El presidente Gustavo Petro anunció que dentro de su conversación con Xi Jinpin, jefe del régimen chino, planteará la posibilidad de modificar el trayecto de la primera línea del metro de Bogotá. Mientras tanto, los delegados diplomáticos no están de acuerdo en que ese tema se aborde en la cumbre.
La reunión entre Petro y Jinping está programada para el 25 de octubre, un encuentro para el que se han dedicado varias semanas de trabajo. Entre las conversaciones para lograr el encuentro se ha consultado los temas de interés de las partes, entre los cuales, para el Gobierno colombiano, es prioritario abordar el metro de Bogotá que construye un consorcio chino con participación del régimen comunista.
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Los diplomáticos colombianos les dijeron a sus pares chinos que el primer punto de la agenda de conversación entre Petro y Jinping fue la posibilidad de soterrar al menos una parte del trazado de la primera línea del metro. De acuerdo con el diario El País, la respuesta de los chinos fue negativa porque consideran que no se trata de un asunto de Estado.
Los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia encargados de la cumbre insistieron en tratar la principal obra de infraestructura que se adelanta en Bogotá. Sin embargo, por segunda vez, los diplomáticos de China le dijeron a la Cancillería que el líder del régimen no estaba interesado en abordar el asunto, según fuentes cercanas al proceso.
Pese a estas negativas por discutir al más alto nivel un cambio del proyecto de infraestructura, el presidente Petro dio por hecho el 28 de septiembre, tras una reunión con la alcaldesa de Bogotá Claudia López, que en su encuentro con Jinping obtendrían proyectos de infraestructura.
“Veremos qué dice el jefe de Estado chino sobre estos temas, si nos puede ayudar a darle una mano a la transformación del transporte en Colombia hacia lo férreo y lo eléctrico”, dijo el mandatario. La Presidencia de la República informó que el presidente hacía referencia al futuro del metro de Bogotá.
En la reunión con la alcaldesa, sin embargo, no hablaron sobre el proyecto, debido a que se trató de un consejo de seguridad sobre la situación de la ciudad. Ambos han sostenido diferencias sobre realizar modificaciones al proyecto ya contratado por parte de la Alcaldía.
Incluso, al conocerse la negativa del régimen chino a tratar sobre la obra de infraestructura en la capital colombiana, la alcaldesa López reaccionó con un mensaje de respaldo al proyecto. “¡El Metro de Bogotá se respeta!”, escribió en su cuenta de X.
El Gobierno nacional y la Alcaldía de Bogotá no han llegado a un acuerdo sobre la modificación del proyecto. En la reunión sobre el tema definieron que el Ministerio de Transporte y la ANI realizarían un estudio para evaluar las posibilidades y la viabilidad jurídica, así como los costos.
El estudio fue contratado por más de 8.000 millones con la Sociedad Colombiana de Ingenieros y despertó alertas en la Procuraduría General de la Nación que aseguró que podría haber irregularidades por el tipo de contratación, además por una posible violación a la autonomía territorial de la Alcaldía de Bogotá.
Al respecto, durante el anuncio de conversaciones sobre el metro con Jinping, el presidente Petro aseguró: “Una funcionaria anunció procesar a unos funcionarios míos porque están haciendo un estudio de un estudio para ver si hay una alternativa de un trayecto de metro subterráneo que financiaría completamente la nación”.
Otro tropiezo sería al intento del presidente por hacer la primera línea subterránea, sería el visto bueno del jefe del régimen chino, debido a que su participación en la empresa concesionaria en Bogotá implicaría que cuente con su aprobación.