Aunque reconoció que en Colombia persisten los problemas con los derechos humanos y con las consecuencias de los antecedentes del conflicto armado, el presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el juez Ricardo Pérez, se mostró optimista al concluir su visita el pasado viernes 13 de octubre.
“Nos llevamos una visión de que Colombia tiene sus problemas con los derechos humanos por la complejidad y antecedentes del conflicto armado, pero lo que hemos encontrado es una muy fuerte institucionalidad democrática y una muy fuerte vinculación con el sistema interamericano de protección de los derechos humanos”, señaló.
El funcionario presentando su positivo balance junto con el presidente de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Roberto Vidal, al culminar el 162 periodo ordinario de sesiones que la Corte llevó a cabo esta semana en Colombia, la sexta vez que sesiona en el país.
“Es una paz que solo se puede conseguir en el marco del respeto a los derechos humanos”, agregó Pérez sobre el optimismo que tiene en que se pacifique el país.
Los dos altos juristas anunciaron la suscripción de un convenio de cooperación técnico e institucional que incluirá, entre otros, el intercambio de jurisprudencia y de operadores.
Para Vidal este acuerdo “tiene como finalidad desarrollar una agenda de trabajo conjunto” y asegurar que la CorteIDH “ofrece un apoyo concreto en el desarrollo de las complejas labores judiciales que implica la justicia transicional”.
“Nuestras actividades han sido muy intensas pero estamos muy satisfechos por lo cumplido, hemos encontrado una fuerte solidez institucional en Colombia, un fuerte apego a los principios del estado democrático de derecho y a su vez hemos encontrado un amplio reconocimiento a los aportes que realiza la corte y el sistema interamericano”, agregó el presidente de la Corte IDH.
Por su parte, Vidal dijo que recibieron “el mensaje tal vez más importante que ellos traen, y es la idea de que Colombia hace parte de una comunidad política continental unida por el derecho internacional y que nos permite de una manera solidaria e institucional promover la defensa de los derechos humanos y la promoción de la paz”.
En este sentido, reseñó “la relevancia que tiene para la región, para el continente, en la clave de la construcción de la paz este vínculo fuerte entre las instituciones judiciales internacionales y la JEP en la garantía de los derechos humanos y la estabilidad de la búsqueda de la paz en Colombia”.
Durante el periodo de sesiones en Colombia se llevaron a cabo tres audiencias de casos en casos de Chile, Guatemala y Brasil, así como cinco audiencias reservadas de supervisión de cumplimiento de sentencias de casos de Colombia, un seminario y “numerosas tareas de coordinación”.
Los miembros de la CorteIDH se han entrevistado, entre otros, con el presidente colombiano, Gustavo Petro y la vicepresidenta, Francia Márquez, así como con miembros de las altas cortes como el Consejo de Estado, la Corte Suprema de Justicia, la Corte Constitucional y la JEP.
Se debe recordar que desde lunes 9 de octubre arribaron al país siete jueces del organismo para el periodos 162 de las sesiones ordinarias y presidieron también audiencias de algunos casos contra los Estados de Chile, Guatemala y Brasil, por presuntas vulneraciones a los Derechos Humanos.
Durante su visita los togados también asistieron a eventos con la Corte Constitucional, a la Defensoría del Pueblo, a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Universidad Externado de Colombia.
“Los órganos de justicia internacional deben ser cuerpos abiertos que no tengan temor al relacionamiento y diálogo con los países. Con esta y otras visitas se refuerza el compromiso de ser un Tribunal de puertas abiertas”, afirmó Pérez en su arribo a Colombia.