Menor murió atropellado por una avioneta en Santa Marta: la familia podría ser indemnizada hasta con 3.000 millones de pesos

El dinero, dicen, no reemplazará a su hijo, pero hará conscientes a los implicados

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La tragedia provocó la muerte de un menor y heridas graves en varias personas - crédito suministrada
La tragedia provocó la muerte de un menor y heridas graves en varias personas - crédito suministrada

A un año de la muerte del pequeño Jaider Daniel de la Hoz, en playa dormida, Santa Marta, la investigación sobre el siniestro ocurrido en cercanías al aeropuerto Simón Bolívar sigue en fase preliminar.

Sin embargo, en conversaciones con Noticias Caracol, Andrés Peña, abogado de la familia, sostuvo que podrían ser indemnizados hasta por tres mil millones de pesos una vez finalice el proceso contra el operador del aeropuerto, el MinTransporte, la Aeronáutica Civil y las empresas Helistar y Panamerican Training Center.

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El incidente, registrado el 16 de octubre del 2022, ocurrió luego de que la aeronave, con rumbo Bogotá, saliera de la pista de despegue, atravesara la barrera de seguridad del aeropuerto y chocara contra un árbol Trupillo por el que pasaba el menor.

“Un avión SF50 Cirrus de matrícula HK5342 de la empresa Panamerican Training Center - PTC se salió de la pista del aeropuerto de Santa Marta durante la carrera de despegue”, detalló entonces la Dirección Técnica de Investigación de Accidentes de la Aeronáutica Civil, a través de X.

La familia de la Hoz denunció una serie de irregularidades tras el incidente; ya que, solo recibieron atención médica para quienes iban al interior de la aeronave, el piloto y el copiloto se habrían dado a la fuga y la empresa responsable de la avioneta no se pronunció sobre el siniestro.

Según precisó, días más tarde, el director encargado de la Aeronáutica Civil, Francisco Ospina: “El accidente se debió a un percance que tuvo la avioneta al momento de despegar, por tal motivo tuvo que realizar un aterrizaje forzoso donde lamentablemente se salió de la pista y rompió el cerramiento del aeropuerto y quedó en una vía que da con la playa donde impactó con las víctimas”.

¿Cómo ha avanzado el caso?

En entrevista para el medio citado, el padre del menor, Jaider Rafael de la Hoz, indició que la familia aún no logra recuperarse y si sigue en píe, es gracias a sus otros dos hijos: “Tú te imaginarás, eso es un dolor grande, a pesar de que tenía 3 años él era la luz de mis ojos (…) Ellos (el niño, su abuela y otras dos menores, de 6 y 16 años) venían de regreso porque ya se habían bañado e iban de regreso a la casa. Pararon a tomarse una bolsa con agua, cuando eso, vino la avioneta sin control”.

Aún recuerdan como las autoridades locales y el equipo designado por la Aerocivil pasaron por al alto atender a su hijo, mientras, los ocupantes del avión –prácticamente ilesos– eran trasladados a un centro médico:

“No llegó nadie a socorrernos, nadie porque ahí nadie llegó, de pronto llegaron fue a socorrer a los de la avioneta, pero a nosotros como tal no porque mira que nos tocó traer al niño en una buseta. De pronto, si le hubieran dado los primeros auxilios, quién sabe, de pronto el niño se hubiera salvado”.

Panamerican Training Center aceptó su responsabilidad en el caso, pero no logró conciliar con la familia, pues solo ofreció 285 mil dólares a manera de indemnización, frente a la Procuraduría. Caso contrario al de Helistar que, a pesar de verse implicada, asegura que su única relación con la avioneta se dio al alquilarle un lugar de parqueo.

“Según el derecho de petición que presentamos ante la Aeronáutica, la empresa Helistar fue la que solicitó el plan de vuelo y la empresa Panamerican Training Center era la empresa que administraba el avión. Nosotros vinculamos a ambas empresas en la demanda”, advirtió Peña, quien, además, en su investigación habría descubierto que, ese día, de copiloto iba Milton Cabeza, supuesto propietario de ambas compañías:

“Accedimos a información sobre ellos en los portales que han sido contratistas del Estado, y han tenido contratos por casi 400 mil millones, o sea, son empresas que tienen un músculo, un aparato financiero y tienen acceso a las esferas del poder”.

Por tanto, la familia seguirá en firme el proceso judicial. Según dicen, no les importa el dinero, pero saben que, entre más logren obtener, más peso tendrá en quienes son responsables por su perdida:

“Por mucha plata que le den a uno siempre va a quedar el vacío en mi corazón. Esa plata nunca va a llenar el vacío que me dejó ese muchacho. Pero por lo menos que sean conscientes y que indemnicen a la familia, bien indemnizada, si es que eso no fue cualquier cosa, cualquier roca, cualquier perro que mataron, fue un niñito de 3 años”, señaló Jaider, padre del menor.

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