Hijo de Diomedes cumplió la petición de un pequeño fanático: subió a su padre reciclador a cantar en uno de sus conciertos

El conmovedor momento se dio durante la celebración de las fiestas de El Difícil, Magdalena, donde el cantante Élder Dayan cantó a dúo con el venezolano

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Élder Dayán cantó con un reciclador en El Difícil, Magdalena - crédito red social X
Élder Dayán cantó con un reciclador en El Difícil, Magdalena - crédito red social X

Como un acto de nobleza y humildad, así catalogaron el emotivo momento en el que el artista de música vallenata Élder Dayán, hijo del reconocido cantante Diomedes Díaz, vivió junto a uno de sus seguidores en el municipio de El Difícil, en el departamento de Magdalena.

En un video que se ha viralizado en las últimas horas, se ve cuando el reconocido artista atiende el llamado de un menor que se encontraba en las fiestas patronales del municipio. Según contaron algunos asistentes al evento, el pequeño le solicitó durante varios minutos que dejara cantar a su papá que se encontraba al lado de él disfrutando del evento.

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Después de hacerse notar y lograr que el cantante escuchara su petición, solicitó al equipo de logística que hicieran subir al niño y su padre para demostrar el talento oculto de Rodolfo, un reciclador venezolano que labora desde hace un tiempo en el alejado municipio.

Con micrófono en mano, el hombre empezó a cantar Mi ahijado, de Diomedes Díaz, dejando gratamente sorprendido al artista por la afinación del extranjero. Mientras tanto, el pequeño observaba con entusiasmo a su padre que se estaba presentando frente a miles de habitantes que disfrutaban de la noche con su voz.

Ante la sorpresa que causó el humilde reciclador, el cantante vallenato dejó que continuara con el repertorio que tenía programado para El Difícil. Fue así como a ritmo de Déjame llorar Rodolfo continuó recibiendo aplausos del público, mientras que Éder Dayán subió al pequeño a sus hombros para que observara el público que aplaudía y cantaba de forma sentida.

El artista vallenato compartió un emotivo momento con una familia venezolana, despúes de que un pequeño le gritara que dejara cantar a su padre - crédito @oscargutierrez/Facebook

En un momento del show, el cantante vallenato solicitó a su agrupación detener la música para darle un sentido mensaje a su fanático. “Toda obra buena se ve reflejada en los hijos. Ese muchachito me pidió a gritos ‘deja cantar a mi papá’, o sea que el primer seguidor que usted tiene es ese niño. El segundo seguidor soy yo, y si El Difícil quiere, toditos son sus seguidores”, le dijo el artista con la voz entrecortada.

En otro momento, Élder se refirió a la labor que desempeñaba en el pequeño pueblo del Magdalena, elogiándolo por cumplir tareas que el común de la sociedad no acostumbra a realizar. “Escuché que es reciclador. Compadre es lo mejor que usted puede hacer en la vida. Dios lo puso para eso y ahí está la bendición, pero no se me desespere, que Dios le va a dar algo”.

Ante las sentidas palabras, el hombre se lanzó a abrazar a su artista mientras los asistentes al evento aplaudían y lanzaban mensajes de apoyo al extranjero. La presentación del artista siguió su rumbo en compañía de los fanáticos, a quienes Élder empezó a improvisarles letras para homenajear y agradecer el apoyo a su carrera y a la de su padre.

El emotivo momento duró alrededor de diez minutos en los que el artista cumplió el sueño de Juan David, el niño que lanzó a su padre a la fama en el pueblo. Al final, el artista los despidió con un fuerte aplauso y un buen recuerdo para la familia venezolana.

Esta no es la primera vez que el cantante vallenato tiene esta clase de acciones, por lo que su fanaticada lo considera como uno de los artistas más humildes y humanos de la música colombiana. De hecho, durante el último Carnaval de Barranquilla, Élder Dayán pidió al conductor de la carroza en la que se movilizaba que se detuviera, justo cuando pasaban por la cárcel Modelo de esa ciudad.

Durante varios minutos el músico cantó para los reclusos que lograban observarlo por los reducidos ventanales que rodean el centro penitenciario.

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