Grupos terroristas colombianos tienen escuelas de entrenamiento para guardias campesinas, asegura inteligencia del Ejército

Los esfuerzos del Gobierno por avanzar con la Paz total se pueden truncar por el fortalecimiento de las actividades de grupos disidentes

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Inteligencia detalló los esfuerzos de los grupos criminales - crédito Fundación Paz y Reconciliación
Inteligencia detalló los esfuerzos de los grupos criminales - crédito Fundación Paz y Reconciliación

Una informe de investigación de inteligencia publicado por el canal radial Blu Radio, revela el fortalecimiento que han tenido los grupos armados disidentes de tres de las grandes guerrillas que han azotado al país: el ELN, el clan del Golfo y las Farc.

En este documento se revela que, pese a los esfuerzos que ha hecho el Gobierno Nacional para lograr la paz con estos grupos armados, las intenciones criminales de estos grupos disidentes pueden seguir en pie.

Esto se obtiene de la información que el documento expresa. Según este, existen en total “137 estructuras en todo el país, hacen presencia en 20 departamentos y sus intereses no cesan en seguirse expandiendo por todo el país para más áreas que faciliten sus negociaciones con economías ilícitas como el narcotráfico,” como indica el reporte de Blu sobre el documento del Ejército,

Y es que de acuerdo con el informe existe un plan criminal de parte de las disidencias del ELN, también llamado “Comarca afro-pacífico”, cuyo objetivo fortalecer sus economías ilícitas por medio de corredores en la costa del Pacífico de Ecuador (específicamente la costa de Salinas) y Colombia hasta llegar a Panamá. Este punto es clave, pues las costas pacíficas han sido un punto clave para la comercialización internacional de sustancias ilícitas por cuerpos del narcotráfico.

Esto se hace por parte de los grupos armados ilegales de forma simultánea al proceso de paz que sostiene el Gobierno con estas bandas criminales.

A su vez, en medio de las intenciones de este corredor para sacar provecho del narcotráfico, según el informe de inteligencia, el ELN también busca marcar mucho más su presencia por medio de la constitución de una estructura territorial en el frente de guerra Occidental, bajo la excusa de “expandir su presencia en el Valle del Cauca y Risaralda”, según detalla el reporte del medio de comunicación radial. Esto supone un riesgo para estos departamentos, pues nada más en el Valle del Cauca, las disidencias de las FARC, ya tienen una marcada presencia que ha resultado en atentados en los que la población civil ha salido afectada durante los últimos meses del 2023.

No obstante, las pretensiones de esta guerrilla también buscan “reactivar el frente de guerra Central, y la creación de los frentes de guerra Sur y Suroriental” a lo largo de la región, al mismo tiempo que buscan establecer mejores conexiones con otras zonas.

Por su parte, otro factor de preocupación es la presencia de las disidencias de las FARC, que de acuerdo con el informe de Blu, están avanzando en fortalecer su influencia criminal en el departamento de Cundinamarca. Allí se menciona que el Ejército ha logrado tener la certeza de las intenciones de “tener un control criminal en el departamento” por parte de las 47 estructuras disidentes de esta guerrilla que se han desplegado en 13 departamentos.

A propósito, desde el 2022 la Defensoría del Pueblo ha estado advirtiendo la creciente presencia de las disidencias de las FARC en el departamento, especialmente la zona de Sumapaz, la cual tiene una relevancia estratégica al unir los departamentos del Meta y Cundinamarca, ya que según la Comisión de la Verdad, este territorio es “fundamental para el poder ya que es la puerta de entrada a Bogotá”.

Es, sin embargo, la creación de escuelas de entrenamiento para civiles rurales lo que más preocupa dentro de los datos revelados por el informe que publicó Blu. Las disidencias estarían creando centros de entrenamiento para consolidar y vigorizar grupos de guardia campesina. “Durante este año, esa relación (disidencias y población civil) ha generado bastante polémica, pues a mediados de abril de este año, se conoció que personas vestidas con chalecos y sombreros que los identificaban como un grupo de Guardia Campesina, asistieron a un evento de las disidencias de las FARC”, como se lee en el reporte del portal radial.

Es la relación entre estos grupos criminales y la población civil la que podría estar bajo la lupa de las autoridades y el Gobierno Nacional en aras del buen cumplimiento de las negociaciones que se adelantan con estas disidencias.

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