Jóvenes judíos, que votaron por el presidente Petro, están atemorizados por las opiniones del mandatario sobre Israel

Señalaron que si bien el pueblo palestino está padeciendo una grave crisis humanitaria y se mostraron en desacuerdo con políticas del Estado de ese país del Oriente Próximo, estaba completamente fuera de lugar compararlo con el exterminio del pueblo hebreo en el campo de concentración de Auschwitz

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El presidente de Colombia, Gustavo
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afronta duras críticas por sus más recientes pronunciamientos en contra de Israel, al que señaló de genocida - crédito Jesús Avilés/Infobae

En la noche del martes 17 de octubre, a través de redes sociales, se hizo viral una carta que se atribuye a un grupo de jóvenes judíos que señalaron haber votado por el hoy presidente de la República, Gustavo Francisco Petro, y que incluso replicó el reconocido periodista de investigación Daniel Coronell, cercano al jefe de Estado.

La misiva, con un tono muy sentido, los autores aseguraron sentirse decepcionados y atemorizados con el mandatario sobre sus opiniones sobre la guerra en Israel, que se desató luego de que el grupo yihadista Hamás, perpetrara una sorpresiva incursión en territorio en disputa en esa zona del Oriente Próximo, donde asesinaron a civiles indefensos.

“Somos jóvenes colombianos judíos que lo apoyamos en las pasadas elecciones presidenciales. Tenemos la firme convicción de que su defensa de la vida, la paz, el perdón y la reconciliación es el camino que necesita Colombia para lograr una sociedad más justa e igualitaria. Muchos confiábamos en el proyecto que representa el Pacto Histórico y tenemos una visión progresista (sic)”, encabezaron el texto.

Pero seguido, expresaron su profunda desazón, porque las expresiones de Petro sobre este conflicto que ha cobrado la vida de más de 3.500 seres humanos en las últimas dos semanas, según cifras que citan en la agencia española de noticias EFE.

“Pero, después de las declaraciones oficiales emitidas por su gobierno y sus comentarios incendiarios y equivocados en relación a la masacre del pasado 7 de octubre, al conflicto palestino-israelí y a la guerra que se ha desatado, le aseguramos que nos sentimos defraudados, desconcertados, engañados, indignados, arrepentidos y atemorizados (sic)”, reprocharon.

Afirmaron que si bien en la franja de Gaza, donde el Estado de Israel a emprendido la contraofensiva, y por la que los señalan de perpetrar violaciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH), estaba completamente fuera de lugar equipararlo a lo que ocurrió en el campo de exterminio del pueblo hebreo de Auschwitz en Polonia que erigió el régimen Nazi en la Segunda Guerra Mundial.

“Aunque usted dice conocer lo sucedido en el holocausto y, en particular, lo que sucedió en Auschwitz, le recordamos que la población palestina, sin desconocer su sufrimiento, no ha sido condenada al trabajo forzado ni a las cámaras de gas. No son sistemáticamente separados de sus familias, no están siendo metódicamente despojados de su individualidad, no están siendo programáticamente desnutridos y deshumanizados, no son objeto de experimentos médicos macabros y tampoco los desaparecen en masa en hornos crematorios. Los palestinos en Gaza y en Cisjordania viven una vida indigna, sí, pero aún conservan la capacidad de luchar, de amar, de ejercer su credo y de trabajar. Muchos de nosotros nos hemos manifestado abiertamente en contra de los asentamientos, de los despojos, de la antipatía frente a los civiles palestinos, de denominarlos “animales”, de los bloqueos, de los bombardeos indiscriminados y de impedir la ayuda humanitaria. Entendemos que la situación de los palestinos es desesperada e injusta, reconocemos que el gobierno de Israel ha permitido y perpetuado una situación insostenible que compromete la vida y la dignidad de los palestinos (sic)”.

Y lo descalificaron por no haber condenado la arremetida de Hamás, que atacó de forma inmisericorde a la población civil en Israel en su incursión, donde incluso acabaron violentamente con la vida de dos colombianos en el concierto de música electrónica que se realizaba en las inmediaciones de Gaza.

“Como ya se lo han reclamado varios líderes e instituciones nacionales e internacionales, usted no condenó la masacre del 7 de octubre, en la que terroristas del Hamas torturaron, violaron y asesinaron con sevicia a más de 1,200 personas de más de 20 nacionalidades (incluidos colombianos) en el sur de Israel. Alrededor de 200 personas, incluidos niños, mujeres y ancianos, aún permanecen secuestrados en Gaza como rehenes. Bebés en sus cunas fueron acribillados en presencia de sus madres. Profanaron sus cuerpos y celebraron su muerte. El hecho de que no condene semejantes atrocidades, francos crímenes de lesa humanidad, cuyos objetivos eran acabar con la vida, generar terror, causar indignación e iniciar una guerra sin precedentes, sabiendo que la vida de la población palestina y la estabilidad del mundo entero estaban en juego, nos hace inferir que para usted, y para su gobierno, es legítimo utilizar el terror como estrategia de lucha (sic)”.

Finalmente rechazaron que el presidente Petro haya intentado hacer parecer que Israel es la responsable de que en Colombia haya surgido el paramilitarismo responsable de crímenes de lesa humanidad, luego de que mencionara los casos de Yair Klein y Rafi Eitan, este último señalado en una investigación periodística de propender por el genocidio de la Unión Patriótica.

“En referencia a su trino del domingo 15 de octubre, en el que menciona las masacres sucedidas en Colombia (y que no han cesado), o, como usted lo denomina, “el holocausto colombiano”, sugiere que estas fueron promovidas, diseñadas y hasta ejecutadas por el Estado de Israel (sic)”, señalaron.

Y le recordaron que en los recientes magnicidios del presidente haitiano, Jovenel Moise, y el del candidato presidencial en Ecuador, Fernando Villavicencio, participaron mercenarios colombianos, pero no se trataba de una política de Estado.

“Si cayéramos en comparaciones ridículas, exorbitantes y dolorosas como las suyas, tendríamos que concluir que el estado colombiano ha sido responsable de los graves magnicidios que han sucedido recientemente en América Latina, incluso en territorio colombiano. Todos cometidos por mercenarios colombianos que actuaron como individuos, no representando a nuestro país. ¿Le parece prudente que culpen al gobierno de Colombia, 0, más aún, a los colombianos, por semejantes actos atroces destructores de la democracia? (sic)”.

Aquí puede leer la misiva completa de los jóvenes judíos al presidente Gustavo Petro:

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