El 6 de octubre, el fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Valledupar, Alberto Ramírez Parra, emitió una orden de captura a la ex primera dama del departamento de Cesar Cielo Gnecco por el secuestro agravado y homicidio de Jairo Alberto Hernández Hinojosa y Carlos Mendoza Guerra. Cinco días después la Fiscalía General de la Nación y las autoridades siguen buscando a la cacica política, pues no han podido capturarla.
Según fuentes cercanas al proceso consultadas por W Radio, Gnecco habría salido del país luego de enterarse de que se había emitido la orden de captura en su contra. Personas próximas a Doña Cielo, como se le conoce en Cesar, aseguraron que la ex primera dama demostrará su inocencia y ahí sí aparecerá en público. Una fuente judicial le dijo a El Tiempo: “Se hizo un allanamiento a su casa y a su oficina, pero la señora Cielo no se encontraba”.
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Por más de que la orden de captura haya sido emitida el 6 de octubre, Gnecco fue vista por las calles de Valledupar participando en actos de campaña de la candidata la Gobernación de Cesar Elvia Sanjuan, a la que el clan le habría dado su bendición. Esta candidatura tiene el aval del Partido de la U, Liberal, Conservador y Cambio Radical.
El fiscal Ramírez Parra también ordenó, entre las pruebas, obtener declaraciones juradas del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso y de otros testigos que permitan esclarecer el rol de Cielo Gnecco con los hechos. Esto según Sigue la W de W Radio.
Esta es la razón por la que emitieron orden de captura a Cielo Gnecco
La Fiscalía tercera ante el Tribunal Superior de Valledupar dictó la orden de captura en contra de la ex primera dama de Cesar a raíz de las declaraciones que entregó a la justicia Julio Manuel Argumedo, alias Gabino, exintegrante de la subestructura Mártires del Cacique Upar, del Bloque Norte de las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia, que la señaló de ser coautora del asesinato de dos contratistas de la Gobernación que se habrían negado a pagar un soborno de $2.500 millones a cambio de ser beneficiados con la adjudicación de un contrato.
El asesinato de los dos contratistas, Jairo Alberto Hernández Hinojosa y Carlos Mendoza Guerra, ocurrió el 8 de noviembre de 2002 luego de que David Hernández Rojas, alias 39, los extorsionara y secuestrara para que le pagaran el soborno a Gnecco. Así se lee en el documento de la Fiscalía:
“La privación ilegal de la libertad tenia por fin, obligar a los plagiados a devolver a Cielo María Gnecco, la suma de $2.500 millones, que habrían obtenido, al parecer, de su actividad con el ente departamental y de la cual, debían entregar parte a aquella”, en el documento también se lee: “Cielo María Gnecco Cerchiario y Javier Gámez, según el denunciante Julio Manuel Argumedo García, pidieron a David Hernández Rojas, alias 39, que los asesinara, sugerencia que fue atendida positivamente por este, el 8 de noviembre de 2002, a través de miembros vinculados al grupo criminal”
Este proceso no es nuevo y esta no ha sido la única actuación de las autoridades, el 30 de enero la Fiscalía quinta especializada precluyó la investigación en contra lde Gnecco, decisión que fue apelada por el procurador Martín Botero, que redundó en la orden de captura emitida el 6 de octubre.
El 11 de octubre la Fiscalía acusó formalmente a su hijo, el exgobernador del Cesar Luis Monsalvo Gnecco por de los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación: “Los elementos de prueba dan cuenta de que, mientras ejerció como mandatario departamental en el periodo 2012 – 2015, habría orientado un proceso contractual para beneficiar a un consorcio específico y omitido el deber de supervisar todas las fases de contratación como lo exige la ley. En su lugar delegó a otro funcionario”, se lee en el documento de la Fiscalía.