El 12 de octubre de 2023 falleció Luis Alfredo Garavito, uno de los criminales y depredadores de niños más temidos en la historia del país, un hombre que asesinó y abusó sexualmente a cerca de 200 menores.
La bestia, como también era conocido, se encontraba cumpliendo una condena de 40 años en la cárcel de Valledupar y padecía un agresivo cáncer que le provocó la pérdida de un ojo.
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Entrar en la mente de un criminal del tamaño de Garavito puede ser difícil, pues para muchas personas no hay manera de entender qué puede motivar el cometer semejantes vejámenes.
Sin embargo, una aproximación a su perfil psicólógico puede ayudar a comprender quién fue, su forma de actuar, sus reacciones, pensamientos, sentimientos, comportamientos, reflexiones, las motivaciones internas de sus actos, la manera en que enfrentó de alguna manera la vida y su personalidad.
La doctora Heydy Luz Chica Urzola, psiquiatra forense con más de 20 años de experiencia, mágister en neurociencias y biología del comportamiento, y en medicina del sueño, señala que desde el punto de vista psiquiátrico y psicopatológico, Luis Alfredo Garavito padecía de un trastorno antisocial de la personalidad, así lo describe la especialista:
“En general, las actuaciones de Luis Alfredo Garavito se inclinaban al desprecio y la desatención de los derechos, cuidados e integridad de las demás personas. Fácilmente las personas antisociales pueden pasar por encima de los demás”, dijo para Infobae Colombia.
Aunque aclaró que la mayoría de quienes padecen de trastorno antisocial de la personalidad no son criminales, existen condiciones asociadas a esta enfermedad mental que sí pueden llevar a que una persona adquiera una conducta delictiva.
“Aquellos que son sociópatas, es decir, que hagan daño a la sociedad en la cual viven y quienes encuentran algún tipo de satisfacción, generalmente de tipo sexual a partir de la perversión”.
Conforme con lo explicado por la doctora Chica Urzola, desde la psicología se puede determinar que Luis Alfredo Garavito era, además, un perverso. Y su perversión era la pedofilia.
Al día de hoy, muchos se siguen preguntando si Garavito era un verdadero psicópata. La experta definió esta condición como “el tener un trastorno de la personalidad que puede afectar a otras personas”. Y, aunque señala que quienes padecen de trastornos de la personalidad pueden llegar a ser psicópatas, solo aquellos que son antisociales, como Garavito, tienen alta probabilidad de ser sociópatas.
Por lo anterior, Garavito es descrito como un psicópata, sociópata y perverso.
¿Qué pasa por la mente de una persona que al causar dolor obtiene placer?
La psiquiatra explicó que los criminales, con una condición articulada de psicopatía, sociopatía y perversidad, tienden a humillar a sus víctimas, “sienten la necesidad de tener control, ejercer poder y causar terror en otros”.
En el caso de Luis Alfredo Garavito, “él consigue una satisfacción a partir de la vejación de los niños y adolescentes varones, quienes eran sus principales víctimas”.
En el momento en que cometía sus crímenes, la mente de Garavito estuvo enfocada en su necesidad de causar dolor y ejercer poder sobre sus víctimas, pues es lo que le genera placer sin importar el hecho de vulnerar los derechos de otras personas.
Se dice que Garavito tenía una rutina para cometer cada uno de sus crímenes. La bestia acostumbraba a tomar un sorbo de media botella de aguardiente, luego procedía a amarrar a su víctima en estado de indefensión y, ubicaba unas cuchillas entre sus dedos para rasgar al menor que accedía carnalmente.
La doctora Chica Urzola calificó a Luis Alfredo Garavito como un “depredador”. Esta condición explica, según la médica, por qué La bestia tenía una rutina para cada crimen.
Al considerar que existe una consecución de placer, explicó: “Una vez conseguida la satisfacción personal que buscaba con una víctima, de inmediato, buscaba a una siguiente”. Así, cuando se va de una víctima a otra, de manera consecutiva, se hace necesario para la mente criminal llevar a cabo unos pasos que determinen el éxito de su plan.
En ese sentido, la especialista afirmó que Garavito se aseguró; primero, de que existiera una víctima; ya después, que se lograra obtener el placer que buscaba de manera efectiva. Para ello, empezó a adquirir unos comportamientos ajustados a la efectividad del placer y el control, y al ver que esto le funcionó, lo replicó en cada crimen cometido.
“Esto es lo que se llama modus operandi que se va perfeccionando con el tiempo y va generando una rutina que lleva a la consecución efectiva de la víctima y del placer”.
Además, destacó que una rutina a la hora de cometer un crimen, consolida la denominada firma de autor y la necesidad del reconocimiento externo de los crímenes: “en la medida que las personas predadoras tienen un modus operandi y una serie de comportamientos que sellan su actuar, logran obtener reconocimiento de lo que hacen, de mostrar su obra”.
La violencia en la niñez y su influencia en la psicopatía del criminal
Luis Alfredo Garavito nació el 25 de enero de 1957 en Génova, Quindío. Se dice que fue víctima de maltrato físico, psicológico y abuso sexual. Sus padres fueron Rosa Delia Cubillos y Manuel Antonio Garavito, este último, al parecer, lo golpeaba a él y sus seis hermanos constantemente.
Para la psiquiatra forense Heydy Luz Chica Urzola, las experiencias negativas en niños y adolescentes pueden influir en los comportamientos en edades adultas y son moduladores de las conductas psicópatas.
“En edades tempranas se adquieren valores y habilidades sociales como la empatía, la comunicación y la comprensión, que después son difíciles de modificar, por ser esto un proceso de neurodesarrollo que termina alrededor de los 20-23 años”, afirmó.
Pero aclaró: “Estas experiencias negativas influyen, pero no son determinantes en la generación de conductas asociadas a la psicópata, el sadismo y/o el infanticidio, de lo contrario, todas las personas actuarían conforme a este patrón de conducta”.
Sin embargo, en el caso de Garavito, al haber sido una persona antisocial, “tenía más acervo fisiopatológico y anatómico de ser psicópata y desarrollar conductas criminales”.
En conclusión, un conjunto de factores en los que también influyeron las experiencias de vida de Luis Alfredo Garavito, llevaron a que La bestia desarrollara el perfil criminal que lo caracterizó, mediado por la falta de empatía, el oscuro placer por encima del dolor y la necesidad de reconocimiento ante una sociedad que, hasta el día de su muerte, lo consideró el asesino en serie y depredador de niños más temido de la histora.