El martes 3 de octubre se conoció un escrito en la que el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, desde su cárcel en Estados Unidos, reiteró su voluntad de colaborar con la justicia, retornar a Colombia y colaborar en la búsqueda de personas desaparecidas.
Según escribió el actual gestor de paz, está a la espera de las decisiones que tome el Estado colombiano respecto a su retorno al territorio nacional.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Google News.
Además, mencionó que espera “la finalización de un protocolo que elabora el Gobierno a través de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, destinado a prevenir trabas, obstrucciones, violaciones, entrampamientos e incumplimientos, que posibilite mi retorno inmediato a Colombia”.
Se espera que con su retorno a la nación este asuma junto a sus compañeros la búsqueda de personas desaparecidas. ”Este retorno es imperativo e ineludible para honrar mis compromisos y obligaciones con la agenda de paz”, dice en la carta.
Mancuso ha ofrecido en reiteradas oportunidades a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) su colaboración para ubicar los hornos, donde, según el exjefe paramilitar, incineraban los cuerpos de sus víctimas.
Sobre el hallazgo, el exparamilitar indicó en el documento que existe una “necesidad de que se implemente un modelo de alternatividad penal que le permita a los excomandantes y máximos responsables materiales participar de los procesos de búsqueda de una perspectiva restaurativa”.
Búsqueda de cuerpos en hornos que habrían sido usados por las autodefensas
Entre el lunes 25 de septiembre y el viernes 29 de septiembre se llevaron a cabo excavaciones de un antiguo trapiche en la zona fronteriza venezolana por parte de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD).
El lugar exacto en el que se buscan los restos es el caserío de Juan Frío, donde se localiza los hornos crematorios que fueron usados, al parecer, por los paramilitares hace 23 años para desaparecer a centenares de personas.
Un grupo de forenses de la UBPD se trasladó hasta el municipio de Villa del Rosario, en el departamento de Norte de Santander, para excavar y buscar lo que antiguamente fueron unos hornos para el procesamiento del zumo de caña de azúcar, pero luego habrían sido usados por las AUC para incinerar cuerpos.
Así, los paramilitares evitaban dejar rastros de los delitos cometidos en zona fronteriza bajo las órdenes de Salvatore Mancuso, quien actualmente se encuentra recluido en una cárcel de Georgia (Estados Unidos), donde cumple una condena por narcotráfico.
Según Marlon Sánchez, antropólogo forense de la UBPD: “Este sitio corresponde a uno de los lugares más importantes para el municipio de Villa del Rosario que la Unidad desde años atrás viene documentando como de interés para la búsqueda, que nos permite presumir que allí se encuentran cuerpos de personas dadas por desaparecidas”, comentó en entrevista con EFE.
Para el experto, estas labores se extenderán hacia sitios donde se presume que puede haber restos óseos de desaparecidos. Además, Sánchez precisó que una investigación realizada anteriormente dio como resultado el sitio exacto donde posiblemente se cometieron estos crímenes y durante la excavación esperan encontrar restos dentales porque los cuerpos fueron incinerados.
Desaparecidos del conflicto armado en Colombia podrían estar en cementerios venezolanos
La coordinadora del grupo Interno de trabajo de la Unidad de Búsqueda para Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), María Angélica González, fue la encargada de informar a la opinión pública que la entidad investiga si en cementerios ubicados en territorio venezolano podría haber víctimas del conflicto armado que fallecieron en la línea divisoria y que las autoridades venezolanas trasladaron hasta los camposantos tachirenses.
Según Angélica González, ‘’las formas de desaparición fueron en hornos crematorios, tirándolos al río. Entonces lo que conocemos es que muchas de las personas que fueron tiradas a los ríos fueron recogidos por la institucionalidad venezolana y fueron llevadas al cementerio de San Cristóbal. Recogieron los cuerpos y los llevaron para allá'’, comentó en entrevista con Caracol Radio.
Además, destacó que la UBPD inició el proceso investigativo después de recopilar la información y que planean visitar los cementerios de San Cristóbal, así como otros que se encuentran en territorios fronterizos, como San Antonio y Ureña.
Según la Unidad de Búsqueda para Personas dadas por Desaparecidas, en el departamento de Norte de Santander hay cerca de 4.200 desaparecidos, de los cuales solo se han identificado 915 víctimas.
Tanto para la entidad como para las familias que buscan a sus integrantes desde hace años, es importante que se mantengan las buenas relaciones entre los gobiernos de Colombia y Venezuela para avanzar en el esclarecimiento de muchos casos y para que los equipos forenses colombianos puedan cruzar la frontera con el país vecino para adelantar las investigaciones pertinentes.