Cuernos, piercing, expansores y el 90% del cuerpo tatuado: hablamos con Carlos Deháquiz, el candidato al Concejo de Duitama que está generando conmoción

En entrevista para Infobae Colombia, el candidato reflexionó sobre sus luchas en la vida y en la política

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Juan Manuel Galán le dio
Juan Manuel Galán le dio su aval para presentarse por el Nuevo Liberalismo - crédito AFP / Getty Images

En el tarjetón de candidatos al Concejo de Duitama, con el número 3, del Nuevo Liberalismo, este año irá un candidato de apariencia ‘demoniaca’, pero luchas sociales.

Se trata de Carlos Deháquiz, tatuador de oficio y humanista de corazón, que intentará llevar sus luchas personales al plano de la política, para sentarle cara a la discriminación, el maltrato animal y el desarrollo urbano.

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“La lucha que daré en el Concejo, primordialmente, será por el turismo, los animales y los niños de escasos recursos. Esos tres temas son por los que voy a darme a la pelea, para sacar adelante los proyectos que llevo ejecutando desde hace años”, comentó en exclusiva para Infobae Colombia.

Su rostro no es el del político tradicional, pero aun así decidió plantarse frente a los votantes, con un proyecto político de tres pilares: la tenencia responsable de mascotas, la promoción de Duitama y el acceso a programas sociales de niños en condición de pobreza y jóvenes artistas.

Su proyecto político se sustenta
Su proyecto político se sustenta en tres pilares: tenencia responsable, promoción y acceso a programas sociales -crédito EFE

Le preocupan “los animales callejeros y la educación para la buena tenencia de una mascota, porque hay que acabar con esas prácticas de tenencia irresponsable, donde los perritos sufren (…) por supuesto el turismo en Duitama y el talento local de nuestros jóvenes”.

En diciembre suele hacer colectas para regalarles una feliz navidad a los niños de escasos recursos, pero cree que hay mucho más por hacer, dentro y fuera del Concejo.

“En caso de que no salga elegido como concejal vamos a seguir haciendo el mismo trabajo, vamos a seguir haciendo nuestras obras, vamos a seguir haciendo nuestros proyectos, estemos o no estemos en el Concejo. La idea de llegar hasta allá es poder solidificar todos estos proyectos, todas estas ideas y devolverle con hechos a Duitama el apoyo que vamos a recibir, pero seguiremos trabajando dentro o fuera del Concejo”, insistió.

Lleva trabajando 10 años por
Lleva trabajando 10 años por el municipio - crédito REUTERS

Su decisión de lanzarse al Concejo nace de la desatención de administraciones pasadas, “de ver los últimos años el poco interés hacia el artista joven, hacia el artista local. Duitama es una ciudad con espacios y artistas increíbles, los cuales están desperdiciándose, entonces, m i meta es, realmente, poder ayudar a un sector que está muy olvidado”.

Y, según señaló en conversaciones con Infobae “necesita en la próxima administración gente con mente abierta, gente que haya tenido la oportunidad de visitar otros otras ciudades, para ver cómo atraer recursos a la ciudad y replicar formatos de eventos, actividades, proyectos que generen más ingresos y positivismo para nuestra ciudad y la juventud. No podemos seguir trabajando con los mismos políticos que destinan los recursos a sus amigos, sus familias y negocios. Es hora de tener cómo responderle a la ciudad”.

Deháquiz asegura no debe importar que sus propuestas vengan de alguien con tatuajes en el 90% de su cuerpo, con implantes en el rostro y otras modificaciones. Los votantes –dice– no deberían fijarse si práctica la suspensión corporal en sus tiempos libres o si gana dinero partiendo lenguas por la mitad. Para él, lo verdaderamente importante es su hoja de vida y lo que puede o no hacer por Duitama desde el Concejo.

Según él, en la política
Según él, en la política como en la vida, lo menso importante debería ser la apariencia - crédito Carlos Deháquiz

“Es complicado que Colombia deje atrás el tabú sobre los tatuajes, nuestras creencias religiosas son arraigadas y, a veces, las personas lo toman por ese lado, por el lado religioso, diabólico y, la verdad, somos personas comunes y corrientes que pertenecemos a una industria que no es muy conocida por algunos en Colombia (…) lo único que yo les puedo decir es que traten de entender un poco los gustos de las otras personas. La gente no se mide por sus perforaciones, tatuajes o modificaciones”.

Su paso por elecciones no es solo una forma de medirse, sino también de medir a los votantes y a un país que según el informe mundial 2023 de Human Rights Watch, sigue enfrentando altos niveles de violencia y discriminación.

“Es una oportunidad para demostrar que alguien como yo, así este tatuado, modificado y eso pueda llegar a ser chocante para las personas, realmente, podemos aportar a la ciudad con nuestro trabajo, con nuestro conocimiento, con nuestras conexiones (…) creo que es muy importante que quien aspire a sus cargos este familiarizado con buenos proyectos”.

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