Luego de que el Gobierno nacional presentara a través del ministro de Defensa, Iván Velásquez, la nueva política antidrogas ante la Unión Europea, los campesinos del suroccidente y el Pacífico colombiano le dijeron ‘no’ a esa nueva hoja de ruta de sustitución de cultivos ilícitos, al considerar que ya no tienen esperanzas de renovación.
Así lo indicó la emisora Blu Radio, que recogió testimonios de algunos cultivadores en esa zona del país, quienes manifestaron sus inconformidades. Uno de ellos es un reconocido líder social del norte de Nariño llamado Adolfo López, que le dijo a ese medio que el Estado nunca ha llegado a esa región y que hay indignación porque nunca ha sido socializada la formulación de proyectos para la transición económica que propone el Gobierno.
El líder social expresó que de nada sirve que el presidente Gustavo Petro siga con su discurso de que la guerra contra los cultivos ilícitos ha fracasado, si va a seguir con la misma actitud de los anteriores gobiernos de ignorar a los campesinos e imponer sus programas de sustitución.
De tal manera que aseguró que la Política Nacional de Drogas del Gobierno impulsada por el jefe de Estado, cuya vigencia será de 10 años (2023-2033), no cuenta con la participación de las comunidades afectadas por la guerra contra el narcotráfico ni los cultivadores.
Otro que se pronunció en los micrófonos de esa emisora fue Ancizar Barrios, integrante de la Coccam (Coordinadora Nacional de Cultivadores y Cultivadoras de Coca, Amapola y Marihuana), que reúne a más de 100 familias del suroccidente colombiano. Barrios aseguró que en la asociación no le creen al Gobierno porque no existe una línea definida con la que puedan conocer qué sucederá con el programa de sustitución de cultivos ilícitos o “cultivos de subsistencia”, como ellos los llaman.
Adicionalmente, expresó que la reforma rural del Gobierno solo ha consistido en discursos del presidente Petro, pero que no se ha visto reflejada en los territorios.
También mencionó que los cultivos de coca, marihuana y amapola han existido en el país desde hace más de 47 años y que a pesar de que todos los gobiernos han manejado sus estrategias para combatir estas plantaciones y sustituirlas por otro tipo, no han consultado a los campesinos, indígenas, ni comunidades afro, por lo cual no se ha podido encontrar una solución definitiva.
Y respecto a la política antidrogas anunciada por el Gobierno nacional recientemente indicó que no hay unas líneas claras “que nos diga, hagamos una socialización en tal municipio, en tal comunidad”, para que los campesinos se den cuenta de que la estrategia se materializará.
“Se ha perdido la confianza, se ha perdido la credibilidad por lo mismo, que se habla muy bonito, pero no se cumple, por eso es muy importante que el Gobierno conozca que aquí no creemos nada, y que se piense en algunos municipios donde se va a crear unos programas pilotos, donde se diga sinceramente que se va a hacer con las familias cultivadoras y que el estado colombiano cumpla para que de esta forma el campesino, el indígena y el afro vuelva a creer en las promesas del Gobierno”, le dijo el líder social a Blu Radio.
Finalmente, Barrios indicó que lo que necesitan las comunidades cultivadoras de coca en la región suroccidental de Colombia es inversión social, transformación estructural de los territorios y la implementación del Punto 1 del Acuerdo de Paz de La Habana, el cual consiste en una reforma rural integral. De esa manera, dice el líder social, se podrá avanzar en la sustitución de cultivos ilícitos.