Sobre las 4:30 de la tarde del martes 3 de octubre se presentó un doble homicidio en el supermercado Ara, del barrio Ciudad Jardín, en el norte de Barranquilla, hasta donde llegaron sicarios motorizados, uno de ellos vestido de domiciliario, que entró al supermercado y acabó con la vida de César Alberto Molina Chávez. En su huida el sicario mató al vigilante del lugar, que intentó evitar el crimen.
Luego de establecer las hipótesis de los hechos las autoridades dieron a conocer que Molina Chávez era alias Checho, un sicario que hizo parte de los grupos delincuenciales los 40 Negritos y los Costeños, y que finalmente trabajaba para los Pepes, red criminal comandada por Digno Palomino, alias el Viejo.
De acuerdo con las autoridades, el atentado iba contra alias Checho y se trataría de un ajuste de cuentas. Al parecer, el homicidio de Molina Chávez sería el resultado de la ruptura de la tregua pactada entre Digno Palomino y Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias Castor, líder de los Costeños.
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La Policía dio a conocer que alias Checho tenía anotaciones judiciales por homicidio, concierto para delinquir y porte ilegal de armas, producto de su prontuario criminal en las tres estructuras criminales mencionadas.
El primer registro delictivo de alias Checho fue en los 40 negritos un grupo dedicado al sicariato, extorsiones y microtráfico de droga en Barranquilla y Soledad. Ese grupo delincuencial era comandada por alias la Patrona y alias Gordo 40, quienes tenían entre sus hombres de confianza a alias Checho.
Incluso, el occiso fue capturado en septiembre del 2020, durante la pandemia, en una ‘fiesta-covid’ durante la celebración de cumpleaños de alias Gordo 40. En la redada también fueron detenidos alias Yogo, alias Peluca y alias Wisin, que hacían parte del círculo más cercano del líder criminal.
“Los participantes de la fiesta al notar la presencia de los uniformados huyeron del sitio dando inicio a una persecución siendo reducidos y capturadas 5 personas entre las que se encontraba el ‘Gordo 40′. Los acompañantes portaban 2 armas de fuego de fabricación industrial calibre 9 milímetros con sus respectivos proveedores”, declaró la Policía en su momento.
Pese a ser aprehendido con posesión de armas, alias Checho quedó en libertad y en noviembre volvió a ser aprehendido por protagonizar un tiroteo en el que resultó herida una menor de 9 años y un adolescente de 14.
El tiroteo fue el resultado de una disputa territorial entre los 40 Negritos y los Papalópez, otra red sicarial que aterrorizaba a Barranquilla y Soledad para la época.
Los sicarios de los 40 negritos también hacía trabajos para macroestructuras delictivas como los Costeños y en 2017 alias Checho fue detenido junto a otras nueve personas que cumplían labores de extorsión y homicidios por encomienda para alias Castor, el Viejo y el Negro Ober.
Sin embargo, los tres líderes criminales fueron capturados y la estructura criminal que comandaban se dividió en dos bandos: los Costeños y los Pepes. Alias Checho tomó partido y decidió seguir las órdenes de Digno Palomino en el segundo grupo criminal.
Por la enemistad entre Digno Palomino y Eliécer Díaz, los Costeños y los Pepes estaban en guerra; sin embargo, ambos cabecillas dijeron que se querían acoger al proceso de paz total de Gustavo Petro y anunciaron una tregua a mediados de septiembre como muestra de paz para ser acogidos en el proceso del Gobierno nacional.
Barranquilla y su área metropolitana vivieron en una tensa calma durante el último mes, pero el crimen de alias Checho generó zozobra en la población puesto que podría revivir la guerra entre los dos grupos delincuenciales.