En la mañana del 29 de septiembre las disidencias de las Farc del Estado Mayor Central, comandadas por alias Iván Mordisco, anunciaron que no continuarían con las intenciones de paz con el Gobierno nacional debido al aumento de las acciones militares por parte del ministerio de Defensa.
Ante esa situación el presidente Gustavo Petro sostuvo que si el reducto guerrillero quería que su Gobierno bajara la intensidad de los operativos primero debían dejar de atacar a la población civil, haciendo referencia a los dos carros bomba detonados en el Cauca y Valle del Cauca que dejaron dos muertos y por lo menos diez heridos.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Google News.
A través de la cuenta de X (antes Twitter) denominada Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, las disidencias dieron a conocer su postura, argumentando: “Se disuelve el grupo de contingencia pactado entre el Gobierno nacional y las Farc-EP, cuya función era resolver las dificultades que se presentaran previas a el cese al fuego. Motivo: incapacidad para parar la guerra. Grupo atado de manos”.
Tras ese pronunciamiento alias Iván Mordisco, líder de esa disidencia, le envió un mensaje al presidente a través de un video en el que sostuvo: “Al presidente Gustavo Petro le decimos hoy el camino de la Paz es espinoso en este momento, se necesita altura para transitar por encima de los retos y los riesgos a los que nos enfrentamos”.
Como respuesta, el presidente Gustavo Petro publicó en su cuenta de X: “Lo más importante es iniciar un desescalamiento de hostilidades. Esto quiere decir: cesar acciones contra la población civil”.
Dos bombas en medio de acercamientos de paz
Los intentos de acuerdos de paz entre el Gobierno nacional y las disidencias de las Farc iniciaron el 19 de septiembre, fecha en la que anunciaron la instalación de una mesa de diálogos el 8 de octubre; sin embargo, las siguientes semanas fueron claves para destrozar cualquier intención de paz.
Un día después del anuncio las disidencias de Iván Mordisco detonaron un carro bomba en la estación de Policía del Timba (Cauca), dejando dos muertos y cinco heridos.
En ese momento el presidente Petro responsabilizó a las disidencias y advirtió el aumento del pie de fuerza en la zona. “Las acciones del EMC en el Cauca son su respuesta a nuestra ofensiva en el valle del Micay, donde se produce el 70 % de la hoja de coca del Cauca. Nuestro objetivo se mantiene. El Valle del Micay será el ejemplo de cómo se sustituye una economía ilícita por una lícita en favor del campesinado”, sostuvo el jefe de Estado.
El 22 de septiembre cayó otra acción armada por parte del Estado Mayor Central de las disidencias. Cerca de las 7:00 a.m. explotó otro carro bomba frente a la estación de Policía del corregimiento Potrerito en el que resultaron heridas 10 personas.
Esa acción bélica colmó la paciencia del Gobierno, que recrudeció los operativos militares en el valle del Micay, dejando como resultado: “20 integrantes de las disidencias muertos en desarrollo de operaciones militares, 17 más sometidos a la justicia y otros 17 capturados, así como nueve campamentos desmantelados”, según dio a conocer el ministerio de Defensa.
La ofensiva militar tiene como objetivo desestabilizar las subestructuras Carlos Patiño, Jaime Martínez y Dagoberto Ramos, del Estado Mayor Central. “Ante el terrorismo respondemos con la acción legítima del Estado en defensa de las comunidades”, declaró el ministro de Defensa Iván Velásquez.
En los más recientes combates con las disidencias, el Gobierno confirmó que resultó un soltado muerto, seis heridos y uno más desaparecido. Además, las Fuerzas Armadas anunciaron el envío de 200 uniformados más a la zona para apoyar los combates contra los grupos armados de la zona, especialmente las disidencias de las Farc.