El Ministerio de Transporte, en cabeza de William Camargo, envió una carta a la alcaldesa Claudia López, en la que amenaza con tomar conocimiento del acuerdo que, los últimos 10 años, permitió a los buses urbanos de Soacha operar en Bogotá.
Este acuerdo caduca el 7 de noviembre, y no será renovado por la supuesta sobreoferta de vehículos y por el mal estado en el que se encuentra la mayoría de los buses. Así lo dio a conocer la cartera de tránsito y transporte, en la misiva enviada el jueves 19.
“En atención a las competencias y responsabilidad que atañe a esta cartera ministerial, de garantizar el servicio de transporte público de manera eficiente, continua y segura, el Ministerio convoca de manera urgente a las partes suscribientes del convenio 1100100-004-2013 a una nueva sesión del comité derivado del mismo”.
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Lo anterior “atendiendo las manifestaciones efectuadas por delegados del Distrito Capital en la mesa técnica del convenio objeto del asunto, llevada a cabo el 6 de octubre de 2023″, pues fue planteada una postura diferente al acuerdo al que habrían llegado las partes en el comité del 12 de septiembre.
Es así que “ante el riesgo de la suspensión de un servicio esencial para la comunidad y dada la naturaleza y complejidad derivada de las poblaciones que pueden verse afectadas” el Ministerio anunció que, actualmente “estudia asumir conocimiento de este asunto para garantizar los derechos del usuario al servicio público”.
¿Cuál es la respuesta del Distrito?
A pesar de la evidente preocupación del Ministerio que, en su informe, señala que al menos 14.690 pasajeros se enfrentan a una demanda insatisfecha en horas pico, la Alcaldía se sostiene en que los ciudadanos seguirán contando con una amplia oferta de transporte intermunicipal, que podrá movilizarse aun más rápido, sin los buses urbanos en la vía. Sus opciones; sin embargo, se reducen a:
- Transporte intermunicipal, habilitado por el Ministerio de Transporte.
- Nuevas rutas del SITP.
- Flota zonal y troncal del Sistema TransMilenio.
La decisión de no renovar el convenio “que brinda un permiso transitorio para que los buses urbanos de Soacha operen en Bogotá” se da a raíz de que, en los últimos 10 años “las condiciones de movilidad han cambiado para los dos territorios”.
Según la Secretaría de Movilidad, “el corredor de Soacha - Bogotá tiene una sobreoferta de buses de transporte público autorizados en el convenio, y aproximadamente el 80 % de la flota supera los 20 años de edad sin estándares ambientales. Esta situación incentiva la guerra del centavo y genera riesgos de seguridad vial, violación a las normas de tránsito y altos niveles de contaminación”.
Por el contrario, “Bogotá ha transformado la forma en la que se movilizan los ciudadanos, gracias a que erradicó la guerra del centavo, a través del Sistema Integrado de Transporte Público - SITP con cobertura en toda la ciudad y conecta con Soacha, y se accede a él con un solo medio de pago (tarjeta tullave). Adicionalmente, ha realizado el ascenso tecnológico de la flota de transporte público con 1.485 buses eléctricos, que favorece la calidad del aire”.
Una vez terminen el convenio con los buses urbanos, quedaran en pie la oferta de transporte intermunicipal del MinTransporte, se sumarán nuevas rutas del Sitp en componente zonal, se reforzaran las rutas alimentadoras y se dará fin a las obras del patio “El Vínculo” para movilizar a 400 mil pasajeros por día.
Pero aún así, según el Ministerio, queda en el aire el problema de los empleos que, al dar por terminado el convenio, podrían perderse en Soacha y en Bogotá.