Don Jediondo habló de sus inicios en la televisión colombiana: “Yo venía sin camello ni nada”

El humorista recordó sus primeros pasos en la pantalla chica, y en particular durante su etapa en ‘No me lo cambie’

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Don Jediondo recordó sus inicios
Don Jediondo recordó sus inicios en la televisión y su etapa en 'No me lo cambie' durante una reciente entrevista - crédito Bravissimo/Captura de pantalla

Pedro González es mejor conocido por los colombianos por su personaje de Don Jediondo. Aunque sus inicios fueron en la radio, el nacido en Sutamarchán (Boyacá) se labró un nombre por sus apariciones en televisión, y sobre todo por la variedad de personajes que interpretó en No me lo cambie, programa de comedia emblemático de los años 90.

Su aparición en segmentos como El hueco o Los boyacenses lo hicieron reconocido por los televidentes, y le han permitido mantenerse como una figura reconocida en el humor colombiano por sus dobles sentidos. El humorista que también se ha desempeñado como empresario fue el invitado en la emisión de Bravíssimo del domingo 1 de octubre desde el municipio de Mosquera (Cundinamarca).

En el programa de CityTV, y sin dejar de lado los chistes (como cuando hizo referencia al fundador del municipio, Tomás Cipriano de Mosquera, por el popular apodo de “mascachochas”), el boyacense habló de su primer trabajo cuando llegó al municipio aledaño a Bogotá:

“Mi primer trabajo cuando llegué a Bogotá fue por aquí en el sector (Mosquera). Estaban remodelando las cuerdas de la luz y me conseguí un trabajo que tenía que medir los cables. Me dieron un carrito y a diario me caminaba unos 20 kilómetros porque estaban cambiando todo el cableado de aquí hasta Bojacá. Tenía 17 años”

Asimismo, el comediante recordó cómo fue su llegada a los medios, inicialmente en la radio, leyendo noticias en Caracol Radio. Pero la experiencia terminó pronto:

“Resulta que en el 92 yo leía noticias en Caracol Radio. Y llegó el periodista Edgar Artunduaga y me sacó como ‘gargajo ‘e sastre’. Me dijo ‘la vida es una tómbola’, y no le gustaba que imitara a Cristobal Américo Rivera porque yo leía noticias así”

Según contó el comediante, fue entonces cuando dio su paso a la televisión, y especialmente dio inicio su carrera como cuentachistes:

“Yo venía sin camello ni nada. Me puse a hacer un noticiero en Radio Capital y a los pocos años infortunadamente mataron a don Germán Tobón, que era el dueño de la emisora y me quedé en la calle. Entonces me presenté a ‘Sábados felices’ como cuentachistes y al comienzo me gané como tres programas”

En ese momento llegó la verdadera oportunidad que le cambió la vida al humorista, por intermedio de Hernán Orjuela, por esos días presentador de No me lo cambie. Con especial afecto recordó Don Jediondo al presentador bogotano por darle la oportunidad que lo haría reconocido en la televisión colombiana:

“Un día, estando en la casa sin hacer nada, me empezaron a llamar al teléfono fijo. Mi esposa me dijo ‘te está llamando un tipo que se está haciendo pasar por Hernán Orjuela’, porque yo le decía que mi ambición era estar en ‘No me lo cambie’. Ella le colgaba, y un día llamó y mi esposa dijo ‘ahí está el que se hace pasar por él’. Contesté y me dijo que le gustaría hacer una sección en ‘No me lo cambie’ que se llamaba ‘Los boyaquitos’. Al siguiente sábado me dio un platal por eso, como 10.000 pesos en ese entonces, y eso para mí era muy bueno. El otro compañero era Fernando Rojas, y así empezaron ‘Los boyaquitos’ y ahí empezó mi sueño”

Durante la acostumbrada sección de Bravissimo donde amigos o allegados al invitado envían sus saludos, Don Jediondo recordó una anécdota con Juan Ricardo Lozano (conocido por su nombre artístico de Alerta), con el que se conoció desde sus primeras participaciones en Sábados felices y con el que trabaja como uno de los humoristas del programa radial de Caracol Radio, La Luciérnaga:

“Nos tocó un viaje en España. Íbamos a pasar la máquina de seguridad en el avión. Yo llevaba el bordón y la señora de seguridad me decía ‘¡gili******!, ¡pero no puede subir eso al avión!’ Le dije que lo necesitábamos, y cuando ella preguntó quién lo necesitaba, dice Juan Ricardo ¡yo! (risas) ¡Y se lo dejaron pasar!”
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