La aprobación del Presupuesto General de la Nación para 2024 esta semana dejó aumentos para todos los sectores de la economía del país. El Congreso de la República aprobó el más alto rubro de inversión en toda la historia de Colombia.
No obstante, los huecos en la financiación de este presupuesto por medio del recaudo tributario a cargo de la Dian, ha producido tensiones dentro de estas entidades del Gobierno nacional.
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Estas fricciones, que fueron confirmadas por La Silla Vacía por medio de algunas fuentes de la cartera de Hacienda y la Dian, se dan por dos causas que tienen que ver con los artículos de la reforma tributaria que ha echado abajo la Corte Constitucional, después de los intentos fallidos del Ministerio para defenderla.
Por ahora no se ha presentado un proyecto de ley en el que se hable de que la Dian necesita cumplir con un recaudo adicional de 15 billones de pesos para ajustarse al Marco Fiscal de Mediano Plazo.
Estas dificultades destacan los inconvenientes en la articulación existente dentro de esta entidades económicas del Estado y han servido como objeto de críticas al director de la Dian, Luis Carlos Reyes, ya que están en juego la financiación del presupuesto que pretende reactivar la economía el próximo año y el cumplimiento de la regla fiscal.
Por el momento, lo presupuestado por la Dirección de Impuestos pinta bien, ya que a mitad de junio del presente año, esta entidad publicó en su informe que había recaudado 145 billones de pesos, obteniendo un incremento del 16% real con respecto a lo que se recogió el año pasado.
Pero pese a estas cifras, una fuente de la Dian le dijo al medio citado que el crecimiento que se está viendo reflejado en este año sería el coletazo impulsado por la Ley de Inversión Social, la reforma tributaria de Duque, que estuvo vigente durante casi todo el 2022.
“La reforma de Ocampo es profundamente confiscatoria y los inversionistas relocalizan relativamente fácilmente sus utilidades. Esto empezó a generar desinversión”, afirmó la persona.
Uno de los ejemplos más claros son los tributos que se hicieron al comercio exterior los cuales cayeron en un 8% real al mes de junio. Esto, según la fuente se traduciría en que “Estamos importando menos, y eso no es bueno. Porque Colombia no es un país que tenga todos los productos para poder vivir, aquí localmente”. Por lo que aclara que esta situación se vería reflejada en un aumento en el contrabando que entra al país, aunque no se descarta que también pueda ser efecto de la desaceleración económica.
Por su parte al Ministerio de Hacienda le causa preocupación el recaudo del próximo año, ya que a la fecha la Corte Constitucional tiene en estudio 61 demandas a la reforma tributaria que podrían llegar a tener efecto en la reducción abrupta en los ingresos del país.
Otro ejemplo es que la semana anterior el alto tribunal tumbó el impuesto sobre la renta para usuarios de zonas francas, lo que disminuyó las proyecciones del recaudo fiscal en 600 mil millones de pesos.
Esta situación generó preocupación porque los argumentos manifestados por la Corte Constitucional usados para tumbar el impuesto a las zonas francas, fue el principio de confianza y buena fe, y que este mismo principio se podría aplicar en la solicitud de tumbar la no deducibilidad de las regalías de empresas minero-energéticas, lo que significaría una de las medidas que apuntan a un recaudo adicional enorme, de aproximadamente tres billones de pesos.
Otra fuente consultada por dicho medio, constató que la situación en este Ministerio no es igual a la de la Dian y manifestó que “ahí hay argumentos muy fuertes de parte y parte sobre esa medida.” Así mismo, esta persona resaltó que las demandas eran esperadas y no se sorprendió ninguna persona del Ministerio: “Nosotros sabíamos desde el trámite que se venían muchas demandas, sobre todo debido a los intereses afectados, en particular, los que tienen que ver con el sector petrolero”