Las acciones operativas de las autoridades internacionales lograron desmantelar una red de prostitución que tenía a su disposición veinte mujeres colombianas que eran explotadas sexualmente en la provincia de Cádiz, en España. De igual manera fueron capturados 21 integrantes de la estructura criminal de la que se identificó que sus cabecillas eran colombianos.
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De acuerdo con el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, el comisario provincial de la Policía Nacional, Santos Bernal, y el jefe de la Comisaría algecireña, Ramón Fernández, el operativo que dispuso de más de 100 agentes, se realizaron 14 entradas y registros en las localidades de Algeciras, Los Barrios, San Roque y La Línea de la Concepción. y los resultados fueron la liberación de las mujeres y la captura de los implicados.
Las autoridades también determinaron que la organización delictiva no se limitaba únicamente a la explotación sexual; además, traficaban drogas sintéticas, como el 2-cb, conocido como ‘tussi’ o ‘cocaína rosa’, en los establecimientos de prostitución. En la mayoría de los casos, también cooptaban a las mujeres para que transportaran la droga y se convirtieran en adictas.
Se pudo determinar que esta organización delictiva reclutaba mujeres colombianas de bajos recursos, con edades comprendidas entre los 18 y 23 años, bajo la promesa de empleos prometedores en el sector de la limpieza en España, costeando los gastos de traslado, como los tiquetes de avión.
Una vez en Europa, estas mujeres eran sometidas a intimidación y coacción para obligarlas a reembolsar todos los gastos que los que la organización las había financiado.
Ante la imposibilidad de pagar, las mujeres eran explotadas sexualmente durante largas y extenuantes jornadas. Se identificaron varios métodos de coerción utilizados por la estructura criminal para controlar a las mujeres, como la imposición de multas si no cumplían con los horarios de “trabajo”. Además, se las volvía adictas y se les cobraba por cada dosis de sustancias que consumieran.
Es fundamental destacar que estas prácticas son ilegales y violan gravemente los derechos humanos de estas mujeres. La explotación sexual y la trata de personas son delitos graves que deben ser perseguidos y castigados con rigor
Según un informe de las Naciones Unidas, el 62% de las personas atrapadas en el tráfico de personas en Colombia sufren explotación sexual. Cabe resaltar que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señaló que el territorio nacional es reconocido como un país donde lamentablemente se origina el flagelo de las víctimas de trata de personas, tanto dentro como fuera de sus fronteras, con especial énfasis en modalidades que incluyen la explotación sexual, la esclavitud laboral y los matrimonios.
La trata de blancas, en particular, es un fenómeno alarmante en el que individuos sin escrúpulos reclutan y trasladan a personas, muchas de ellas de origen indígena o afrodescendiente, con la promesa de una vida mejor, solo para someterlas a la esclavitud sexual. A menudo, estas víctimas son forzadas a trabajar en condiciones inhumanas y a pagar una deuda ficticia con sus captores, manteniéndolas atrapadas en un ciclo de abuso y explotación.
Para tener en cuenta
Para denunciar un caso de explotación sexual en Colombia, se recomienda seguir los siguientes pasos:
- Diríjase a la Unidad de Reacción Inmediata (URI), a las Salas de Atención al Usuario o a las Casas de Justicia para presentar su denuncia.
- Acérquese al cuadrante de la Policía Nacional de su barrio o a una Comisaría de Familia para informar sobre la situación y solicitar asistencia.
- Registre una denuncia formal por discriminación, acoso, acoso sexual o chantaje sexual en la entidad correspondiente.
- También es importante reportar cualquier incidente de acoso, explotación y/o abuso sexual cometido por personal de UNICEF a la entidad competente.
Estos pasos son esenciales para asegurar que los casos de explotación sexual se investiguen adecuadamente y se tomen medidas legales apropiadas contra los culpables, protegiendo así a las víctimas y promoviendo la justicia.