mano con las barras. Yo muy pelao fui barrista, yo soy muy hincha de Nacional y hay que trabajar de mano con los barristas.
No podemos seguir viendo el estadio como el espacio para hacer grandes eventos de Medellín, ese es para jugar fútbol y para que nosotros los hinchas vayamos a ver fútbol. Si en Medellín cogieron auge los eventos, hay que explotarlo con un centro de eventos no para 45.000 espectadores, como tiene el Atanasio, sino para 120.000. Lo vamos a construir, ese es el proyecto que tengo.
Trabajaremos de la mano con las barras, por supuesto. Es que más que barras de fútbol, son nuestros pelaos de los barrios que encontrando un proyecto de vida que los represente y los hace sentir incluidos amando el deporte. Ahí es donde tenemos nosotros que trabajar, pero también de la mano con las directivas de los equipos, porque hoy todo este ambiente de polarización, de pelea, de odios, ha hecho que las barras no solamente se odien entre ellas, sino también con la administración y con los jugadores y con las directivas. Pongámonos de acuerdo, que en últimas estamos amando el verraco deporte.
¿Cómo enfrentar el tema de la recolección de basuras, que se convirtió en una piedra en el zapato para la actual administración?
Amor no quita conocimiento. Y Daniel (Quintero) la embarró. ¿Por qué? Porque la sensación que nosotros los ciudadanos tenemos es que nos dejó botados. Él abandonó el barco, independientemente de cuáles sean las condiciones atmosféricas que se estén librando en altamar, es el capital del barco y esta ciudad le dio esa responsabilidad. Y cuando le entrega una responsabilidad de esas la asume hasta lo último, así toque hundirse con el barco. Esa es mi posición y así lo está percibiendo Medellín.
En el tema de las basuras tenemos un problema muy grave. Creo que ahí faltó mucha gerencia porque yo siempre lo digo en mis manifestaciones públicas: venga, ¿por qué la casa de nosotros o los locales comerciales míos o mis empresas no están sucias? Eso no implica ni una magia ni nada, eso simplemente una buena gestión de los residuos y ya.
En Medellín hay una problemática con las basuras muy grave y es que hoy tenemos una empresa muy grande que se llama Empresas Varias de Medellín (Emvarias) dedicada única y exclusivamente a ir a recoger todos los días, de manera ineficiente, porque no alcanzamos operativamente responder a las necesidades de 2.000 toneladas diarias de basuras, a irlas a depositar en las afueras de la ciudad, en un relleno sanitario que, de paso, ya colapsó.
Hoy tenemos una crisis sanitaria porque no vamos a tener donde ir a botar esas 2.000 toneladas de basuras. Pero yo veo una forma distinta de ver el problema. Les propongo algo: no veamos las basuras como un problema, sino como un gran negocio y en ese sentido son una enorme oportunidad para la ciudad.
Tenemos que convertir a Medellín en el primer distrito latinoamericano de Economía Circular, en donde aprovechemos entre el 70 y 80 por ciento de esos residuos que se pueden convertir en grandes ingresos, incluso económicos, de generación de empleo y muchos otros para Medellín. De esa forma nos ahorramos también el billete al que nos vale construir otro vaso sanitario y vemos que en las basuras lo que tenemos es una enorme oportunidad.
Los medellinenses consideran que los problemas de conflicto con los vecinos y las riñas son cada vez más frecuentes, ¿qué propone ante estos conflictos de convivencia ciudadana?
Pedagogía y cultura ciudadana. Yo siempre lo he dicho, nosotros tenemos que recuperar el amor que sentíamos por Medellín. Gran parte de los homicidios que se dan en esta ciudad no se dan necesariamente por riñas entre bandas o por cruces de cuentas o por otros temas. Un ejemplo: el man de al lado me puso la bulla hasta las 8 de la mañana, no me aguanté, fui y salí y él me respondió como no era y nos encendemos a puñaladas y nos matamos.
Eso está pasando cada vez más. ¿Qué necesitamos? Cultura ciudadana y pedagogía desde nuestros niños y volver a recuperar ese amor que nosotros sentíamos por Medellín. ¿Qué es lo que pasa? Los mismos políticos nos estamos encargando en convertir esos escenarios funcionarios de conflictos. Por eso, nuestro proyecto se llama Medellín nos une: no necesariamente que seamos todos amigos o de la misma línea religiosa e ideológica, o que tengamos la misma orientación sexual o de género, o que seamos hinchas del mismo equipo, no. Pero que, desde la diferencia, nos respetemos y respetemos lo que representa cada uno.
¿Pico y placa como está o habrá cambios? ¿Cuáles?
A mí no me gusta el pico y placa. No me gusta, ni como ciudadano ni como mandatario. Me parece que son soluciones correctivas más que preventivas y en últimas son paños de agua tibia. En Medellín, si seguimos como vamos, utilizando el pico y placa como solución, vamos a terminar sacando la moto o el carro solamente una hora al mes.
El camino es tomar medidas preventivas. ¿Qué hay que hacer? Si hay cada vez más personas viviendo en Medellín, si hay cada vez más personas con la posibilidad adquisitiva de comprar un carro o una moto, en esta ciudad lo que necesitamos son más vías. Y si no tenemos forma de hacerlas en el piso, pues hermano nos va a tocar hacerlas en el aire.
Yo no creo en el pico y placa, de cada vez poner más dígitos y menos tiempo la gente con sus carros en la calle, o como dijo Daniel Quintero, en el 2000 yo no se qué dejaremos de vender carros, eso no tiene sentido. ¿Cómo uno elimina la posibilidad a alguien de que compre su carro? Hay que propender porque sean carros eléctricos, que hagan la menor cantidad de daño al medio ambiente. Pero toca construir más vías. Yo creo en los segundos pisos viales para Medellín.
¿Qué tiene planeado con respecto a nuevas líneas de metro para la ciudad?
Es urgente, por lo menos en los próximos 10 años, duplicar la capacidad que hoy tenemos en nuestro sistema de transporte público. Hay tres proyectos que son estratégicos que están aprobados, incluso, con el Gobierno nacional de la mano. Primero: el metro de la 80. Es un proyecto que hay que sacarlo adelante. Ah, que si Federico Gutiérrez es alcalde, con el odio que le tienen a Daniel Quintero, así como pasa en Bogotá, van a decir que el metro la 80 ya no se puede hacer como lo dijo Daniel y eso empieza el merecumbé que, en últimas, no va a terminar.
Segundo: cinco nuevos metrocables que ya están aprobados en el Plan de Desarrollo. Ah, que es un plan de desarrollo de Gustavo Petro.... A mí me tiene sin cuidado. Yo me voy a sentar con el presidente de la República a traer los recursos que nos permita sacar adelante cinco metrocables y lo más importante aún: el tren del río. Con el tren nosotros vamos a permitir, no solamente pasajeros, sino también carga, que genera cerca del 70% de la contaminación.
Medellín no se puede convertir en la plataforma de guerras políticas entre el Gobierno local y el nacional. Si Federico Gutiérrez llegase a ganar, que no va a pasar, pero si llegase a ganar, ese man va a voltear y va a hacer pelea casi que personal con el presidente y nos van a “mochar” los recursos. Esos son tres proyectos estratégicos que nos van a permitir en mi administración sacarlos adelante, con la mano con el presidente y duplicar las operaciones que hoy tenemos del sistema de transporte público; pasar de un millón a dos millones de pasajeros.
¿Hasta qué hora debe ir la rumba en Medellín?
Las 24 horas.
Aunque Medellín registra una de las tasas más bajas en cuanto a desempleo, ¿Cómo enfrentar el desempleo sobre todo en los jóvenes?
Hay varias soluciones. En estos días tuve un debate en la Universidad de Medellín, en el que de manera muy respetuosa, pero muy contundente, le dije a los pelaos de la universidad que, cuando hablamos de empleo, lo que generan empleos empresarios acá es el sector privado. Y todos estos candidatos, ninguno de ellos sabe crearlo. Yo genero 3000 empleos al año con mis empresas. Yo sé cómo generar empleo.
Ahora, el 95% de los empleos lo genera el sector privado. Aquí tenemos que recuperar la relación con los empresarios. Daniel (Quintero), por ponerse a pelear con unos grandes empresarios, generó un efecto colateral que creó desconfianza en todo el sector empresarial.
En Medellín hay que recuperar la construcción y si hay un sector de la economía que genera empleo directo inmediato y de lo que necesitamos en Medellín, que es de personas que solo terminaron su bachillerato, es la construcción. Hace 14 años, aquí en Medellín, construíamos el 70% de las viviendas de toda Antioquia. Hoy solamente construimos el 20%. Se paró la construcción.
Nosotros tenemos un proyecto, el gran Parque Metropolitano de las Flores, en donde vamos a habilitar unos espacios con la aprobación del Plan de Ordenamiento Territorial para construir 100.000 nuevas unidades habitacionales, que los constructores vengan y se zoyen a construir y que generen muchísimo empleo.
Adicional a eso, necesitamos que en Medellín empecemos a explotar nuevas industrias. Y yo, Albert Corredor, creo en la industria del cannabis, en el potencial económico y desarrollo de empleo que puede generar en una ciudad como Medellín. Una vez en el Congreso de la República, que creo que en esta legislatura va a pasar y aprobemos la comercialización del cannabis, en Medellín, conmigo y de la mano con la gente, vamos a crear la primera empresa pública, una empresa industrial y comercial del Estado.
Así como tenemos la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA), con un proyecto dedicado al cannabis podemos crear cerca de 85.000 nuevos empleos y ser la meca del cannabis en todo América Latina. Ya el costo reputacional lo pagamos, y lo pagamos con sangre de nuestra gente. Llegó el momento de que nos rente plata y empleo para nuestros pelaos.
Tres cosas no le gustaron de la administración de Daniel Quintero
La primera: la pelea con los empresarios. Esa guevonada (sic) no echó para atrás muchos años. Ya nos dimos cuenta que con el empresario no se pelea, con el empresario se llegan acuerdos, se les dan garantías y se trabaja de la mano con ellos.
La segunda, y yo la sumaría ala primera: ¿cómo va a renunciar antes de tiempo, hermano? ¿Cómo le va a dar la espalda a la ciudadanía? Está bien, y yo a veces me pongo en la posición de él...Pero por fuerza mayor, no sé, si me enfermo un hijo, que tuve que viajar, que tuve un problema, o me enfermé. Pero por salir a hacer política por una candidatura que todo Medellín sabe está perdida, pues porque desde aquí tenemos que hablar con calzón quitado.
Él salió fue a empezar su candidatura a la Presidencia de la República y tiene todo el derecho a hacerlo, y se lo respeto. Lo que no puedo yo acolitar, y amor no quita conocimiento, es que haya dejado tirada la ciudad, en un momento tan crítico, para tal fin.
Y la tercera: la falta de gerencia para las cosas críticas y urgentes, como las basuras, huecos, jardines, las personas en condición de calle y el abandono de los escenarios deportivos, entre otros. Faltó mucha gerencia.
Tres cosas que destacaría de la Alcaldía de Daniel Quintero
Hay que continuar de esta administración el tema de los computadores, llevándolo al 100% de los estudiantes. Daniel creo que dejó solamente a los de la básica media y secundaria. Ahora tenemos que llegar a los más pequeños, incluso los niños de Buen Comienzo. Yo sí creo que a los niños hay que darles herramientas tecnológicas, además del reto del tema del Internet.
Otro tema que yo continuaría sería la Matrícula Cero. Pero lo haría Matrícula Cero 2.0. Hoy atendemos a 18.000 pelaos que entran a la universidad y hay que llevarlo a 25.000 en los próximos cuatro años y a esos 25.000, a través de un fondo de sostenimiento, darles un subsidio que les permita –no solamente dejar de pagar la matricula– sino pagar sus pasajes para ir a estudiar y comer, y tener para los instrumentos y los utensilios que necesitan para estudiar y sus gastos personales.
Hemos hablado de más o menos $600.000 mensuales para entregarle al pelao para que vaya a estudiar. El estudiar tiene que ser el mejor negocio para los jovenes de la ciudad.
¿Qué tan medellinense es Albert Corredor?
En Infobae Colombia quisimos conocer qué tan representado se siente Albert Corredor con los dichos que han marcado a los medellinenses no solo en su ciudad, sino a cualquier región a la que van. Por ello, de boca del propio candidato, este es el significado que tiene para él esas palabras que tanta sonoridad generan en el resto del país.
Taco: La (avenida) oriental a las 5 de la tarde. Eso es una locura.
Parcero: uy, los panitas del barrio.
Charro: tirar mucha caja.
Parva: puede ser un pancito, lo que uno se come una media mañana, una media tarde con los amigos.
Visaje: es cuando usted nota que la vuelta está como rara.
Parche: Hacer con lo que te gusta hacer, con la gente con la que te gusta estar.
Amañado: Cuando usted la está pasando muy bien. Y no se quiere ir de ahí.
Cutupeto: Está cagado (sic), asustado. Cutupeto es lo que tiene Fico (Risas).
Juniniar: Era caminar, pero eso es muy de la vieja guardia. Era caminar por Junín a comprar cositas, como es un helado y almorzar. Hoy juniniar es simplemente irse por ahí a dar vueltas por el centro comercial a una zona, sin comprar nada.
Arepazo: un tiestazo, un puño, un golpe. o También es suerte.
Embellecedor: el aguardiente Antioqueño, muy bueno.
Bololoi: un zafarrancho, un peo (sic), un problema muy grande, que se armó. Lo que estamos haciendo nosotros con la fuerza que cogimos.