La Cárcel de Máxima y Mediana Seguridad de Valledupar, más conocida como La Tramacúa, es uno de los centros penitenciarios más conocidos de Colombia, ya que allí se encuentran algunos de los más peligrosos criminales del país, hasta el 12 de octubre de 2023 en esa lista estaba incluido Luis Alfredo Garavito, el mayor infanticida de la historia de Colombia.
Sobre la prisión inaugurada durante el mandato de Ernesto Samper con capacidad para 1.452 personas existen múltiples historias, pero algunas de las que más llaman la atención se enfocan en el fallecido asesino serial que duró más de 24 años allí.
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“Suele contar, sin que nadie le pregunte, escabrosos detalles de sus crímenes y vejámenes. Relatos que Garavito hace en medio de risas”, afirmó David Murcia, fundador de una de las mayores pirámides de Colombia: DMG, a Cambio en marzo de 2023.
Luego de que se confirmara la muerte de La Bestia de Génova, como se le denominó al responsable de al menos 200 muertes de niños entre los 9 y 16 años, se volvió a hablar de las declaraciones en diciembre de 2022 de José González Iguarán, que llegó a militar en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en el canal de YouTube, Real Calle.
El hombre oriundo de Valledupar relató su historia de vida hasta encontrarse en ese año en condición de calle, incluyendo su ingreso a las AUC, su desmovilización, su arresto por homicidio y secuestro en 2009 y el pago de su condena de 10 años en varias prisiones, incluyendo La Tramacúa, en la que fue vecino de celda de Alfredo Garavito.
Durante el tiempo que estuvo en La Tramacúa, González Iguarán afirmó que también compartió con John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, pero que ni los relatos de uno de los máximos sicarios de Pablo Escobar se igualaban con las historias que Garavito le reveló.
“El único protegido en esa cárcel era Garavito, si le iban a dar de comida se la probaba el guardia, si lo iban a motilar era el guarda el que lo motilaba, era un hombre que nadie podía tocar porque estaba protegido por la ONU, era muy inteligente”.
Dentro de las conversaciones que sostuvo con el infanticida, Garavito contó a González que su padre lo había abusado cuando niño; además de relatos de algunos de sus crímenes con menores, motivo por el que varios presos tenían la intención de asesinarlo.
“Su historia, que cuando niño fue violado por su papá, que su mamá lo había tratado feo y que lo habían echado de su casa, y que cuando lo violaron descubrió su gusto por la violación… Uno con ganas de meter la mano en la reja y matarlo, pero él siempre hablaba retirado de la reja, contaba historias tan aterradoras que a uno le daban ganas de matarlo gratis”.
Además de ello, González Iguarán afirmó que Garavito contaba con efectivo dentro de la prisión debido a que cobraba a los medios de comunicación por aceptar una entrevista, dinero que utilizaba para recibir protección de los guardias.
“Contó que fue sacerdote, médico, en cada pueblo, él averiguaba quién tenía la mayor autoridad y se hacía conocer ante la comunidad, enseguida violaba dos o tres niños y nadie se daba cuenta, en ese momento se iba. Él decía que lo hacía de una forma en que todo el mundo le creía”.
Dentro de La Tramacúa Garavito habría revelado a los demás presos que su captura se registró por el único error que cometió en más de 200 asesinatos; afirmó que el menor que llego hasta donde las autoridades, tras ser auxiliado por un hombre en condición de calle en Villavicencio, lo había dado por muerto.
“Él dice que ese niño estaba muerto, pero que fue el mismo Dios el que se le metió para avisar al pueblo, él dice que si no llega la policía lo hubieran quemado vivo. Que cada vez que le sale una condena en Ecuador para ser trasladado él dice donde dejo otro niño, él lo confiesa”.