La instalación de la mesa de conversaciones entre el Gobierno nacional y el Estado Mayor Central de las Farc tuvo varios choques. Uno de ellos, por parte de asistentes que interpelaron al alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, con no dejarlo salir del coliseo hasta que no firmara un acuerdo respecto a las confrontaciones.
Pese a que se había citado el evento con el anuncio de la firma del cese al fuego bilateral entre las fuerzas militares y las unidades del EMC Farc, no había certeza del inicio de la tregua. Así mismo, las partes se abstuvieron de pronunciarse al respecto, mientras adelantaban reuniones privadas.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Google News.
Una vez se sentaron a la mesa y se dio inicio a los actos públicos de instalación, se le dio la palabra a las comunidades. Acudieron más de 8.000 personas, varias de ellas de organizaciones sociales que viven en los territorios afectados por el conflicto con esa organización armada.
Representantes de las asociaciones expresaron en sus intervenciones la preocupación porque no se cumpliera el anuncio de cese al fuego. Uno de ellos señaló que hasta que no se firmara el cese al fuego, la delegación del Gobierno no podía abandonar el espacio.
Luego, el mismo representante interpeló al Comisionado de Paz detrás del escenario y le reiteró el requerimiento. “De aquí no puede salir Danilo hasta que no firme”, le gritó el hombre, como quedó registrado en varios videos.
Los retrasos en el itinerario, pese a que ambas delegaciones ya se encontraban en el lugar, y las tensiones, hicieron pensar que el evento se podría cancelar. Sin embargo, se dio inicio a los actos protocolarios que confirmaron que los acuerdos no estaban en firme: se aplazó una semana el inicio del cese al fuego y la instalación formal de la mesa de diálogos para el 16 de octubre.
Debido a los videos que circularon, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz aclaró que el cese de operaciones ofensivas que se acordó en Tibú, no fue producto de la presión que se ejerció sobre la delegación del Gobierno nacional.
“En relación a los rumores, las tergiversaciones, las especulaciones y los malentendidos, frente al acto convocado en Tibú, Norte de Santander, en el día de ayer, precisamos de manera enfática: las decisiones del Señor Presidente de la República, Gustavo Petro, comunicadas en el evento, fueron adoptadas previamente en relación con este proceso de paz, incluso antes del ingreso del Alto Comisionado para la Paz al recinto”, señaló la OACP.
La oficina confirmó que sí hubo conversaciones horas antes de la instalación con el fin de ultimar detalles, netamente formales, pero las decisiones de fondo ya habían sido tomadas por el presidente Petro.
“No hubo insultos ni amenazas de muerte ni acciones que pusieran en riesgo la vida e integridad del Alto Comisionado para la Paz. Reiteramos que la decisión del Señor Presidente ya había sido tomada y en el acto público el Comisionado comunicó la decisión”, señaló la dependencia que dirige Rueda.
El alto comisionado señaló que antes del evento conversó con varias personas asistentes sobre sus preocupaciones, quejas y peticiones; así como lo habrían hecho otras cuatro personas de su despacho.
Reiteraron que el evento tenía un carácter democrático, por lo que se produjeron intervenciones que cuestionaron al Gobierno nacional, pese a que estas no fueron transmitidas por la televisión pública, pero con el espacio en la tarima para pronunciarlas.
“Abordamos y tramitamos con la mayor responsabilidad las reclamaciones justas de líderes y lideresas que padecen el conflicto armado y de personas afectadas por Estado Mayor Central de las FARC EP, sin exclusión”, agregó la OACP.