Se reveló quién fue el que logró que Rigoberto Urán corriera en Europa

Uno de los ciclistas más importantes de Colombia en los últimos años y en toda la historia, es el ‘Toro de Urrao’, Rigoberto Urán, que en la actualidad es tendencia porque se está emitiendo la telenovela sobre su vida.

El pedalista antioqueño, que ha triunfado en varias competencias del World Tour y que lleva más de una década compitiendo al lado de los mejores ciclistas del mundo, como Chris Froome, Tadej Pogacar, entre otros, hoy es la inspiración para muchos niños, que esperan formar parte de alguna de las grandes escuadras.

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Uno de los sucesos que marcó su vida como pedalista fue cuando uno de sus mejores amigos, que corría para esa época en un equipo europeo, lo recomendó para que Urán llegara a la élite del ciclismo mundial.

Para el ‘Toro de Urrao’, su carrera como deportista ha sido una de las mayores bendiciones de su vida; sin embargo, todo comenzó con el nombre de un amigo puntual. Al inicio de su vida como ciclista, Rigo tuvo la oportunidad de coincidir con Marlon Pérez, recordado pedalista colombiano que en ese entonces era considerado una de las grandes promesas de este deporte.

El corredor nacido en el municipio de Támesis ubicado en el departamento de Antioquia, fue la pieza clave para que Rigo llegara en 2006 a una escuadra irlandesa, en donde empezó su carrera en el viejo continente.

Rigoberto Urán llegó a Europa luego de que su amigo Marlon Pérez lo recomendara en el equipo Tenax de Italia, que para aquella época tenía un uniforme que destacaba de los demás por su particular color verde fluorescente.

Esta escuadra pertenecía a la categoría continental y aunque competía en ese continente, lo hacía en carreras menores. Pero fue allí, que el “toro de Urrao”, pasó a demostrar todo su potencial como ciclista, sin necesidad de haber competido en una competencia importante en Colombia, pero sí en la selección Colombia de ciclismo, lo que le sirvió para empezar a dar batalla en las carreteras internacionales en las que empezaría a asistir.

En 2006, Rigoberto Urán, tenía 18 años, y se había destacado al ser múltiple campeón Nacional y Panamericano. También logró el título de la Vuelta del Porvenir.

El nacido en Támesis, Antioquia, nació en el año 1976 y lleva 31 años compitiendo en su bicicleta.

“Casi que toda mi vida he estado sobre una de ellas. Fui campeón mundial de ciclismo en pista en 1994, ciclista profesional por más de 20 años donde tuve la oportunidad de estar en los mejores equipos del mundo y participar en las grandes vueltas. He tenido la posibilidad de estar en tres Juegos Olímpicos y ahora hago parte del tándem paralímpico donde compito junto a Javier Serna”, le dijo a Señal Colombia.

Aunque desde niño siempre se inclinó por el fútbol, su nivel lo llevó a mirar hacia otros deportes, eligiendo el ciclismo.

“Jugué desde muy pequeño y siempre quise llegar al Atlético Nacional, sin embargo, no les diré mentiras, era muy malo para el fútbol, incluso un entrenador me dijo que me cambiara de deporte y así lo hice. Ahí pasé a la bicicleta, la verdad con esta disciplina me sentí muy contento desde el principio y hasta el día de hoy no la he dejado” indicó Marlon Pérez.

En 2006 Pérez, fue contratado por la escuadra Tenax de Italia, mientras que Rigoberto Urán también fue fichado por el mismo equipo por tres temporadas.

Ese año Marlon tenía 30 años y había corrido por dos años para el Colombia Selle Italia, en las que tuvo destacadas apariciones en el Giro de Italia, El Tour de Lankawi, la Vuelta a Colombia y la Vuelta al Táchira.

En la actualidad el antioqueño continúa ligado al deporte de las bielas pero en el ciclismo paralímpico. “La verdad es que yo no lo cambié, yo me lo encontré en el camino. Cuando estaba corriendo los últimos años de mi carrera deportiva alguien me presentó a Javier Serna, ahí me contaron que podía ser guía de una bicicleta tándem y así fue que empezó la historia”, relató Pérez.

Y agregó que: ”Un día entrenando por la Ceja, Antioquia, me encontré con Javier y su guía, ahí me presenté y le dije que si algún día necesitaba un guía yo le podía servir y así fue como el destino nos juntó y nos cruzó un año después empezar esa aventura en el tándem”.