En una búsqueda por darle un significado a su vida, Christian Leandro Carmona Muñoz, técnico de sonido con estudios en España, decidió emprender una travesía que lo llevó a recorrer Colombia de sur a norte a pie.
Christian no solo es un experto en sonido, sino también un apasionado del deporte, la música, la fotografía y la escritura. Antes de emprender su viaje, se dedicaba a trabajar en eventos, grabaciones musicales y mezcla y masterización de música. Como complemento, estudió fotografía y de forma empírica videografía, ampliando así sus horizontes audiovisuales. Su viaje nació de la necesidad de darle sentido a la vida, combinando todas sus pasiones en un proyecto único.
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“Hasta el momento no ha habido persona que cruce el país de la forma en que lo estoy haciendo”, sostiene Christian, el ahora caminante.
Su objetivo en esta aventura es cruzar toda Colombia de sur a norte, comenzando en Pasto y terminando en la Sierra Nevada de Santa Marta. Esto implica atravesar nueve Parques Nacionales Naturales y explorar los páramos de cada uno de ellos. Hasta ahora, ha logrado cumplir con siete de estos objetivos.
Nuestra entrevista duró algunos días, pues en ningún momento perdió de vista su meta, todos los días temprano en la mañana salía a caminar y, por el evidente agotamiento físico, llega a donde puede a recuperar la energía y descansar.
Lo mejor de esta aventura, según relata Christian, es la oportunidad de experimentar algo nuevo cada día, escapando de la rutina diaria.
“Lo mejor es estar viendo y vivienda experiencias diferentes todos los días. Eso es lo que más me apasiona, me gusta mucho salirme de la monotonía diaria porque de alguna otra forma todos los días tienen su color, su sabor, su clima, su comida y sus personas diferentes”, afirma el
Sin embargo, también enfrenta desafíos, y uno de los más notables es la inseguridad. En medio de su travesía nómada tuvo un encuentro con un grupo del ELN cerca de Bolívar, en el Cauca, donde perdió su dron. A pesar de esta experiencia, destacó que fueron respetuosos y diplomáticos en todo momento.
“Yo sabía que me estaba metiendo en una zona roja. Lo tenía claro, pero había una vocecita que me decía, ‘Hermano, métase. Usted no le debe nada a nadie, usted no lleva cosas que puedan suponer un riesgo para algún grupo armado, no tiene antecedentes, no ha sido militar en Colombia, ni es policía, entonces hágale con confianza´”, relata Christian
Efectivamente, a eso de la una de la tarde de ese día, el cual no especificó, dos motocicletas lo interceptaron y lo interrogaron por una hora. Ni en las palabras de Christian, ni en su relato se siente molestia al hablar del tema, de hecho, parece ser que fue una conversación tranquila entre él y los miembros del ELN.
“Les expliqué un poquito por encima sobre la travesía y ellos me pidieron que los acompañara a un lado de la carretera, cerca de una finca. Ahí desarme toda la mochila, les mostré lo que tenía: mis documentos, la plata que llevaba y mis equipos. Me interrogaron y después de varios minutos me dijeron ‘Bueno, pues hermano nos dicen de comandancia, que puedes continuar, pero no por este camino’”. A continuación, Christian comenta que los miembros del ELN le dieron varias recomendaciones y hasta lo acercaron a Bolívar, informándole que tuviera más cuidado, pues había más grupos ilegales como disidencias de las FARC.
Antes de dejarlo seguir por su camino, le decomisaron su dron explicándole que la presencia de un caminante con ese dispositivo significaba un riesgo y que por tal motivo tenían que preservar su ubicación.
Para garantizar su seguridad, Christian se sumerge en la información local y consulta a lugareños para evaluar la seguridad de las rutas. Además, sigue de cerca las noticias en línea para estar al tanto de cualquier acontecimiento relevante en las áreas que planea visitar. En cuanto a la alimentación, está atento a la higiene de los lugares, donde come y se asegura de que los alimentos estén en buen estado.
“Es fácil intoxicarse. Lo primero es verificar las fechas de caducidad de lo que voy a ingerir, revisar la higiene de los productos y espacios donde como. Percibir bien el olor, sabor y el cómo se ven los alimentos y seguir las recomendaciones de las personas que viven en el sector”
Christian comenzó su travesía sin fondos, sin dinero, salvo algún apoyo familiar. Recurrió a tres empresas locales de Pereira para obtener apoyo financiero: Frisby, STEI y Pancracio. Presentó su proyecto a estas empresas, quienes compartieron su entusiasmo por la travesía única que estaba emprendiendo. Además del apoyo de sus patrocinadores, Christian ha recibido contribuciones de sus seguidores y ha generado ingresos a través de la venta de sobres de fotografías y contenido en redes sociales.
“Comencé con cero pesos y claro, era mucho el dinero que requería, habían equipos que necesitaba comprar y también tener algún colchón para por lo menos poderme sostener los primeros meses. Acudí a estas empresas pereiranas porque quería recibir el apoyo de empresas locales, de mi ciudad. Les presenté un PDF con todos mis gastos estimados, ruta y propósito. Estuvieron de acuerdo, emocionados”, afirmó
Christian enfoca su mente en disfrutar el presente y vivir el momento. Dedica tiempo a la creación de contenido para sus seguidores y piensa en cómo mejorar su propuesta. También se preocupa por la gestión financiera y planea su próxima aventura, manteniendo siempre un enfoque en el presente.
Aunque no reveló detalles específicos, está en preparación de una nueva travesía que promete ser más impactante que la actual. Mientras tanto, continúa trabajando en su proyecto: la caminata.
Entre su día a día pasa su recorrido escuchando música, oyendo pódcast, y manteniendo algunas lecturas sobre sobre filosofía, espiritualidad y misticismo, pero sobre todo contemplando el silencio de los paisajes y lugares a los que llega, atraviesa y deja atrás, dejando registro su aventura en sus redes sociales bajo el arroba @deguerreo.
“Dedico más mi tiempo a disfrutar del momento, disfrutar el instante en el que estoy, a observar el paisaje, respirar bonito y sentirme dentro de mi sueño”, finaliza Christian, el caminante.