A un año del asesinato de Juan Esteban Alzate, en la estación CDS carrera 32 de TransMilenio, el juez a cargo del caso emitió un fallo de carácter condenatorio con el que Gustavo Adolfo Agámez, alias Costeño, empezó a pagar su condena en prisión.
El incidente, registrado el 8 de octubre del 2022, ocurrió luego de que Juan Esteban se tropezara y pisara uno de los zapatos de Agámez, quien, junto a otros tres hombres, lo abordó para exigirle que se arrodillara y le pidiera disculpas.
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Juan, quien estaba próximo a cumplir los 16 años, se negó y fue ahí que el homicida sacó un arma cortopunzante de su cintura y le dio dos puñaladas en el pecho, antes de emprender la huida.
Las autoridades ofrecieron 20 millones de pesos por información que condujera a su paradero, pero, aun así, no fue hasta el día 13 que lograron capturarlo, en su residencia del barrio Panzenú de Montería, hasta donde habría llegado luego de pasar por Medellín.
Pues bien, el material recolectado por las autoridades, en el que se incluyen llamadas y videos de las cámaras de seguridad del articulado llevó a que el juez, John Jairo Castro, resolviera que:
“A partir del momento, esta persona continúa privada de la libertad, pero cumpliendo pena y no una medida de aseguramiento, como hasta ahora lo ha venido haciendo; es decir que, desde el momento mismo en que fue privada de la libertad está descontando la pena que se le debiere imponer”.
Esta es una decisión que Mayerli Ceballos, madre de la víctima celebró, en entrevista para el matutino de Arriba Bogotá: “Gracias a Dios el 11 de diciembre hay una condena. Solo exigimos que sea justa, máxima, para lo que este hombre hizo”.
La familia no se ha recuperado y entiende bien que nada podría reparar el dolor que sienten tras la perdida de Juan, pero, aún así exigen una condena ejemplar, contra quien actuó con total sevicia: “Ha sido demasiado fuerte, desde el 8 de octubre, que mataron a Juan Esteban, hasta ahora, va a haber una condena después de videos, después de fotos, después de seguimientos, una cosa o la otra. Ya el juez determinará cuál es la condena”.
La decisión está en manos de la corte en la que, durante la audiencia preparatoria del 24 de marzo, solicitaron que se incluyera un cuarto agravante, antes de tomar una decisión:
“El sujeto es Gustavo Adolfo Agámez, él fue quien le quitó la vida al joven. Era un homicidio agravado, pero a solicitud nuestra, en calidad de representantes de las víctimas, solicitamos otro agravante que se denomina el motivo fútil. No solo se aprovechó de la situación de inferioridad, sino que no tenía un motivo aparente”, explicó el abogado de la familia Saúl León, en conversaciones con Caracol Radio.
“Entonces son cuatro agravantes: abuso de las condiciones de inferioridad, era menor de edad, motivo fútil y se utilizó un arma cortopunzante. Esto da para que se le pueda condenar a 50 años. Solicitamos una condena ejemplar”, añadió, luego de oponerse junto a la Procuraduría a cualquier rebaja de pena, por tratarse de un menor de edad.
Motivo por el que la Fiscalía tuvo que desistir de un preacuerdo con el que la pena pudo haber pasado de 480 a 240 meses en prisión: “Cuestionamos cómo, a solicitud de la Fiscalía, se pretendía una rebaja cerca a los 20 años de cárcel, que en la práctica significaría que este sujeto, en lugar de presentar una pena mínima de 40 años de cárcel, podría enfrentar una de 20, que con los beneficios de estudio, de trabajo y la redención de la pena, podría estar en las calles en ocho o diez años”.