Un recurso de reposición que presentó el exsenador Arturo Char Chaljub para tumbar la decisión por medio de la cual se le impuso una medida de aseguramiento en medio de una investigación por compra de votos para las elecciones del 2018, fue negada por la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia.
En consecuencia a la determinación de la Corte, Char continuará privado de la libertad en un centro de reclusión, a la vez que la investigación en su contra sigue adelantándose por la presunta participación en delitos de concierto para delinquir agravado y corrupción al sufragante.
Estos delitos se evidenciaron en la posible participación de Char en un complejo sistema de compra de votos que se gestó en la sede de la Casa Blanca, en el Atlántico, para auspiciar las campañas de la fórmula de Aida Merlano y Lilibeth Llinás.
Según información publicada por Cambio, José Luis Barceló, expresidente de la Corte Suprema de Justicia y también defensa de Char, había hecho la solicitud de revocatoria de la medida de aseguramiento, que fue dictada a principios de septiembre. Esta medida incluía una orden de captura internacional debido a que Arturo Char se encontraba en Estados Unidos con su familia.
Debido a que el recurso de reposición que presentó la defensa de Char fue negado desde el Tribunal Supremo, cabe la posibilidad de que se presente un control de legalidad ante la Sala de Primera Instancia de la Corte por parte de la defensa del exsenador. Este control es un recurso de verificación que, según la ley colombiana, “es el medio jurídico previsto en la Constitución Política para examinar los actos administrativos de carácter general que se expiden al amparo de los estados de excepción, esto es, actos administrativos que desarrollan o reglamentan un decreto legislativo”.
Arturo Char se encuentra detenido desde el pasado 8 de septiembre en el pabellón de funcionarios públicos de la cárcel La Picota de Bogotá, debido a los indicios que tienen las autoridades por su presunta financiación del entramado de corrupción de compra de votos, en compañía de su hermano Álex Char, por el cual ha sido imputada Lilibeth Llinás y también condenada Aida Merlano, mientras que el empresario Julio Gerlein ha estado ad portas de ser imputado por la Fiscalía por su presunta participación en el caso.
Por su parte, Char, a través de su defensa y por medio de algunas declaraciones, ha dejado saber que se considera inocente. Un artículo de Cambio señala que, durante la investigación, una de las declaraciones del abogado del exsenador aseguró que este no tenía necesidad de incurrir en delitos como la compra de votos, porque confiaba en su casta política y en el reconocimiento social, lo cual sería suficiente para “garantizar su presencia en el Senado en el periodo 2018-2022″.
Por ahora, las autoridades, entre ellas la Corte Suprema de Justicia, siguen investigando no solo los hechos, sino los testimonios de las personas que estuvieron alrededor del caso. En varios de estos, especialmente las declaraciones brindadas por Aida Merlano, se ha podido constatar la presunta colaboración financiera tanto de Julio Gerlein como de la familia Char en el escándalo de corrupción.
En la orden de detención de Char se detalla este cruce de cooperación entre los Char, Merlano y Gerlein: “La Sala enfatiza que estos hechos periféricos y acreditados, y entre ellos, el romance que tuvieron Aida Merlano y el otrora Alcalde Alejandro Char, pero al mismo tiempo la relación sentimental de Merlano con Julio Gerlein, y el aporte de recursos financieros a las reseñadas campañas políticas por parte de este y de Faisal Jacobo Cure, megacontratistas de la alcaldía de Alejandro Char, confieren sustento y respaldo a los testimonios de Merlano Rebolledo, Rocha Salcedo y Palencia Borrero en este tópico, en el sentido de que la familia Char, encabezados por Arturo y Alejandro Char, operó como el principal grupo financiador de la campaña política que se enfocó en la compra de votos”, señaló el documento.