El director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Jorge Iván González, reveló el 20 de octubre de 2023 que el Gobierno nacional calienta motores para iniciar el piloto para la eliminación de los estratos socioeconómicos en Colombia. La prueba, según el alto funcionario, se realizará en el 2025, con el objetivo de focalizar mejor la entrega de los subsidios en el país.
Debido a que Colombia es el único territorio del mundo en el que su sociedad está clasificada a través de criterios de “vivienda y aspectos poblacionales” -según el Dane (Departamento Administrativo Nacional de Estadística)-, el Gobierno del presidente Gustavo Petro le apostará a eliminar el sistema de estratificación para “superar la desigualdad económica del país” y así, otorgar con mayor certeza los subsidios a quienes por su condición de vulnerabilidad realmente los necesitan.
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González explicó durante su intervención en el Congreso de Cotelco (la Asociación Hotelera y Turística de Colombia) que así no solo serán más las personas que recibirán subsidios en el país, sino también serán más los que paguen impuestos.
“Poco a poco nos vamos acercando hacia ese ideal que es que una familia que vive en un estrato 5 pues no le cobren unas tarifas muy altas si ese año le fue muy mal en la vida. Una familia que ya pagó la casa hace 15 años pues no la va a vender por el hecho de que ese año haya perdido el empleo”, expuso el director del DNP.
Qué tan viable es cambiar el sistema de estratificación que Colombia
En diálogo con Infobae Colombia, dos especialistas económicos dieron sus perspectivas sobre la propuesta que plantea el Gobierno nacional y cuyo piloto, según González, ya está “en una etapa intermedia que se llama, en planeación del registro social de hogares que ya tiene 33 millones de registros”.
¿Clasificación por ingresos o por riqueza?
Para el especialista en banca de la Universidad de los Andes, Alfredo Barragán, los sistemas de estatificación son una herramienta que “impactan directamente la vida de las personas” y, si están bien concebidos, pueden “elevar la calidad de vida de todos los ciudadanos”.
Sin embargo, resalta que no se puede “subestimar la importancia de repensar y reformar estos sistemas con un espíritu de mejora constante y equidad, en lugar de generar estigma y discriminación”, pues sostiene que “un sistema mejor diseñado puede unir a la sociedad en la búsqueda de un bienestar común”.
Así las cosas, Barragán señala que podría pensarse un sistema de estratificación basado en el ingreso y las condiciones de vida de las familias, de tal forma que se “promueva la prosperidad y la equidad, no solo a través de subsidios, sino también, por medio de la creación de oportunidades”.
La iniciativa del Gobierno nacional de modificar la estratificación del país de hecho, según el director del DNP, está pensada para realizarse a través del Registro Único de Ingresos (RUI), un mecanismo por medio del cual se identificaría la calidad de vida de los hogares del país para determinar quiénes necesitan ayudas económicas para poder subsistir y quiénes no.
El economista, docente e investigador del Centro de Investigación para el Desarrollo (CID) de la Universidad Nacional, Edgar Bejarano, por su parte difiere, pues considera que de hacerse una modificación al sistema de estratos, está debería pensarse más hacia la riqueza que posee una persona (que es más estable) y no en los ingresos (que son más inestables).
Bejarano explica que aunque generalmente una persona suele tener más activos porque así se lo han permitido sus ingresos, existen los casos excepcionales donde un ciudadano tiene “más ingresos, al menos temporalmente ocasionalmente, pero con una riqueza menor” o, por el contrario, menor ingreso pero más riqueza “por herencias o cosas de ese estilo”.
A diferencia de Barragán, el docente y especialista de la Universidad Nacional considera que es más difícil realizar un cambio en el modelo. Reconoce que los estratos pueden estar fragmentando a la sociedad, ya que, en sus palabras, “muchas veces, en lugar de solucionar algo, están validando una situación que se ha producido endógenamente, es decir, la propia evolución de la ciudad, porque la gente se agrupa”. Además, menciona que si se modificara la estratificación, se podría pensar en “la riqueza, pero en microespacios donde se garantiza más homogeneidad”.
Microestratificación, la propuesta para clasificar la sociedad colombiana
Y es que Bejarano explica que, a diferencia de continentes como Europa, Colombia no es un país tan homogéneo a nivel de desarrollo ya que los entornos de las ciudades del país en su mayoría están entremezclados, es decir, “unas con otras de menor nivel o una nivel medio está al lado de otra de nivel más alto”.
Así las cosas, el economista de la Universidad Nacional considera que la iniciativa debería pensarse como una microestratificación, es decir, una estratificación por pequeños espacios con características homogéneas y que los diferencian de otros sectores.
“Por ejemplo, en el barrio Salitre (en Bogotá), hay unas áreas del sector que son muy costosas y bastante elegantes que se distancian mucho de la media del sector, es decir, hay unos grupitos de edificios que que tienen un valor más alto y otros que están más hacia la periferia del barrio”, detalló Bejarano.
En el caso de aquellas zonas turísticas o especiales donde pese a la cantidad de personas o comercio que allí se mueve sus residentes no tienen mayores ingresos o riquezas, el economista indica que también debería pensarse en clasificar por categorías esos espacios como, por ejemplo, “recreativo tradicionales”, “recreativo modernas”, entre otros.
El especialista en banca de la Universidad de los Andes por su parte subraya que para él si es posible cambiar o eliminar la estratificación en Colombia, siempre y cuando se tengan en cuenta aspectos como “la participación de diversos actores, como expertos, funcionarios gubernamentales y la sociedad civil; exista un análisis exhaustivo de las limitaciones y críticas del sistema actual y su impacto a la calidad de vida; haya un monitoreo y una evaluación continúa, y una educación y sensibilización sobre el nuevo cambio de sistemas”.
Los especialistas finalmente concuerdan en que para pensar en un cambio o eliminación del sistema de estratificación en Colombia, no solo se necesita un análisis del contexto social y económico del país, sino también, que estas iniciativas se implementen de manera gradual, “dado que el cambio es complejo, la transición debe ser gradual durante varios años para minimizar impactos negativos”, concluyó Barragán.