En la tarde del 3 de octubre, se realizó un evento en la plaza de Bolívar en la que el Estado colombiano, representado por el ministro de Defensa, Iván Velásquez, pidió perdón a las madres de 19 víctimas de los mal llamados ‘falsos positivos’ que se registraron en 2008 en el municipio de Soacha y Bogotá.
Debido a la demora en la llegada del presidente de la República al evento, la vocería fue tomada por Velásquez, siendo la primera vez que Colombia reconoce y pide perdón a las familias.
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Este evento fue realizado para pedir perdón a las familias de: Jaime Estiven Valencia Sanabria, Elkin Gustavo Verano Hernández, Daniel Alexánder Martínez, Jaime Castillo Peña, Víctor Fernando Gómez Romero, Joaquín Castro Vásquez, Eduardo Garzón Páez, Julián Oviedo Monroy, Diego Armando Marín Giraldo, Mario Alexánder Arenas Garzón, Diego Alberto Tamayo Garcera, Jader Andrés Palacio Bustamante, Ómar Leonardo Triana Carmona, Óscar Alexánder Morales Tejada, Edwar Benjamín Rincón Méndez, Weimar Armando Castro Méndez, Deiby Julián Pisa Gil, Jonás Ariza Barbosa y Carlos Redondo.
“No podemos pasar la página, la vamos a pasar cuando la leamos, cuando sepamos lo que realmente ocurrió… Estos jóvenes no eran guerrilleros, no estaban realizando acciones conflictivas… No es posible garantizar la no repetición, sin verdad. En todo lo demás son promesas y anhelos de no repetición, pero tenemos que saber exactamente qué ha ocurrido con estas ejecuciones extrajudiciales, con la desaparición, desplazamientos y dar con quienes se han beneficiado de esta política de guerra en el país y con quienes estén detrás de todos estos actos”, fueron parte de las palabras del ministro Velásquez durante su intervención.
Madres de Soacha señalaron a los expresidentes Santos y Uribe como culpables
Durante el evento, algunas de las madres de las víctimas tomaron la palabra, pero lejos de aceptar las disculpas del Estado, reprocharon aspectos del proceso de reparación, señalando a los expresidentes Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos (ministro de Defensa entre 2006 y 2009) como responsables de la muerte de sus hijos.
“Para nadie es un secreto que Uribe es el culpable de la muerte de todos los jóvenes. Nos quitaron la felicidad, era simplemente un niño y Santos y Uribe acabaron con nuestras familias. Era un niño y como él hubieron (sic) muchísimos niños que cayeron en esta guerra por un permiso y por una plata”, afirmó la mamá de Deiby Julián Pisa, de 14 años de edad.
De la misma forma, otra de ellas pidió respuestas, afirmando que no aceptará el perdón del Estado hasta que no se descubra el nombre de las personas que dieron la orden para las ejecuciones.
“Yo no perdono a los que mataron a mi hijo hasta no determinar quién dio la orden, que sabemos quién fue, fue Uribe. ¿Dónde está Montoya? Él niega todo lo que hizo”.
Una de las intervenciones que más llamó la atención fue la de Blanca Monroy, que le envió un mensaje al expresidente Uribe, afirmando que tenía una deuda con Dios, acusándolo nuevamente de la muerte de su hijo que partió del municipio con el objetivo de trabajar.
“Soy mamá de Julián Oviedo Monroy. Estoy hace 15 años peleando por una verdad, justicia. Mi hijo no era un guerrillero, mi hijo era un muchacho lleno de ilusiones y sueños, pero le acabaron la vida aquellos militares. Aquí estoy defendiendo a mi hijo, porque él no era un guerrillero. Uribe hoy se burla de nosotros, de las víctimas de Colombia, pero cuando esté allá arriba no se va a poder burlar de nadie, Dios lo va a estar juzgando”, fueron las palabras de Monroy.
Otra de las madres de los jóvenes asesinados pidió que no les desearan la muerte a los militares que fueron responsables, señalando que solo en vida podrían pagar lo que hicieron. De la misma forma, recordó que en 2008 las señalaron en repetidas oportunidades de mentir sobre las denuncias de desaparición.
“No quiero decir que todos los del Ejército son malos. Que Dios los bendiga, que les dé una larga vida a aquellas personas que nos causaron tanto daño para que paguen aquí en la Tierra, porque si se mueren, descansan. Aquí estamos las madres de Soacha, las que destapamos la olla podrida de las Fuerzas Militares. Nosotras nos pusimos las botas bien puestas porque a nuestros hijos se las pusieron cambiadas”.