En operativos de control, fue encontrada una granda bajo el asiento de un taxi

Además, fueron hallados panfletos extorsivos con los que el conductor amenazaba a comerciantes en el centro de Barranquilla

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El conductor ya se encuentra
El conductor ya se encuentra en manos de las autoridades competentes - crédito Policía Metropolitana de Barranquilla

En el marco del plan choque, seguridad 360, unidades del modelo nacional de vigilancia comunitaria por cuadrantes de la Policía Metropolitana de Barranquilla capturaron a un sujeto que se movilizaba en un taxi por el sur de la ciudad, junto a una granada de fragmentación y varios panfletos extorsivos.

Al ser requerido por las autoridades que, de manera frecuente realizan operativos de control y registro en el centro y sur de la ciudad para golpear a organizaciones dedicas a actividades relacionadas con la extorsión, encontraron que actuaba de manera extraña. Motivo por el que, decidieron inspeccionar a fondo el vehículo.

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Fue así como los agentes de Policía del cuadrante descubrieron que llevaba un artefacto explosivo camuflado, aunque al alcance, para, presuntamente, a amenazar a comerciantes de la zona sur, centro y oriente de la arenosa.

Así lo dio a coronel César Sarabia, subcomandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, a través de la red social X, antes conocida como Twitter: “En momentos en los que se realizaba el registro a este vehículo, debajo de uno de los asientos se halla una bolsa en la que se encontraban la granada de fragmentación y varios panfletos extorsivos. Este sujeto fue dejado a disposición de la autoridad competente”.

El capturado deberá enfrentarse al delito de fabricación, porte y tráfico de armas de fuego, explosivos y/o municiones de uso privativo de la Fuerza Pública, según el decreto 2535 de 1993, que establece:

“Normas y requisitos para la tenencia y el porte de armas, municiones, explosivos y sus accesorios; clasificar las armas; establecer el régimen para la expedición, revalidación y suspensión de permisos, autoridades competentes; condiciones para la importación y exportación de armas, municiones y explosivos; señalar el régimen de talleres de armería y fábricas de artículos pirotécnicos, clubes de tiro y caza, colecciones y coleccionistas de armas, servicios de vigilancia y seguridad privada; definir las circunstancias en las que procede la incautación de armas, imposición de multas y decomiso de las mismas y establecer el régimen para el registro y devolución de armas”.

Entre ellas, en el inciso g del artículo 8 “Armas de guerra o de uso privativo de la Fuerza Pública”, se enlistan las “cargas explosivas tales como bombas de mano, bombas de aviación, granadas de fragmentación, petardos, proyectiles y minas”.

La captura del sujeto de 45 años, que utilizaba su taxi como fachada se da a tan solo a unas horas de que unidades del Gaula de la Policía dieran con la captura en flagrancia de un hombre que, presuntamente, estaría dedicado a extorsionar comerciantes en el barrio Concord del municipio de Malambo.

Para el momento en el que fue interceptado por las autoridades, estaba cobrando una extorsión de 15 millones, con la que iba a engordar aún más sus bolsillos, en los que llevaba 6 millones de pesos y un teléfono celular que utilizaba para comunicarse con sus víctimas.

Estaciones de gasolina e ‘isleros’ también son víctimas de extorsión en Barranquilla

A finales de septiembre, en Medellín, las autoridades lograron dar con la captura de Guelmin Lizardo Niebles, quien, el pasado 24 de junio (2023) asesinó a uno de los trabajadores de la estación de Juan Domínguez Romero, Soledad.

Niebles había cambiado por completo su apariencia, adoptando el estilo punk, para pasar desapercibido y evitar ser identificado por las autoridades que, desde Barranquilla le seguían la pista, pues, entre sus actividades delictivas bajo el mando de ‘los Costeños’ estaba la de cobrar vacunas a las estaciones de servicio y sus trabajadores, o tomar represalias, en casos en los que se negaran a entregar el dinero exigido por medio de panfletos y llamadas.

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