En la tarde del miércoles 4 de octubre de 2023, la Policía Nacional confirmó la captura de Raquel Stella Valenzuela Sandoval, que, presuntamente, habría prestado su nombre y fungía como testaferro del narcotraficante Daniel Barrera, conocido en el mundo delincuencial como el Loco Barrera.
El Loco Barrera fue capturado por las autoridades venezolanas en 2012 para posteriormente ser entregado en custodia a agentes de la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL de la Policía Nacional (Dijin).
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De acuerdo con la información que compartió la Policía Nacional, Raquel Stella Valenzuela Sandoval habría, presuntamente, comercializado lujosos apartamentos en Bogotá y Cundinamarca. Esto habría llevado a que, según las investigaciones realizadas por expertos de la Dijin, Valenzuela Sandoval lograra lavar más de 1.800 millones de pesos, por lo que se determinó un incremento patrimonial injustificado por parte de la hoy capturada.
Tras la captura del Loco Barrera, las autoridades siguieron tras la pista de personas que hayan trabajado con extraditado a Estados Unidos, por lo que se logró identificar a Valenzuela Sandoval, que deberá responder por los delitos de lavado de activos en concurso heterogéneo con enriquecimiento ilícito de particulares.
¿Quién es el Loco Barrera?
Según la organización Insight Crime, Daniel el Loco Barrera se puede considerar como el narcotraficante moderno más parecido a Pablo Escobar, que hasta su captura en 2012 creó una red de colaboradores en la que trabajó de la mano con exparamilitares y guerrilleros.
Daniel Barrera nació en noviembre de 1968, y con el paso de los años llegó a controlar la cocaína que se movía en la región de los Llanos Orientales colombianos y que era enviada a Estados Unidos y Europa. El Loco Barrera comenzó su vida criminal en los años 80 en el departamento del Guaviare donde, junto a su hermano Omar Barrera, suministraban químicos a los laboratorios en los que se procesaba la base de coca para transformarla en clorhidrato de cocaína.
Y es que la relación con su hermano era tan estrecha que, luego del asesinato de Omar Barrera, las represalias que Daniel Barrera tomó contra los culpables de la muerte de su familiar lo llevaron a ser bautizado como el Loco.
A mitad de la década de los 90, Daniel Barrera ya era reconocido como traficante e intermediario, pues compraba la cocaína semiprocesada a, entre otros, los comandantes de los Frentes 10, 14, 16 y 17 de las entonces Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) para venderla a clientes que estaban vinculados con el Cartel del Norte del Valle.
El control del Loco Barrera en la zona de los Llanos Orientales era tan grande que inclusive llegó a comprarle droga Géner García Molina, conocido como Jhon 40, comandante del Frente 43 de las Farc para venderla a José Miguel Arroyave, comandante del Bloque Centauros de los paramilitares.
A lo largo de su carrera criminal, el Loco Barrera también se enfrentó a Víctor Carranza, un conocido comerciante de esmeraldas con el que se enfrascaron en una guerra sangrienta, por lo que Carranza sufrió varios atentados por parte del narcotraficante, pero nunca lograron asesinarlo.
El principio del fin de Barrera llegó cuando una corte del distrito sur de Florida anunció un equipo de fiscales para enjuiciar a la nueva generación de narcotraficantes en Colombia y por su perfil, la corte expidió una acusación formal de Estados Unidos en contra del Loco.
Pero, sus contactos con dirigentes de Colombia y con el extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), le permitieron a Barrera sobrevivir un largo tiempo hasta que se confirmó su captura en San Cristóbal, Venezuela el 18 de septiembre de 2012.