La Policía Nacional culminó una operación encubierta que se extendió durante un año para desarticular a la banda conocida como los Victorinos. Este grupo, compuesto por nueve personas, operaba en el corazón de Bogotá y se dedicaba al tráfico de sustancias psicoactivas, en una operación que ha culminado el 15 octubre, con la detención de todos los integrantes de esta banda delictiva.
La banda los Victorinos utilizaba una serie de tácticas para llevar a cabo su actividad delictiva. Empleaban vendedores informales y puestos ambulantes que vendía diferentes productos comestibles como fachadas para sus operaciones de tráfico de drogas.
Los productos que ofrecían incluían cocaína, marihuana y fentanilo, (una sustancia apodada como la ‘droga zombie’ debido a sus efectos extremadamente dañinos). La organización estaba compuesta por cuatro mujeres y cinco hombres y a menudo mezclaban el fentanilo con heroína, ketamina y tusi B.
Durante el año de investigación, un agente encubierto se infiltró en la banda y recopiló pruebas para desmantelar la red. Este agente trabajó en estrecha colaboración con la policía de Inteligencia e Investigación Criminal para llevar a cabo esta operación.
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La banda operaban en horarios regulares, desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde, lo que les permitía atraer a compradores que aparentaban interés en productos cotidianos. Estos compradores estaban previamente informados sobre la venta de sustancias y se acercaban de manera disimulada para recibir las drogas camufladas. Algunos de los vendedores llegaron al extremo de ocultar las ampolletas de fentanilo en sus partes íntimas, una táctica peligrosa y desesperada para evitar ser detectados.
Además, también se informa que usaban los pulgueros del centro de la ciudad parta comercializar estas sustancias. Incluso, según la investigación, el grupo contaba con una vivienda en la que destinaban las habitaciones para alquilarlas por hora, precisamente para que sus compradores pudieran consumir las sustancias ahí.
El golpe final a la organización se dio en el sector del Voto Nacional, localidad de Los Mártires, donde se logró la incautación de 19 ampolletas de citrato de fentanilo de 10 mililitros, 95 dosis de base de coca y 176 dosis de marihuana. Además, se realizaron nueve detenciones, siete de ellas por órdenes judiciales y dos en flagrancia.
Se estima que la venta diaria de estupefacientes generaba entre tres y cuatro millones de pesos, causando una afectación financiera de 80 millones de pesos en total, o veinte días de venta. Entre los detenidos se encuentra el líder de la organización, conocido como ‘Papi’ o ‘Eliécer’, quien supervisaba la distribución de la droga y gestionaba el alquiler de las instalaciones donde se consumía.
Uno de los aspectos más inquietantes de esta operación es el uso del fentanilo, un analgésico que comúnmente se prescribe a pacientes con dolor intenso. El fentanilo, cuando se utiliza indebidamente, puede ser letal incluso en pequeñas cantidades.
Además, los Victorinos empleaban logotipos con imágenes de payasos, tigres y dragones en el empaque de las dosis, aparentemente con la intención de establecer el control en la venta de alucinógenos en el área que comprende las localidades Mártires y Santa Fe.
Por su parte, la Policía Metropolitana de Bogotá manifestó que la combinación de fentanilo con otros narcóticos aumenta la adicción y los riesgos para los consumidores, lo que subraya la importancia de este exitoso operativo y el seguimiento de otros operativos para desmantelar este tipo de bandas criminales.
Según Sandra Hernández, comandante de la Policía de Bogotá en una entrevista para RCN, este caso representa el tercer episodio de venta de fentanilo en Bogotá, con incidentes anteriores en Kennedy y Engativá.