Un fuerte golpe asestaron las autoridades a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, mejor conocidas como clan del Golfo, en el departamento de Bolívar, en la región Caribe colombiana.
En el corregimiento de Playón, en el municipio de Maríalabaja, agentes de la unidad de Seccionales de Investigación Judicial y Criminal ―Sijín― capturaron a Jorge Luis Seña Garcés, alias Felipe, presunto cabecilla de ese grupo armado. Las autoridades lo encontraron con munición de guerra de uso privativo de las Fuerzas Militares.
Aquel hombre es señalado de pertenecer a la subestructura Nicolás Antonio Urango Reyes de las AGC. Su papel dentro de la organización en esa zona del país era el dirigir y coordinar las extorsiones y homicidios, así como controlar la venta de estupefacientes en el casco urbano del municipio y en la zona rural.
Fue aprendido en el marco del ‘Plan Choque Seguridad 360′, que fue desplegado por la Policía Nacional en conjunto con las Fuerzas Militares y las autoridades administrativas locales, para contrarrestar los delitos de mayor impacto como el homicidio, el hurto en todas sus modalidades, el tráfico local de estupefacientes y la extorsión.
Tan pronto se hizo efectiva la captura de alias Felipe, las autoridades lo pusieron a disposición de la Fiscalía General de la Nación. Luego de eso, un juez de la República con función de control de garantías le dictó medida privativa de la libertad con aseguramiento en centro carcelario, mientras se define su situación judicial por los delitos con los que fue imputado.
“El trabajo mancomunado entre la Policía y la comunidad, que cansada de la inseguridad que generaba ‘Felipe’ en Maríalabaja, hizo que se llenaran de valor y aportaron para dar con la ubicación de este presunto delincuente. Seguiremos en esta lucha frontal contra el multicrimen y trabajaremos por recuperar la seguridad y tranquilidad de los bolivarenses”, indicó el coronel Alejandro Reyes Ramírez, comandante del Departamento de Policía Bolívar.
El sur de Bolívar, una subregión plagada de grupos armados ilegales
De acuerdo con la Fundación Paz y Reconciliación, Pares, el sur del Bolívar es una zona “bajo el acecho de los fusiles”. Allí, la desmovilización de la antigua guerrilla de las Farc produjo un vacío de poder que reconfiguró la presencia de los grupos ilegales.
Como consecuencia, hoy esa región es disputada por el ELN, las disidencias de las Farc y el clan del Golfo. Eso ha recrudecido la situación humanitaria del municipio de Santa Rosa del Sur y la problemática se ha extendido a los municipios de Cantagallo, Simití, San Pablo, Morales y Arenal, lo cual ha producido el confinamiento de cerca de 130 familias y más de 300 personas.
A partir del 2020 empezó la incursión del clan del Golfo, lo que empezó a desafiar el dominio que ejercía el Frente de Guerra Darío Ramírez del ELN y los frentes 4, 24 y 37 de las disidencias de las Farc.
El frente 37 originalmente hacía parte de las disidencias conocidas como la Segunda Marquetalia, pero recién en 2023 se alertó que luego habría pasado al comando de Gentil Duarte (que murió en 2022), lo cual significa que ahora pertenecería al Estado Mayor Central, las disidencias de Iván Mordisco.
La coexistencia de estos grupos armados se ha visto atravesada por confrontaciones y acuerdos, que varían dependiendo de acuerdo con los intereses específicos que demanda la coyuntura o los lugares en donde coincidan.
Todos estos grupos armados tienen interés en esa zona por las rentas provenientes de la minería ilegal, la gran presencia de cultivos de coca y la posición estratégica, pues el sur de Bolívar es un corredor desde la región Caribe hacia el oriente y el occidente del país.