Los rumores de un apagón en Colombia en las próximas semanas prendieron las alarmas incluso de la Procuraduría General de la Nación, los congresistas, gremios del sector y los ciudadanos en general. Sin embargo, expertos en el sistema energético sostienen que no es una posibilidad cercana que el país se quede sin ‘luz’.
Los augurios de un apagón en Colombia vienen desde las críticas a la política energética que ha planteado el presidente Gustavo Petro, así como los cambios en materia tarifaria que se han propuesto para impedir un aumento sustancial del precio que pagan los consumidores.
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A esa situación se suma que las comercializadoras de energía a nivel nacional aseguran estar en déficit financiero por una deuda que han arrastrado tras el congelamiento de la tarifa en pandemia; así como la llegada del fenómeno de El Niño con pronóstico de altas temperaturas y pocas lluvias.
Sin embargo, para los expertos del sector energético y el ministro de Minas, Andrés Camacho, hasta el momento no se puede dar por cierto que el país vaya a sufrir un desabastecimiento de energía eléctrica en los próximos meses o incluso semanas como advirtió la procuradora Margarita Cabello.
El ministro ha emprendido varias medidas, como un crédito de un billón con Findeter, destinado a dar liquidez a las empresas comercializadoras para que puedan solventar el aumento de precios de la tarifa, mientras se estudian otras medidas para pagar la deuda acumulada.
Camacho señaló, durante la presentación del plan de contingencia ante el fenómeno de El Niño, que ya se hará una constante supervisión del sistema energético nacional para garantizar la prestación del servicio y que, por lo pronto y con base en los pronósticos del Ideam, hay suficiente capacidad para mantener el suministro nacional.
Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo de Energía de Bogotá, aseguró que el país cuenta con la capacidad energética para evitar un apagón, pero el sistema requiere vigilancia debido a diferentes condiciones que pueden afectar el funcionamiento.
“No habrá apagón, Colombia tiene suficiente energía para atender la demanda, pero el balance de energía está muy estrecho. Si se llega a dañar una térmica o una hidroeléctrica importante, entonces sí habría escasez de energía”, afirmó Ortega a El Tiempo.
La mayor parte de la energía en Colombia se obtiene por parte de las hidroeléctricas, que además la generan a precios más bajos. Estas funcionan a partir del agua de los embalses que, a mayores temperaturas y menos lluvias, reducen su nivel y por tanto la capacidad de producción de los vatios necesarios para el país.
Cuando esto ocurre, las termoeléctricas aportan el faltante. Estas funcionan a partir de gas, que según Ortega tiene pocas reservas, pero también lo pueden hacer con diésel o incluso carbón.
XM, el Sistema Interconectado Nacional y administrador del Mercado de energía mayorista de Colombia, señaló que para el 14 de octubre los embalses tenían un 72.5% de nivel útil y estaban recibiendo un 54% del agua que deberían recibir por el fenómeno de El Niño.
El reporte señaló que las termoeléctricas 87.3 GW.h; es decir, según Natalia Gutiérrez, presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica, representan alrededor de un 40% de la demanda energética nacional.
Así las cosas, el sistema energético mantiene un nivel bueno de vida útil de los embalses para afrontar la situación de sequía. Sin embargo, debe mantener la vigilancia para regular el sector y garantizar la normalidad del servicio.
Para Belizza Ruiz, exviceministra de Energía, no se puede decir que el apagón en el país es inminente o evidente, aunque se está en un nivel de riesgo alto, debido a que los indicadores a la fecha dan confianza de tener la capacidad para mantener el suministro.
“Si bien estamos en pleno fenómeno del niño y la situación es tensa, las plantas hidroeléctricas han estado conservando su nivel de embalse y eso nos damos cuenta por el nivel que está teniendo el kilovatio hora en la bolsa de energía. Más de 1000 pesos el kilovatio hora y eso quiere decir que están entrando las plantas termoeléctricas a ofrecer esa confiabilidad que el sistema eléctrico necesita”, señaló Ruiz a Minuto30.
El funcionamiento de las termoeléctricas permite que las hidroeléctricas conserven las reservas de agua suficientes para momentos de escasez, pero incrementan el valor de la energía. “Hay una situación problemática, pero no podemos definir que va a haber un apagón inminente cuando los embalses están en unos niveles aceptables o buenos por la conservación del recurso”, aseguró la exviceministra.