En las últimas horas se reportó el asesinato de Bernardo Ángel Campo, alias ‘Berny’, en la ciudad de Pereira. Según información preliminar, hombres armados interceptaron al exjefe de la banda delincuencial La Cordillera, cuando salía de una misa en compañía de su esposa y el esquema de seguridad que lo protegía.
Las imágenes que circulan en redes sociales muestran los momentos posteriores a la balacera que alertó a la comunidad, al tiempo que se ve a la mujer intentando resguardarse de los delincuentes. Ángel Campo fue uno de los fundadores de la banda delincuencial que hoy tiene fuerte presencia en la zona cafetera y Antioquia.
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Este hombre sería miembro de una prestante familia de la capital risaraldense y, según se ha conocido, a su nombre estarían registrados varios establecimientos comerciales, que lo habían convertido en uno de los empresarios minoritarios más reconocidos de Pereira. De hecho, su reconocimiento en la ciudad pudo ser el punto de partido de la relación que estableció con el paramilitar Carlos Mario Jiménez, alias “Macaco”.
En el prontuario de Berny, según las autoridades, aparece que mientras fue líder de La Cordillera desde 2004, estuvo encargado de coordinar la fabricación y distribución de estupefacientes en el departamento e incluso llegó a mantener alianzas con estructuras delincuenciales extranjeras para exportar los ilícitos.
El poder de la banda, mientras estuvo a su cargo, creció de forma tan rápida que pronto empezó a hacerse cargo del narcotráfico en los departamentos de Caldas, Quindío, Antioquia y Valle del Cauca. “Alias “Berny” comandaba la banda criminal “Cordillera” de influencia regional con trascendencia transnacional, y quien para evitar confrontaciones con el clan Úsuga se abstuvo de llegar a zonas como las Costas Atlántica y Pacífica”, señala un informe de la Fiscalía en 2015.
Bernando Ángel se enteró ese mismo año ante las autoridades, con el fin de llegar a un acuerdo con el ente acusador, que le permitió conservar varias de sus propiedades y librarse de una condena inicial de 13 años de prisión por los delitos de concierto para delinquir, homicidio, lavado de activos y testaferrato.
Según concuerdan las autoridades, Berny prefirió someterse a la justicia en abril de 2015, después de un contundente golpe de las autoridades que dio con la captura de 24 personas vinculadas a él y que se conociera que tenían pistas contundentes para dar con su paradero.
De hecho, días antes de su entrega voluntaria, el entonces director de la Dijín, el general Jorge Enrique Rodríguez Peralta, había informado que varios de los capturados estaban contratistas de la Alcaldía de Pereira, quienes tendrían como misión darle apariencia de legalidad a los inmuebles adquiridos por el capo con dineros del narcotráfico y de una serie de extorsiones que adelantaban contra los comerciantes de la ciudad.
Temas relacionados con el actuar delictivo de esa banda serían los móviles para que acabaran con su vida en la mañana de este 8 de octubre. Según se conoció, una vez Berny cumplió su condena en un centro penitenciario en Valle del Cauca, retornó a Pereira para continuar con sus labores como comerciantes, aunque siempre se le vio fuertemente escoltado y con camionetas blindadas para evitar cualquier ataque.
Sin embargo, los sicarios habrían estudiado los movimientos de Ángel Campo y sabían la hora en la que el comerciante y exjefe delincuencial saldría de un servicio religioso. Justo en ese instante fue que se vivió una balacera que dejó como saldo el asesinato de Berny y su escolta, que quedaron tendidos en el piso, mientras que los atacantes alcanzaron a ser remitidos a un centro asistencial donde fallecieron horas más tarde.
De momento, las autoridades se encuentran recolectando las versiones de los testigos del hecho, al tiempo que intentan identificar a los responsables de la balacera que acabó con la tranquilidad del barrio Maraya de Pereira.