Por medio de una rueda de prensa, realizada el 4 de octubre, los voceros de la comunidad indígena misak se pronunciaron sobre la irrupción en las instalaciones de la revista Semana, junto con indígenas de comunidades nasa y pijao, en el marco de la jornada de manifestaciones en favor de las reformas del Gobierno, el pasado 27 de septiembre.
Las declaraciones se dieron a las 8 de la mañana, en la plazoleta del Rosario, considerada por la comunidad como ‘plazoleta misak’. Desde allí dieron sus razones para atentar contra el edificio Semana, y manifestaron que su propósito es “recuperar la verdad para recuperarlo todo”, según lo que dice el comunicado de la rueda de prensa.
La intervención de los voceros estuvo marcada por declaraciones como “somos la fuerza de la historia, incomodando el poder mediático, somos la verdad que no se deja comprar, manipular, asesinar”.
Allí mencionaron que “les hablamos de frente y sin miedo a los cómplices de la guerra (...) hemos entendido que lo políticamente correcto no siempre resuelve los problemas estructurales, cuando diarios nacionales incendian el país, deslegitiman nuestras luchas y manipulan la conciencia colectiva provocando odios y violencias contra los más vulnerables”.
De acuerdo con el discurso, la agresión contra Semana se dio en parte como resultado de una nota que se publicó el 28 se septiembre, en la que se afirmó que estas comunidades habrían “tumbado vallas para intentar llegar a la casa de Nariño”, como se lee en el titular de la nota.
No obstante, para los indígenas, esta nota se publicó sin “ningún tipo de investigación, con el fin político de utilizar nuestras acciones para atacar al Gobierno del compañero Gustavo Petro”, aseguró el colectivo.
Además, añadió que este artículo fue un componente que se sumó a “la multiplicidad de publicaciones que buscan atacar a un Gobierno alternativo que le hace frente a a las estructuras de poder. Como respuesta, decidimos protestar en sus instalaciones, exigiendo la verdad para nuestro movimiento”, enfatizó el vocero de la comunidad, mientras insistía en que este fue un “acto que respondía a un mandato político colectivo de recuperarlo todo”.
El comunicado leído fue una clara pronunciación en contra de políticas como la pasada Seguridad Democrática del expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien también fue fuertemente señalado en la rueda de prensa. Además, se manifestó que algunos medios han estado favoreciendo a los actores de la guerra que han atentado en contra de las comunidades indígenas, a la vez que manipulan a la sociedad, incluso, desde los tiempos de la conquista.
Es por esto que, según el comunicado, seguirán luchando en favor de la verdad. “Hemos decidido enfrentarnos ante todas las injusticias, provengan de donde sea”, declaró el vocero de los misak, quien también afirmó que en su comunidad “Ya no pueden engañarnos, ya no tenemos miedo. El país sabrá que los medios de comunicación manipulan y son cómplices de la guerra histórica contra los que luchamos”.
En su afrenta contra los medios, los misak mencionaron que la sociedad piensa que “los que tienen derecho a cuestionar son los que tienen el poder, el dinero y el monopolio de los medios de comunicación, que en muchos casos gozan de impunidad ante sus informaciones irresponsables y tendenciosas”. También se consideró que la libertad de prensa debe estar presente, pero que la voz que se oye es la que satisface los “intereses de sus dueños” y que, debido a esto, “su opinión vive en estado de censura permanente”, recalcó el vocero de la AISO.
Las demás intervenciones de los distintos voceros giraron en torno a temas como la conservación y el cuidado de la cultura misak, la reafirmación de su trascendencia histórica, sus tradiciones y la protección de sus territorios.