En menos de dos meses deben comenzar de manera formal las negociaciones para acordar el salario mínimo que regirá en Colombia a partir del 1 de enero de 2024. Hasta el momento, diversos sectores de la economía, como los centros de estudios económicos, analistas, gremios y el propio Gobierno han expresado sus opiniones sobre el aumento salarial que consideran deberían recibir muchos de los trabajadores el próximo año.
Sin embargo, existen dos puntos de vista con respecto a esta negociación. Por un lado están quienes se muestran optimistas como la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, quien afirma que “espera llegar a un acuerdo que permita mantener el poder adquisitivo”.
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Por otro lado, algunos expertos como el presidente del Centro de Estudios Económicos de la Anif, Mauricio Santamaría, indica que el porcentaje que se ajuste en el salario no debería ser superior a un dígito, partiendo del hecho de las altas metas de inflación que se pronostican en el panorama económico para el próximo año.
Uno de los puntos más importantes que se tiene en cuenta para pactar el salario es la cifra de inflación, la cual es la clave en estas negociaciones. Para establecer la suma en la que quedará fijado el salario mínimo en Colombia, se deben tener en cuenta una serie de parámetros económicos y otros de índole jurisprudencial.
Como primera medida se toma de referencia la inflación del año y la proyección que se haga del siguiente. En el segundo caso, se toma el Producto Interno Bruto (PIB) anual y la proyección que se haga de este. Así mismo, el aporte que tiene la productividad en el crecimiento de la economía y la contribución de los salarios al ingreso nacional.
En el campo de la jurisprudencia están la protección constitucional del trabajo, la necesidad de mantener una remuneración mínima vital y móvil, la función social de la empresa, los objetivos constitucionales de la dirección general de la economía a cargo del Estado.
Estos puntos son analizados por los voceros presentes en la negociación, quienes después empiezan a hacer una serie de cálculos para empezara lanzar las propuestas del salario mínimo.
Esta negociación que año tras año se roba la atención de los sectores de la economía del país se lleva a cabo en una mesa tripartita que es integrada por representantes de los empresarios, trabajadores y del Gobierno, cuya cabeza principal es la actual ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez.
“Esperamos concertar un salario mínimo que nos permita mantener el poder adquisitivo, que este año ha sido una muy buena apuesta, y avanzar para que efectivamente Colombia no sea tan impactada por la inflación ni por las tasas de interés”, resaltó la jefe de la cartera de trabajo.
En la historia de nuestro país, siempre se ha fijado como plazo máximo para expedir el decreto con el cual se establece el salario mínimo, es el 30 de diciembre. De no llegar a ningún acuerdo antes de esa fecha, automáticamente el Gobierno nacional se encargará de establecer el porcentaje y de expedir el respectivo decreto con el aumento.
Este año uno de los índices que más preocupa tanto a los empresarios, como a los colombianos en general es el alto nivel de inflación que hay en lo corrido de 2023, que es del 10.99% con corte al mes de septiembre. Por ese motivo las partes que harán la negociación se enfrentarán a una difícil decisión ya que esto indicaría que el aumento del salario mínimo tendría que hacerse por lo menos con dos dígitos para el 2024.