Jóvenes antioqueños resguardan el territorio de Israel en medio del conflicto

En el marco del conflicto entre Israel y Palestina, varias han sido las historias que han tenido como protagonistas a los ciudadanos colombianos, ya sea por sus relatos de supervivencia, su crónica durante el combate o porque han dejado una huella dolorosa al reportar su fallecimiento, estas caras seguirán vigentes aún con el paso de los años.

Aunque, la sinagoga es vista para muchos como una casa más que se ubica en Israel, para los residentes de este territorio este templo se conoce como uno de los símbolos religiosos más importantes y antiguos, el cual ha permanecido aún con el paso de los años.

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Este espacio está destinado para la oración, y cada viernes en la tarde los asistentes celebran los ritos religiosos, allí también se conmemoran los nacimientos, uniones maritales y eventos comunitarios.

En este lugar varios jóvenes colombianos participan en las acciones bélicas y les hacen frente a las batallas en Gaza e Israel, la mayoría de estos están entre los veinte años, pertenecen a una sinagoga que tiene varios años de historia, y la mayoría de su población se compone por familias colombianas convertidas al judaísmo.

Son ciudadanos jóvenes que tienen voluntad y se preparan por una larga temporada en beneficio del estado de Israel. Estos fueron admitidos por instituciones educativas del territorio, estudiaron en Israel como becarios, presentaron su servicio militar en esta nación y como una especie de retribución a esta formación dada se preparan para defender el territorio.

Este servicio se presenta sin distinción de sexo: “Los hombres tienen un tiempo de servicio militar de tres años y las mujeres de dos. Nuestros muchachos lo hicieron allá en agradecimiento por lo recibido”, comentó un rabino de nombre reservado en entrevista con El Colombiano.

Algunos de estos combatientes incluso luchan en primera línea de fuego, otros son reservistas, y los demás se establecen en labores de logística, tecnología o servicios para atender cualquier tipo de emergencia, comentó el entrevistado en el medio anteriormente citado.

Este rabino se refirió a las diferencias que tiene prestar el servicio en el territorio nacional e israelí, en el relato dado al medio afirmó que esta formación va de la mano con la enseñanza de un oficio, actividad que se desempeñan cuando culminan la prestación su servicio:

“Los forman como preparadores físicos, como entrenadores caninos, como conductores de diferentes tipos de vehículos: ambulancias, tanques de guerra, volquetas, camiones. Esas capacitaciones las asume el Estado y, por eso, los muchachos ven en el ejército una oportunidad para crecer y para progresar en la vida”.

Además, comenta que tiene conversación directa con algunos de los jóvenes que están en las filas y que entre estos aún no se registra fallecidos, pero que llevan horas, días sin descansar porque deben estar alerta al peligro. En una corta conversación por notas de voz el rabino le recomienda que se cuiden y que tengan fe en su destino, porque están en manos de Dios.

“Mi sensación actual es una sensación de impotencia, una sensación de miedo, de pérdida, de temor constante de que les pueda suceder algo malo. Ellos son como hijos míos. Se fueron a Israel en busca de un futuro mejor y se encontraron con esto”, comentó ante el diario.

Aunque el hombre afirmó que no todos estos jóvenes tienen el sueño de asentarse en Israel, algunos se trasladan por temporadas y regresan a su territorio natal -Antioquia-. El rabino puso como ejemplo de este panorama su propio hijo de 15 años que no tiene el plan de migrar y le interesa quedarse en el país.

Colombia colabora con la MFO con la presencia de uniformados del Batallón Colombia No.3 que, en febrero de 2023, según el Ministerio de Justicia, era de 275 personas. Para esa fecha, la directora general de esta organización visitó Colombia para llevar a cabo una reunión con la viceministra de Asuntos Multilaterales de la Cancillería, Laura Gil.

De acuerdo con el Ministerio de Justicia, la tarea de los militares colombianos en el Sinaí es apoyar y coordinar las tareas de estabilidad en la región; además, representar el fortalecimiento de las Fuerzas Militares colombianas en procedimientos y operaciones de paz.

Sumado a ello, la misión es verificar el cumplimiento de los tratados de paz entre Egipto e Israel que fueron firmados en 1978. Esto incluye la protección y custodia del territorio por el que estas naciones se enfrentaron durante más de 30 años.

A pesar de estar fuera de territorio israelí, por lo que no hacen parte de un espacio en que el que se llevan a cabo acciones ofensivas, de acuerdo con la FM, las tropas colombianas se mantienen alerta.

En el batallón existe comunicación constante con las dependencias de las Fuerzas Militares en Colombia y hasta el momento no han reportado ningún tipo de novedad; en Medio Oriente se encuentra el personal que hizo parte de la rotación de efectivos que se realiza cada seis meses en la península de Sinaí.