Asesinaron a tres abuelos en Risaralda porque no les encontraron nada que robar: capturaron al segundo homicida

El asesinato de tres adultos mayores hace menos de un mes causó consternación en la población de Santa Rosa de Cabal. Los responsables, dos hermanos, fueron capturados por las autoridades

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Germán Ramírez, director de la seccional Risaralda de la Fiscalía, confirmó la captura del segundo implicado en el crimen - crédito Fiscalía

El 24 de septiembre, la comunidad de Santa Rosa de Cabal se despertó con la noticia del asesinato de los hermanos María Isabel Giraldo, de 82 años, y Bernardo Giraldo, de 84 años, así como de la esposa de este último, Mérida González, de 82 años. El caso adquirió mayor gravedad al conocerse que los autores eran también dos hermanos, uno de los cuales se hizo pasar por discapacitado para ganarse la confianza de las víctimas y así recibir hospedaje y comida.

Al identificar a los criminales, la Policía, en conjunto con el CTI de la Fiscalía, se dieron a su búsqueda. El primero en caer fue Juan Carlos Villa Cardona, conocido como El Enano, quien fingió ser sordomudo para generar lástima. El criminal fue capturado el pasado 29 de septiembre.

El 3 de octubre las autoridades confirmaron la captura del segundo responsable del crimen, identificado como José Alfredo Villa Cardona, quien había huido de Santa Rosa de Cabal y fue capturado en el municipio de Dosquebradas.

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“Un fiscal del Grupo de Homicidios Colectivos de la Delegada para la Seguridad Territorial le imputó los delitos de homicidio y tortura, ambas conductas agravadas. El investigado no aceptó los cargos y deberá cumplir medida de aseguramiento en centro carcelario”, declaró la Fiscalía.

José Alfredo Villa Cardona fue capturado mientras se escondía en Dosquebradas - crédito Fiscalía
José Alfredo Villa Cardona fue capturado mientras se escondía en Dosquebradas - crédito Fiscalía

Así perpetraron el crimen

De acuerdo con la investigación de la Fiscalía José Alfredo Villa le dijo a su hermano que se hiciera pasar por discapacitado para ganarse la confianza de los adultos mayores.

Cuando los homicidas recibieron hospedaje y comida en la casa de las víctimas planearon el crimen. José Alfredo Villa se encargó de hacer vigilancia afuera de la residencia para que no hubiera nadie que pudiera intervenir en el crimen. Posteriormente, procedió a intimidar a los ancianos con golpes y con un arma blanca para que dijeran dónde había objetos de valor que pudieran robar. Cuando José Alfredo Villa no encontró dinero o cosas de alto valor, Juan Carlos Villa, alias El Enano, asesinó a las víctimas.

“(José Alfredo Villa) habría vigilado a los tres adultos mayores para que su hermano Juan Carlos los atacara con arma blanca hasta causarles la muerte, luego de no encontrar la suma que buscaban”, sostuvo el ente acusador.

Entre las pruebas que tiene la Fiscalía está una llamada que hizo José Alfredo Gómez en la que relata que se sentó y se puso a llorar ante la situación.

“Solo por seguirlo y por acolitarle eso, pero ante los ojos de mi Dios que no tuve nada que ver. Yo sí lo acompañé y se los ayudé a amarrar (a los adultos mayores), pero cuando él me dijo que yo tenía que demostrarle cómo era la berraquera yo le dije: ‘No, hágalo usted hermanito porque yo para eso no soy guapo’”, le dijo José Alfredo Gómez a una persona cuya identidad no fue revelada por la Fiscalía.

Durante el proceso judicial de recolección de pruebas las autoridades encontraron una libreta por medio de la que se comunicaba el Enano, el asesino, quien se hizo pasar por sordomudo e inventó que su madre padecía una grave enfermedad para que los adultos mayores le abrieran las puertas de su casa.

De acuerdo con la Fiscalía, los delincuentes estaban en la búsqueda de un dinero que habían recibido las víctimas tras vender una propiedad; sin embargo, los adultos mayores no guardaron esa suma en la casa donde convivían con sus homicidas.

Las víctimas fueron torturadas entre el 20 y el 23 de septiembre para que dieran información sobre la ubicación del dinero y al no encontrar nada, los asesinos acabaron con sus vidas.

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