La bicicleta se posiciona como el futuro de la movilidad en Bogotá: expertos analizan el presente de la ciudad

Durante la celebración de la XVI Semana de la Bicicleta, Infobae Colombia dialogó con especialistas en seguridad vial y en estrategias de movilidad sostenible para analizar el panorama de la capital con el impulso de la bicicleta, la seguridad y su infraestructura

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La administración de Claudia López le apostó a impulsar el uso de la bicicleta como un uso alternativo y sostenible de la ciudad - crédito Secretaría de Movilidad
La administración de Claudia López le apostó a impulsar el uso de la bicicleta como un uso alternativo y sostenible de la ciudad - crédito Secretaría de Movilidad

Del viernes 22 de septiembre al domingo 1 de octubre, Bogotá celebró la XVI Semana de la Bicicleta con más de 80 actividades en torno a una de las alternativas de movilidad más sostenibles que circula en la ciudad.

La Secretaría de Movilidad destacó que a lo largo de la jornada cientos de ciclistas participaron en las diferentes actividades programadas, así como de invitados expertos en estrategias de movilidad sostenible y seguridad.

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“Esta es la primera vez que la Semana de la Bicicleta tuvo una agenda tan nutrida, fueron más de 80 actividades, algo nunca antes visto. Casi que todas las localidades de la ciudad tuvieron al menos una actividad relacionada con este gran evento que ya hace parte de la memoria de todos los ciclistas de la ciudad y más aún cuando logramos que la bicicleta fuera reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de Bogotá”, declaró la secretaria de Movilidad, Deyanira Ávila.

No obstante, Infobae Colombia no fue ajena a la celebración y sostuvo un diálogo con dos referentes en estrategias e impulso del uso de la bicicleta en Bogotá; David Pérez Barbosa, asesor en movilidad y seguridad vial para WRI Colombia; y Giovanny Zayas, gerente del Programa Global Designing Cites Initiative.

¿La bicicleta el medio sostenible del futuro?

Cabe destacar que la administración de Claudia López adelanta acciones y actividades para potenciar a Bogotá como la capital del empleo de la bicicleta, como una alternativa sostenible con el medio ambiente. Una de estas se celebró el jueves 21 de septiembre de 2023, en la que la administración llevó a cabo una jornada más del día sin carro y sin moto, que registró una partición de usuarios en bicicleta de 1.116.000.

Además, la administración se ha asegurado de implementar infraestructura vial para ese actor, con el fin de garantizar la integridad y disminuir los casos de siniestralidad, puesto que los ciclistas son el tercer agente con más casos registrados en 2023. Dicho eso, la capital cuenta con más de 600 Kilómetros de ciclorrutas permanentes, según Instituto de Desarrollo Urbano (IDU).

Y aunque esas acciones viales buscan impulsar la utilización de la bicicleta como medio alternativo de transporte, aún hay áreas descuidadas que aquejan a esos usuarios, tal como la señalización y la seguridad.

Desde las redes sociales, usuarios de ese medio de transporte se han quejado por la falta o el mal estado de las señales de tránsito especiales para ciclistas. Por ende, Infobae Colombia le preguntó a David Pérez (D.P.) ¿qué trabajos debe ejecutar la Secretaría de Movilidad (tanto pedagógico como estructural) para garantizar que las señalizaciones sean entendidas y se acomoden a las necesidades de este actor vial?

“La señalización tiene varias aristas que hay que tocar; lo primero es que la señalización de tránsito viene reglamentada por el Ministerio de Transporte, entonces es algo que le compete al ministerio no a la alcaldía ni de la Secretaría de Movilidad”, aclaró Pérez

Pérez explicó que las señales de tránsito están hechas para que el mensaje sea entendido de la forma más simple, en otras palabras, el experto aseguró que en las dimensiones en cómo está diseñado el pictograma, permite que la comunicación o lo que se quiere decir pueda ser entendido sin complicaciones.

En cuanto a las señales para ciclistas, el experto aseguró que el manual contempla un conjunto de diez indicaciones específicas, que se encuentran ubicadas en los carriles o en las infraestructuras diseñadas para ese medio de transporte; sin embargo, Pérez sumó que esos actores viales deben acogerse a cualquier señal reglamentada de tránsito del territorio nacional.

“Entonces, ese es también otro de los de los aspectos, y lo que sí es necesario que Bogotá haga es tomar las medidas para garantizar el cumplimiento de las señales de tránsito. Entonces, ahí son varias cosas, uno las acciones que puede tomar la alcaldía es tener cualquier señalización de cualquier ciclorruta y de cualquier vía en óptimas condiciones, y lo segundo, es que tienen que existir medidas de infraestructura que respalden el cumplimiento de las normas de tránsito”.

Pérez aclaró que la ciudad no debe llenarse de señales porque podría generar mensajes confusos, y no van a ser cumplidas, pero sí debe generar acciones que respalden el mensaje y el cumplimiento de las normas, a través de una medida tipo pedagógica o estructural.

Aunque Pérez le apunta a una estrategia de potenciar el cumplimiento de las señales a través de una consolidación clara en pedagogía e infraestructura, queda faltando un punto: la corresponsabilidad que debe asumir todos los actores viales.

De acuerdo con datos oficiales de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el panorama de siniestralidad en Colombia y en Bogotá no es la mejor, tanto motociclistas, como peatones y ciclistas son las agentes que más casos de colisión y deceso registran mes a mes.

Ante dicho panorama, las autoridades han implementado y asignado una serie de consejos para proteger las vidas de los actores en las vías. En el caso de los ciclistas, los puntos son los siguientes:

  • Conservar como mínimo una distancia de 1,5 m con otros vehículos
  • Respetar las normas y las señales de tránsito
  • Hacer uso de la ciclo-infraestructura disponible en la ciudad
  • Transitar siempre por la derecha y por el mismo sentido de flujo de la vía
  • Usar luces rojas o blancas en un horario de 6:00 p. m. a 6:00 a. m.
  • Utilizar siempre elementos reflectivos
  • Emplear un casco
Los expertos en movilidad aseguran que la presencia de más ciclistas en las infraestructura diseñadas para ese actor vial, permite disminuir los casos de robos de ese medio - crédito Secretaría de Movilidad
Los expertos en movilidad aseguran que la presencia de más ciclistas en las infraestructura diseñadas para ese actor vial, permite disminuir los casos de robos de ese medio - crédito Secretaría de Movilidad

Infobae Colombia con consultó a Pérez, bajo su experiencia y recorrido: ¿qué otras medidas de seguridad implementaría tanto en el sector de la movilidad y para los mismos usuarios de ese medio de tranporte para garantizar su integridad en las vías?

D. P.: Todas esas medidas que menciona, por ejemplo, llevar casco, lleva el chaleco llevar luces, hacen parte de algo que se conoce como medidas de seguridad pasiva; es decir, no evitan que ocurra el choque, pero van a proteger un poco más al ciclista en caso de que un choque grave ocurra. Pero si es importante que se trabaje más en medidas de seguridad activa, es decir, cómo se diseña la infraestructura de las vías y el entorno para evitar que los choques graves ocurran y eso se complementa con la gestión de la velocidad en las vías.

Sobre la gestión de velocidad en la vías, el experto precisó que no en todas las mallas del país o de una ciudad puede haber carriles exclusivos para ciclistas, debido a la organización y la planificación de la infraestructura vial, por lo que el respeto y el cumplimiento de los límites de velocidad deben aplicarse y aún más cuando en un mismo tramo transitan bicicletas, motocicletas, carros y vehículos pasados. A su vez, la distancia es otra de las prácticas que debe cumplirse con rigurosidad para salvaguardar la vida e integridad de todos los actores.

“Y pues alternativamente medidas de control, entonces hay que ver que los usuarios que generan riesgo porque pueden circular a más velocidad, se adhieran a las normas de tránsito que hay que cumplir”.

¿Bogotá debe ampliar su red de ciclorrutas?

Actualmente, la capital cuenta con más de 608 kilómetros de ciclorrutas permanentes y cinco kilómetros de ciclorrutas temporales, sin embargo, son varios los puntos de la ciudad donde la red no cubre toda la demanda de quienes se transportan en bici, por lo que, deben incluirse en las vías donde circulan los automotores.

Pérez precisó que los ciclistas, como cualquier otro actor vial, toman las rutas más cortas para llegar a su punto de destino, por lo que la red de ciclorrutas debería garantizar dichos trayectos. Ahora bien, al no existir una ampliación completa de conectividad, las vías donde se incluyan a los ciclistas deben encontrarse en óptimas condiciones para garantizar los viajes seguros.

En el caso de la red de ciclorrutas que existen en la ciudad, Pérez señaló que una buena infraestructura, con dimensiones aptas para la demanda de usuarios, invita a que más personas se suban a ese medio de transporte. Por lo que, aparte de pensar en un extensión de la conectividad, lo primero que se debe analizar es el estado de las que ya existen.

“Hay que intervenir para modificar diseños en las vías. En algunos lugares la ciclorrutas son angostas, hay que hacerlas más anchas. Si uno va al occidente de Bogotá, en la avenida Ciudad de Cali por ejemplo, la ciclo infraestructura que existe ya se quedó pequeña para la cantidad de ciclistas que tú puedes ver en una vía o circulando en horas pico. Entonces, es decir, hay que seleccionar infraestructura más amplia, para poder atender la demanda de viajes”.

El especialista advirtió que dichas acciones de mantenimiento y expansión de la infraestructura deben ser labores a efectuarse tanto en corto, como en mediano y largo plazo, con base en los proyectos que se están adelantando en la ciudad y los que falta por efectuar. Por lo que en la planificación debería ser ya contada y estudiada la implementación de carriles para ciclistas.

¿Qué acciones debe gestionar la administración para garantizar la seguridad de los ciclistas en Bogotá?

D. P.: Hay algo que se llama el “principio de la demanda inducida”, y el principio de la demanda inducida dice en pocas palabras: “construye y vendrán”. Entonces, si construimos espacios públicos de calidad como parques, un parque que es bonito, pues atrae gente a hacer uso de los parques en el corto plazo. Lo mismo pasa con cualquier infraestructura y lo mismo pasa con la ciclorrutas. Entonces, al construir ciclorrutas que cumplan con los requisitos que habíamos hablado, que sean seguras, que sean cómodas, que sean directas, que sean atractivas, eso atrae nuevos viajes de ciclistas y el tener más presencia de ciclistas hace que los espacios sean más seguros.

Pérez señaló que la seguridad en los espacios diseñados para el tránsito de ciclistas es clave para que más mujeres tomen la decisión de movilizarse por ese medio de ese transporte. “Para poder ampliar la participación en la bicicleta de grupos vulnerables como mujeres y adultos mayores es necesario el diseño de infraestructura segura y desde el punto vista personal; que esté bien iluminada, que los espacios sean amplios y que haya usuarios visibles en todo momento”.

Además, agregó que las autoridades distritales deben gestionar medidas de control y presencial policial en los espacios públicos para garantizar la tranquilidad, de quienes se movilizan por ahí, sobre todo de aquellos grupos poblacionales que están más expuestos a ser víctimas de agresiones y de hurto.

En esta misma línea de seguridad, Giovanny Zayas, gerente del Programa Global Designing Cites Initiative, comentó que la acciones que se vienen adelantando no solo en Bogotá, sino en todas las capitales de América Latina donde se está proyectando el uso de la bicicleta como un medio sostenible y complementario, están registrando balances positivos para contrarrestar el problema de la inseguridad.

De acuerdo con las estrategias implementadas en la capital de Colombia, Zayas resaltó que en Bogotá se viene gestionado la identificación de rutas menos seguras, la implementación de mecanismos de reporte, de registro, y el mantenimiento de la infraestructura como de la iluminación para hacer de los recorridos más seguros.

“El hecho de incluir mayor seguridad en ciertas rutas, creo que son son pasos que ha ido desarrollando de Bogotá y que creo que son bastante interesantes”
Las autoridades distritales deben gestionar medidas de control y presencial policial en los espacios públicos para garantizar la tranquilidad - crédito Secretaría de Seguridad
Las autoridades distritales deben gestionar medidas de control y presencial policial en los espacios públicos para garantizar la tranquilidad - crédito Secretaría de Seguridad

Zayas igualmente subrayó la importancia que puede tener una infraestructura de calidad para biciusuarios en cuanto a un aspecto de seguridad, puesto que, y como lo mencionó su homónimo, el garantizar espacios de calidad atrae a más ciclistas, permite conformar redes de corresponsabilidad e invita a que las autoridades tomen un papel relevante de control es esas zonas de tránsito de la ciudad.

“Si hay más números de ciclistas podemos lograr mucha más vigilancia ciudadana. Las personas que se dedican al hurto y al atraco, se van a ver menos incentivadas a participar en este tipo de actividades, considerando el que haya más personas alrededor y entonces estas son acciones importantes a seguir consolidando: la red de ciclo rutas, la red de barrios vitales y todas las acciones que hagan de la bicicleta un medio de transporte más seguro eficiente y cómodo”, sumó Zayas.

¿Más severidad en las sanciones a los ciclistas?

Para Pérez, todos los actores viales en Bogotá cometen infracciones; sin embargo, las autoridades deben identificar con mayor rigurosidad las causales que más siniestralidades y muertes generan, en otras palabras, las acciones más peligrosas se deben reconocer y se tienen que controlar para evitar su ocurrencia en las vías o en las infraestructuras diseñadas para el tránsito.

“La gestión de la velocidad es una de las situaciones más comunes y uno de los mayores factores de riesgo en los que hay que trabajar para mejorar la seguridad de todos los usuarios en las vías, porque a mayor velocidad mayor riesgo de que ocurran atropellos y choques con consecuencias graves que son heridas, lesiones permanentes y la muerte de personas”.

En cuanto a la interrogante sobre las severidad de las sanciones, el experto aclaró que las medidas de control o de castigo deben ser en función al riesgo que genera a terceras personas. Con base en eso, Pérez expone que un descuido de un peatón difícilmente puede costar la vida alguien más, pero en cambio, un error por parte de un conductor sí puede ser potencialmente mortal para un tercero o para así mismo.

“Entonces, es mejor hablar de medidas de control para el cumplimiento de la ley que de sanciones, le estamos recordando a los conductores y a los ciudadanos de las vías que hay normas que se tienen que cumplir; y se tienen que cumplir por el bienestar común”.

Pérez señala que la manera más permisible para garantizar el cumplimiento de las normas es a través de controles y no de sanciones - cortesía: Ministerio de Tránsito.
Pérez señala que la manera más permisible para garantizar el cumplimiento de las normas es a través de controles y no de sanciones - cortesía: Ministerio de Tránsito.

Sobre el aspecto del control, Infobae Colombia le preguntó a Pérez qué importancia tendría una escuela de formación para ciclistas, con el fin de generar una pedagogía responsable y técnica sobre el uso correcto de la bicicleta, el respeto y la atención de las leyes de tránsito.

D.P.: La escuela de conducción para ciclistas siempre es una iniciativa muy favorable, pero no haría nada para reducir el problema de siniestralidad vial, es decir, de muertes en las vías. Entonces, enseñarle a los ciclistas a tener el manejo preventivo de la bicicleta es importante desde edad escolar, que los niños aprendan a usar la bicicleta de forma segura, que los adultos aprendamos a usar la bicicleta de forma segura para protegernos a nosotros mismos.

No obstante, el experto expresó que es más fundamental vincular la pedagogía del respeto de los actores más vulnerables en las escuelas de conducción. Puesto que, Pérez asegura que los conductores de vehículos pesados son quienes pueden causar daños a los ciclistas, peatones y demás usuarios de la vía.

“Esas medidas de control para los usuarios que generan mayor riesgo son las que van a tener mejores resultados en materia de seguridad vial, beneficiando a todos los demás. Y lo reitero como lo dije desde el principio, un error mío como peatón no le va a costar la vida a alguien más, pero un error voluntario o involuntario de un conductor de un vehículo o de un bus sí puede ocasionar daños a terceras personas y ocasionar la pérdida de la vida”.

Finalmente, los expertos declararon que señalar a todo un colectivo o red de actores de movilidad no es prudente, ya que, así como muchos respetan los normas de tránsito, son otros los que ocasionan acciones imprevistas o maniobras indebidas que pueden ocasionar siniestralidades. Por ende, la importancia de formación y corresponsabilidad en las vías en un trabajo que se debe desarrollar desde la institucionalidad como desde los espacios donde habitan y transitan las personas.

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