Luego de 10 años, condenan a un hombre a 34 años de prisión por el homicidio de un policía en Arauca

El uniformado fue víctima de un ataque armado perpetrado en la garita de seguridad de la estación de policía de Saravena. Un compañero también resultó herido

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El hoy condenado ha estado
El hoy condenado ha estado recluido en la cárcel de Cómbita (Boyacá) desde que fue capturado en mayo de 2013 - crédito Ponal

A 34 años de prisión fue condenado un hombre por el asesinato de un patrullero de la Policía Nacional perpetrado hace más de 10 años. La Fiscalía General de la Nación informó que el sujeto, identificado como Pablo Martínez Porras, alias Pollo, tendrá que responder por los delitos de homicidio agravado, homicidio agravado tentado, fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos y hurto calificado y agravado.

De acuerdo con el ente acusador, los hechos se remontan al 21 de marzo de 2013, cuando el uniformado Fabián Andrés Sierra Madrid fue herido con arma de fuego luego de un ataque perpetrado por alias Pollo, en la garita de seguridad de la estación de policía del municipio de Saravena (Arauca). En el atentado también resultó afectado su compañero Luis Eduardo Gutiérrez Pérez.

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Los hechos

Según documentó en 2013 El Tiempo, el hoy condenado se movilizaba en una motocicleta junto con alguien más. Luego de perpetrar el ataque en contra de los patrulleros de la Policía Nacional, hurtaron las armas de dotación que llevaban consigo los uniformados: dos rifles, según indicaron testigos de lo ocurrido.

Las víctimas fueron trasladadas a urgencias del Hospital del Sarare, ubicado en el municipio, donde atendieron sus heridas. Sin embargo, Sierra Madrid estaba muy grave y no fue posible salvar su vida, pues falleció sobre la 1:00 p. m., de acuerdo con el medio citado.

En su momento, el entonces comandante de la Policía en Arauca, coronel Wilson Bravo Cárdenas, ofreció una basta recompensa para quien allegara información sobre los responsables del ataque a los patrulleros. Según indicó el comandante, los homicidas habrían estado planeando “tomarse” el pueblo.

Así las cosas, en mayo de 2013 alias Pollo fue capturado por las autoridades y puesto a disposición de un juez de control de garantías. Durante toda la investigación que se adelantó en su contra, permaneció recluido en la cárcel de Cómbita (Boyacá) y, finalmente, un juez con funciones de conocimiento lo sentenció por el homicidio del patrullero y por el intento de asesinato de su compañero, Gutiérrez Pérez.

La Fiscalía también informó sobre la condena emitida en contra de un integrante de una estructura armada residual conocida como Frente Martín Villa y que hace presencia en los municipios de Tame y Saravena (Arauca).

Se trata de Yolfer Eduardo Parada Pacheco, sentenciado por el delito de rebelión, definido por el Código Penal Colombiano de la siguiente manera: “Los que mediante el empleo de las armas pretendan derrocar al Gobierno Nacional, o suprimir o modificar el régimen constitucional o legal vigente”.

El hombre en cuestión fue condenado a cinco años y tres meses de prisión por la toma de rehenes y hacer exigencias económicas, delitos perpetrados entre 2019 y 2021.

Patrulleros asesinados en Norte de Santander

Se cree que el ELN
Se cree que el ELN podría ser responsable del asesinato de los patrulleros en Norte de Santander - crédito Policía Nacional

Por su parte, el 4 de julio de 2023, tres patrulleros de la Policía Nacional fueron asesinados en Norte de Santander por hombres armados que, al parecer, integrarían la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). El primero de ellos fue Samir José Vega Velázquez, que fue víctima de un francotirador cuando salía de la estación de policía de Tibú, a las 6:00 a. m.

Los otros dos uniformados fueron identificados como Renson García Castro y Jerson David Cuevas Pineda, asesinados a las 9:30 a. m. del mismo día en el municipio de Zulia. Los patrulleros estaban desayunando en un restaurante cuando fueron impactados por múltiples balas provenientes de cuatro hombres que habían ingresado al lugar, haciéndose pasar por clientes. Las víctimas se habían retirado los chalecos antibalas al llegar al restaurante y, en consecuencia, fallecieron durante el ataque.

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