“El metro es elevado, no vamos a permitir el capricho del presidente Petro”: Diego Molano destapa los planes para Bogotá si es el próximo alcalde

Empieza la recta final para quedarse con el Palacio Liévano y Diego Molano sigue con el firme propósito de acabar con la delincuencia en Bogotá. Según indicó, durante su mandato buscaría que la capital del país tenga su propia Policía, cumpliría su promesa de la megacárcel para darle al sistema una mayor capacidad de procesamiento de delincuentes y, sobre todo, culminaría los proyectos que se ejecutan actualmente.

Para el candidato a la Alcaldía, no existirá espacios en su administración para los “caprichos” del jefe de Estado, con quien se ha enfrentado públicamente y ha criticado su labor de los últimos 14 meses de Gobierno. “El metro es elevado, ya está contratado y vamos a ejecutar esa obra, no vamos a permitir el capricho del presidente Petro que quiere soterrar una obra que le cuesta a la ciudad 15 billones de pesos y 10 años más de construcción”, contó Molano para Infobae Colombia.

El aspirante reveló cuál sería su estrategia para lidiar con la gestión vehicular de la ciudad, aunque dejó claro que la medida de pico y placa se levantaría en la capital del país. “Hoy es una medida de movilidad mediocre que está desde hace 30 años. Yo creo en la libertad, usted tendría derecho a moverse en carro, en bicicleta o en moto y si tiene un buen sistema de transporte público pues tomar la opción”.

¿Cuáles son las prioridades de la candidatura de Diego Molano si llega a la Alcaldía de Bogotá?

Nuestro programa de Gobierno se denomina ‘Reconstruyamos Bogotá’ y quiere reconstruir la confianza ante el caos que vive la ciudad. Tres ejes de acción principales: cómo reconstruimos la seguridad ante el miedo permanente; ante la situación de inseguridad rampante y ante el crecimiento de la violencia de la ciudad. Para eso tenemos cuatro propuestas para la violencia y control de la inseguridad en Bogotá. Primero un gran programa de prevención con jóvenes, especialmente en 60 barrios que están muy afectados por la violencia, es un programa de uso de tiempo libre para evitar que sean incorporados a esas bandas, de modo que puedan tener actividades deportivas, culturales y recreativas después de la jornada escolar y previniendo consumo de alcohol y drogas que es la entrada al delito. Segundo la megacárcel. Antes que más pie de fuerza primero la megacárcel, porque hoy de 100 delincuentes que se capturan 83 quedan en la calle otra vez, burlándose de los ciudadanos, burlándose de la ciudad, de la mujer que lo denunció por acoso y, eso quiere decir que, hoy, los que mandan son los delincuentes y por eso una megacárcel de 3.000 cupos, que quedó estipulada en la ley de Seguridad Ciudadana cuando yo fui ministro y fue aprobada en el Congreso, que construirá y operará una empresa de vigilancia privada. De modo que los policías que hoy están en las estaciones de Policía atiborradas de delincuentes salgan a la calle a cuidar a los ciudadanos y a capturar delincuentes y no estén allá encargados de los policías para que se vuele como pasó en Teusaquillo.

¿Quiénes llegarían a la megacárcel que propone?

En esa cárcel tendrá prioridad, por supuesto, sindicados manejados por el Distrito, para los reincidentes y especialmente para los jefes de las bandas criminales que se capturen y, en este caso particular, también hemos dicho que a los venezolanos todo el apoyo, pero a los extranjeros que cometen actos criminales vamos a judicializarlos, que pagan su pena en Colombia y luego sí serán deportados.

Usted ha hablado de la creación de una Policía local y financiada por la Alcaldía, cómo funcionaría eso

Esa es justamente la tercera propuesta para acabar con la inseguridad en la Bogotá. Es un pie de fuerza de policía nuevo, pagado por el Distrito, que se conforme con miembros de nuestras reservas de soldados o policías y que tengan experiencia. Esta policía tendrá dos propósitos fundamentales: una autoridad nueva para que vaya dentro de los buses rojos y azules, algunos uniformados con cámaras de cuerpo y otros encubiertos, que estén a las entradas y las salidas con CAI móviles dentro de las estaciones y en los portales de Transmilenio, sobre todo para proteger a las mujeres del acoso que hoy está desbordado y el robo de celulares. Eso es vital.

Y aparte de las acciones de reacción contra la delincuencia, ¿Cómo desmantelarlas antes de que se fortalezcan?

Nuestra última propuesta en seguridad es un equipo especial de desmantelamiento de las 220 bandas criminales que hay en Bogotá, incluyendo el manejo de judicialización con inteligencia y con la Fiscalía. Les vamos a declarar la guerra a estructuras como el Tren de Aragua, ‘los Camilos’, el caso de ‘los Maracuchos’ y ‘los cibernéticos’. Por ejemplo, con esta última banda, vamos a atacar a todo aquel que robo un celular en Bogotá porque no puede ser posible que se roben 68.000 celulares al año y nada pase. Hoy es un delito que afecta a los bogotanos de estrato alto, bajo y medio; a los estudiantes, a los trabajadores y nadie dice nada. A mí lo que más me duele es que en Bogotá ya nos acostumbraron a meter en el chip la frase “ah, es que lo robaron–pero menos mal no lo mataron”, o sea, ¿hoy los bogotanos le tenemos que agradecer al ladrón por no matarnos? No, es que no nos deben robar ni matar en esta ciudad, no nos podemos acostumbrar, y con el caso del celular, se normalizó que le digan al ciudadano “ah, el precio es material, ese se recupera”, ¿Cuánto le cuesta un celular a un estudiante, a un trabajador? y ahora la gente que lo roben y vuelvan a comprar otro, eso no puede ser. Vamos a defender la ciudad.

En el caso de ‘los Cibernéticos’, ¿por qué han tomado tanta fuerza en Bogotá?

Es que hoy es una banda con un negocio internacional inmenso, porque no es solo el precio del celular, también cometen delitos cibernéticos, le roban el celular, lo dejan abierto, le extraen plata de las cuentas, extorsionan a la familia y, adicionalmente, piden créditos para comprar otro celular o créditos en el banco y después le sacan la plata. Esas son las organizaciones que vamos a desmantelar.

Dejando a un lado la seguridad, cómo trabajará por la movilidad de Bogotá en los próximos cuatro años.

Para eso tenemos tres prioridades: ¡obras, obras, obras!, terminar y ejecutar las obras de la ciudad. El próximo alcalde tiene 58 billones de pesos para ejecutar en obras. Por su puesto, la prioridad será el Metro de Bogotá, pero el metro es elevado, ya está contratado y vamos a ejecutar esa obra, no vamos a permitir el capricho del presidente Petro que quiere soterrar una obra que le cuesta a la ciudad 15 billones de pesos y 10 años más de construcción. Eso es una obra elevada que tiene que convertirse en un eje desarrollo, además vamos a ejecutar todo el plan de obras: el Transmilenio por la av. 68, por la Caracas al sur, en la avenida Ciudad de Cali. Además, la calle 13 que va a tener Transmilenio y seis carriles a lado y lado para que los bogotanos no se demoren seis horas en entrar y salir para ir a Girardot, para ir a La Mesa en un fin de semana, y mucho menos que las otras personas tengan que gastarse tres horas para entrar desde Funza, Mosquera y Madrid a Bogotá.

Vamos a terminar el Regiotram de Occidente, vamos a garantizar las entradas por la autopista norte, la carrera Séptima, la Aló Sur y además el Metrocable de San Cristóbal. Si nos dedicamos a ejecutar esas obras la ciudad va a cambiar, vamos a tener un sistema multimodal con una sola tarjeta, puede usted ir a cualquier parte de la ciudad y tendrá a máximo un kilómetro de distancia de su casa una estación de Sitp o de metro, y eso nos va a cambiar la vida todos, es menos tiempo, más calidad de vida, más conectividad para llegar a cualquier punto de la ciudad, el sistema va a ser más sostenible y descongestionado.

Qué va a pasar con el Corredor Verde, ¿va a continuar con la propuesta?

Lo único que no vamos a ejecutar y le hemos pedido a la alcaldesa (Claudia López) que no lo haga, es el Corredor Verde de la carrera Séptima en el cual estamos en desacuerdo.

Cuál es su plan para acabar con la congestión vehicular, ¿sigue el pico y placa en Bogotá?

El pico y placa lo eliminamos como está. Hoy es una medida de movilidad mediocre que está desde hace 30 años. Yo creo en la libertad, usted tendría derecho a moverse en carro, en bicicleta o en moto y si tiene un buen sistema de transporte público pues tomar la opción, pero aquí nos hacen una restricción porque no han hecho la ejecución de las obras. Las medidas de fondo en movilidad son la gerencia de la movilidad y las obras que permiten a la ciudad moverse, pero nos imponen una restricción que cambia las reglas de juego. Las ciudades más cogestionadas del mundo son las que tienen pico y placa, como Bogotá, en cambio las que tienen las obras y no aplican la medida les va mejor, entonces vamos a dedicarnos a ejecutarlas y manejar los flujos de la ciudad con tecnología, priorizando a través del uso de la tecnología.

Hoy hemos avanzamos en tecnología décadas y seguimos con el mismo pico y placa de hace 30 años, sin nada de uso de tecnología cuando ya existen webs, Inteligencia Artificial (IA), cuando existen satélites que pueden manejar y distribuir mejor el flujo carros de una ciudad.

Usted ha hablado de gerencia de vías, ¿cómo funcionaría esa iniciativa?

Es una gerencia que permite tener un gerente de vía en 30, en la calle 13, en la 26, en las Américas y en las vías principales que se congestionan para que cada cinco o seis kilómetros se tenga una estación donde se va a tener un dron, una grúa, motos para despejar la vía y tener centros de mando de control para que la vía fluya, para que tape los huecos. En general, un solo gerente responsable al que le pagamos para que la vía fluya bien, para que estén las calles pintadas, para que estén alineados los semáforos.

Hoy nadie controla una vía en total, sino cada uno está por diferentes partes y esa gerencia incluye también destrabar Bogotá, 28 puntos que hemos identificado en la ciudad que son los que más congestionan. Un ejemplo, la única vía expresa que tiene Bogotá es la NQS y en la calle 45 con 3º hay un cruce a la izquierda del Transmilenio. Es increíble que no lo hayamos resuelto hace rato y eso es pura gerencia en la movilidad.

Los bogotanos viven con la incertidumbre por el precio del transporte público en Bogotá. ¿En su sí habrá Transmilenio gratis?

Tenemos que lograr que el costo de transporte sea más accesible para los bogotanos. No les está alcanzando ni el subsidio de transporte para pagar todos los viajes que tienen que hacer en una semana, por eso nosotros hemos propuesto Transmilenio gratis el fin de semana. ¿Cómo funciona?, el Gobierno nacional le paga a los delincuentes por no matar, nosotros en cambio vamos a premiar a los que hacen lo correcto. Si usted toda la semana utiliza Transmilenio bien, como con los puntos en los supermercados, el fin de semana les descontamos el 100% el precio del pasaje, de modo que esa plática de los viajes del viernes por la noche y el fin de semana la pueda utilizar para comprar más mercado, más útiles escolares, ropa para los niños o para más diversión y disfrute de las actividades culturales en la ciudad.

Esa sí es una propuesta adecuada, no como la del presidente Petro que propuso un incremento en la cuota de la tarifa de energía y eso es mentira, lo hace en plena época electoral y lo que va a cobrar es un impuesto adicional en la tarifa de energía, eso le costaría a cada familia bogotana $1′200.000 al año.

Pero el presidente dijo que la tarifa será diferencial según el estrato socioeconómico, ¿le parece injusto?

Si usted tiene carro o moto ¿por qué tiene que pagar?, si usted camina ¿por qué tiene que pagarle a todo el mundo? Además, lo hace en la tarifa de energía que lo que hace es crear efectos inflacionarios, o sea que le van a subir los precios por el uso de energía, lo que haría que también incremente los precios en la producción de alimentos, de bebidas, la manufactura y, en general, todo va a subir.

Nunca lo gratis es bueno. Una sociedad tiene que saber que los subsidios tienen que ser condicionados, con corresponsabilidad o si no, eso no funciona en una sociedad. Yo particularmente lo que propongo es Transmilenio gratis el fin de semana, pero premiando a los que lo hacen bien, porque los subsidios son para los que más lo necesitan.

Ya que habla de subsidios, usted ha dicho que durante su administración va otorgar beneficios a una población de la ciudad.

Así como Petro le va a pagar $1′000.000 a los delincuentes por no matar, nosotros le vamos a pagar a 500.000 familias que tengan un joven en el hogar, para que para que se estudie o para que trabaje. Es un subsidio condicionado que incluiría un subsidio de transporte también para la familia, de $500,000 en total.

¿Le va a cambiar la cara a Bogotá?

Hoy Bogotá está sucia, fea, llena de basuras, toda pintada con mensajes agresivos. Esta es una ciudad que necesita ser preciosa, que genere un ambiente positivo en la ciudad y por eso lo que necesitamos es crear un buen ambiente y recuperar los parques, recuperar las fachadas, tener una ciudad organizada, con sus calles y esquinas limpias y eso se hace fácil y rápido.

¿Cómo mejorar las condiciones de empleabilidad en la ciudad?

La mejor calidad de vida, la mejor política social es un empleo por eso vamos a fomentarlo. El Gobierno nacional le subió impuestos a las empresas y a los independientes, nosotros les vamos a bajar impuestos a las empresas que inviertan en Bogotá, que expandan su negocio y generen empleo para los jóvenes de 18 a 26 o para los hombres o mujeres mayores de 46, y lo vamos a hacer en el occidente de Bogotá principalmente, porque llevamos casi 500 años mirando los cerros orientales y lo que yo visualizo para la ciudad es que para el 2038, cuando cumpla 500 años, concentremos el desarrollo con el río Bogotá, corazón de la sabana.

Es decir que va a incentivar la industria alrededor del río Bogotá…

Queremos convertir el río Bogotá en un referente de la ciudad, con un bosque espectacular de 20 kilómetros, y arriba de ese bosque vamos a localizar industria que creen por ejemplo plataformas de desarrollo de software o industrias que focalicen el desarrollo inmobiliario eléctrico, la producción de buses, carros, patinetas o elementos eléctricos o de la sostenibilidad ambiental: reciclaje o aprovechamiento. Tenemos industria y proyectos de vivienda también adecuados, con todos los equipamientos sociales, con jardines y con colegios. Queremos comenzar a concentrar un nuevo corazón de la sábana para los siguientes 500 años y eso le da dinamismo a la ciudad.

Pero más industria implica mayor personal capacitado, ¿cómo lo va a conseguir?

Para eso vamos a tener una universidad digital metropolitana. 500.000 jóvenes no tienen educación superior en Bogotá y si queremos llegar a que todos ellos accedan en esta década, es muy difícil hacerlo a partir del cemento y de ladrillo, entonces nosotros lo vamos a hacer con la universidad digital. Es una institución que daría primero inglés para que quienes quieran estudiar un segundo idioma puedan hacerlo y cualquier joven tendría esa oportunidad y también habría cursos cortos o largos.

Además, se convertiría en una universidad flexible porque puede estudiar desde la casa, porque en Bogotá ha caído la matrícula universitaria en los últimos tres años y la única que ha crecido es la matrícula digital. La educación digital es la que más está creciendo porque esa es la nueva realidad y por eso no apostamos por una universidad de ladrillo sino digital, además utilizando la capacidad excedentaria de infraestructura que ya tenemos.

A qué se refiere con la infraestructura que ya tiene la ciudad

Es que no tenemos que construir una universidad más, podemos coger 353 colegios que tiene el distrito y en la noche y los fines de semana lo combinamos con educación digital para que la gente estudie en su barrio, y pueda utilizar esa infraestructura que hoy no se está utilizando en las mañanas y en las noches y ponemos a la gente a estudiar en esa combinación mixta.

La alcaldesa Claudia López ha expresado que va a dejar la contratación del Corredor Verde antes de acabar su administración, ¿usted qué piensa hacer con ese proyecto?

Hay varias demandas y acciones populares en curso y vamos a ver qué resultado arrojan de aquí a diciembre. Le hemos pedido a la alcaldesa que por responsabilidad con la ciudad no continúe adelante con la licitación, porque el Corredor Verde es un esperpento urbanístico. Yo en eso he sido coherente, porque siendo concejal de Bogotá estuve en desacuerdo con el Transmilenio por la Séptima y esa propuesta era mejor que este corredor, porque mantenía la vía en los dos sentidos y ahora quitan el corredor para carros particulares en el borde occidental. La licitación salió sin los diseños de la carrera 11 entonces ¿qué vamos a hacer? O sea, va a colapsar el nororiente de la ciudad, especialmente en el tramo de la calle 94 a la calle 32.

Si usted queda elegido como alcalde, ¿cómo sería la relación con el presidente Gustavo Petro?

Voy a defender a los bogotanos de Petro, voy a defender a los bogotanos de Bolívar y voy a defender los bogotanos de los delincuentes. Gustavo Petro y Gustavo Bolívar son la mayor amenaza para Bogotá, y esta es una capital de la República que no puede estar sujeta a los caprichos del presidente Petro, miren lo que ha pasado en este semestre: han tratado de parar el metro; pararon el Regiotram de Occidente y están poniendo letrados a la Ptar de la ciudad; y ahora le van a pagar los delincuentes por no matar y van a liberar a 5.000 de ellos de las cárceles.

Uno en eso no se puede quedar callado, tiene que defender los intereses de los bogotanos. Tengo claro que la Constitución establece que debe haber una coordinación armónica entre el presidente y el alcalde y así será en defensa de los intereses de los bogotanos, pero siempre levantaremos la mano cuando eso afecte a la sociedad en general. Es que no puede ser que se estén pactando una mesa de paz total y pactando ceses bilaterales y el ELN esté anunciando entradas y extorsiones en Usme; las disidencias de las Farc anunciando que van a reinstalar el frente 53, o el clan del Golfo amenazando con que va a entrar a disputarse el negocio del narcotráfico con el Tren de Aragua. El alcalde tiene que defender a los bogotanos y eso es lo que vamos a hacer.

Qué fortalezas tiene usted que lo diferencia de los demás candidatos

Experiencia real. Yo no hablo y hecho carreta, yo tengo resultados reales en administración, no voy a llegar a improvisar. Muchos de los candidatos hablan de cifras de pobreza y yo en Acción Social procuré que 1.500.000 familias salieran de la pobreza extrema o de los problemas; otros hablan de educación y formalización y cuando estuve en el Icbf logramos que un millón cien mil niños llegaran a los mejores jardines de primera infancia y las madres comunitarias, 80.000 para ser más exactos, recibieron por primera vez un salario mínimo.

Otros hablan de generación de empleo yo dirigí una fundación que, a partir del emprendimiento, promovió empresarios que hoy son muy reconocidos en Colombia en temas de tecnología y del desarrollo sostenible. Hay candidatos que hablan de seguridad, que sacaron unas leyes de seguridad, pero yo capturé con los comandos de las Fuerzas Militares a Otoniel y lo extraditamos, y así también capturamos a más de 32 cabecillas de la guerrilla del ELN, al punto que tuvieron que huir a Venezuela a esconderse allá por la presión de nuestras Fuerzas Militares. Muchos hablan varios temas, pero no tienen la experiencia que tengo yo.

Qué le dice a los que temen por su posición política

Este es un proyecto político que es urbano, yo quiero representar una nueva derecha que sea popular, que entienda que lo urbano es el futuro del país y del planeta, entonces en esa medida hay que proveer soluciones adecuadas a una nueva clase media vulnerable emergente en las ciudades, esas son las propuestas que nosotros estamos presentando.

Qué pasó con la supuesta alianza de candidatos para ganarle a Gustavo Bolívar

Yo creo que uno tiene que unir principios, valores y visión de ciudad. Aquí uno no puede tener posiciones intermedias porque esta ciudad está bajo amenaza del Gobierno Petro, de Bolívar y de los de los delincuentes. Uno frente a eso no puede ser tibio, se debe tener posiciones claras y defender a los ciudadanos y por eso he planteado que cualquier unión que se haga tiene que ser entorno a ellos porque son una verdadera amenaza para la ciudad. Yo lo que he dicho es que la gran oportunidad que tiene Bogotá es la primera vuelta.

Cómo se ve para esta primera vuelta a la Alcaldía de Bogotá

Yo creo representar esa inmensa mayoría que protege la vida, que protege la familia, que quiere una vida en la se respete la libertad y que premie y valore el esfuerzo de la sociedad y no el de los delincuentes; que prime una vida con capacidad productiva, que le permitan a los jóvenes tener empleo real y sociedad que no esté llena de odio, porque no podemos seguir con este odio que se ha generado en la ciudad.

Cuáles serían las recomendaciones para los bogotanos antes de ir a las urnas

Que la gente evalúe las propuestas, la experiencia el conocimiento real de los candidatos. Esa es la gran oportunidad que tenemos en con la primera vuelta y qué mejor que los bogotanos tengan esa decisión. Lo que tenemos claro es que el que salga de esa primera vuelta, que espero ser yo, que se una para evitar que, si alguno de los candidatos de Petro pasa, no se quede con la ciudad.

Cómo manejaría usted la situación de los venezolanos en Bogotá

Lo primero es que Colombia y el Gobierno Petro debería en el establecimiento de sus relaciones con Venezuela debería hacer un llamado para que se respeten los derechos humanos y no siga la mayor migración que ha tenido este continente, lo tiene que condenar porque el problema no se origina en Colombia, el problema se origina en un régimen dictatorial que ha generado la mayor migración de población en los últimos 20 años en América Latina, casi después de Siria. Entonces, primero la responsabilidad, si quieren restablecer relaciones, exíjale al régimen de Maduro que haga elecciones y que no permitan que se dé esa movilización tan grande por las condiciones precarias de ese país, ese es el tema de fondo

Lo segundo. Claro que Colombia y Bogotá tiene que ser solidario con aquellos venezolanos que en algún momento nos dieron su mano y hoy están acá por el desplazamiento generado por la violencia, por la inseguridad, por la violencia y por la violación de derechos humanos del régimen de maduro. Hay que atenderlos y hay que apoyarlos. Hay un mecanismo transitorio de protección que les permite trabajar, y la atención que ha dado la ciudad es ejemplar entonces eso hay que seguirlo, pero lo que sí debemos tener claro es que como en cualquier parte del mundo, así como cuando un colombiano que viola la ley en Estados Unidos, en México, en Venezuela o en Europa paga pena allá por incumplir la ley y luego lo deportan, así lo vamos a hacer acá. Aquí no puede seguir el cuentico de algunos venezolanos criminales que creen que porque no los han identificado no tienen que cumplir la ley colombiana. No más, cumplen la ley colombiana, lo llevamos a la cárcel y luego los deportamos. Con los venezolanos que hacen todo lo correcto todo el apoyo y la solidaridad, pero mano firme con los que no cumplen las normas.