‘Casa Dabaibe’, podría ser otro restaurante-bar ‘común y corriente’, que funciona en el municipio; sin embargo, su dueña, Nayrobiz Vargas, decidió unir sus dos pasiones para ayudar a aquellos que sufren en silencio por las calles de Dabeiba, en el departamento de Antioquia.
Dicho restaurante también es el hogar de más de 200 perros y gatos, que fueron dejados a su suerte por algún humano indolente que no vio otra opción que abandonarlos, o en el peor de los casos, algunos traviesos que se sueltan o salen de sus hogares sin un rumbo conocido, dejando a sus dueños con el dolor de no volverlos a encontrar.
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La iniciativa de recoger animalitos de la calle llevó a que ‘Casa Dabeibe’ sea reconocido entre los habitantes por el buen sabor de sus sopas típicas, pastas y carne asada y, claro está, por la fundación que también funciona en el lugar.
Pero un 26 de septiembre todo cambió, cuando un funcionario de la seccional de Salud de Dabeiba, llegó al establecimiento comercial, revisó el lugar y procedió a sellarlo, esto, según el relato de Nayrobiz Vargas a Red Zoocial de El Espectador, porque Vargas era “muy desjuiciada con los animales”
“Nunca pensé que el funcionario lo fuera a hacer. No tuve inconvenientes con nadie, hemos tenido tratos cordiales con las personas. No sé por qué él vino con tanto ego”, afirmó Vargas al medio citado
La dueña del establecimiento gastronómico y fundación social no se quedó cruzada de brazos y empezó una fuerte campaña desde sus redes sociales y las de amigos, clientes y fundaciones, que no dudaron en ‘darle la mano’.
“Quiero expresar mi profundo agradecimiento a todos ustedes por su valiosa contribución y apoyo en nuestra marcha pacífica en contra de la injusticia. Fue un día memorable en el que nos unimos como comunidad para alzar la voz (...) Gracias a la generosidad de todos ustedes y nuestros peluditos, pudimos hacer que este evento fuera posible. Su apoyo fue fundamental para llevar nuestro mensaje a un público más amplio y para crear un impacto positivo en nuestra sociedad”, escribió a través de las redes sociales de la fundación
Según Vargas, nunca había tenido problemas con funcionarios de la municipalidad; por el contrario, le hacían recomendaciones, para que el restaurante y la fundación operaran en armonía, tomando las precauciones necesarias, pero la renuncia de la anterior funcionaria provocó la llegada de una nueva persona al cargo, que puso el establecimiento en la mira de la institución.
“te voy a cerrar, porque eres muy desjuiciada con los animales y ‘guerra avisada no mata soldado’, así me dijo”, contó Vargas
La afectada agregó al medio citado: “Él siempre tuvo muchas ganas de cerrar el establecimiento porque ayudamos a muchos animales, porque es un negocio para todos y auxiliamos, recogemos y curamos a las mascotas. También hacemos viajes en carro y consultas virtuales para los animales, porque no hay veterinaria en todo el pueblo”.
El cierre del restaurante completaba los ocho días, lo que significaba grandes pérdidas para sus dueños y los animales bajo su responsabilidad, pues, el concentrado comenzaba a escasear.
“Todos saben que este es mi techo para alimentar los hogares de paso y los comederos del pueblo. Hoy estamos sin un grano de concentrado para alimentar los animales. Hoy hacemos un llamado al comercio, a los amigos, a aquellos que nos siguen en redes, a todos los que aman los animales, que tienen empatía por ellos. Les hacemos un llamado para que nos donen, nos regalen una bolsita de concentrado, que sé que entre todos podeos alimentar a más de 150 animales que hoy se están quedando sin comida”, fue la súplica de Vargas en sus redes sociales.
Luego de marchas, plantones y conversaciones para llegar a un acuerdo con la municipalidad, la dueña de ‘Casa Dabaibe’ volvió a abrir sus puertas el pasado 4 de octubre.
“Luego de ocho días de escribirle a la seccional de salud para que tuvieran misericordia, me dijeron que me iban a visitar. Yo estaba destrozada sin saber cómo seguir y luego de pedir que reconsiderarán la decisión, me abrieron a los dos días”, declaró Vargas
Nayrobiz Vargas contó al medio citado que el mismo funcionario que selló el lugar fue el encargado de abrir nuevamente las puertas del establecimiento, además calificó al lugar con puntaje de 89 sobre100:
“Llegó el mismo señor que cerró el negocio y al revisar me dio un puntaje de 89, cuando en un primer lugar a algo cerca de 40. Volvimos a abrir con los empleados, con bombas. Nos abrieron a las 10 y a las 12 ya estábamos sirviendo almuerzos (sic)”, afirmó.
Nayrobi, junto a la comunidad de Dabeiba, lograron que los clientes y visitantes vuelvan a degustar los mejores platos del restaurante, con la satisfacción de que su consumo en el lugar ayuda los ‘peluditos’ de cuatro patas más necesitados del municipio.