La Fiscalía General de la Nación sostiene en que la muerte del hijo de Jorge Enrique Pizano fue accidental y pide que el caso sea cerrado

El fiscal encargado de investigar el caso le pidió a un juez de la República que el caso por la muerte de Pizano Ponce de León fuera cerrado

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Fiscalía pide cerrar el caso
Fiscalía pide cerrar el caso por muerte accidental de Alejandro Pizano - crédito archivo

La Fiscalía General de la Nación le manifestó a un juez de Paloquemao en Bogotá, que la muerte de Alejandro Pizano, quien era hijo de Jorge Enrique Pizano, excontroler de la Ruta del Sol II involucrado en el caso Odebrecht, sucedió de manera accidental luego que este tomara agua de una botella que contenía cianuro y que su padre había preparado antes de morir.

Jamás el señor Jorge Enrique tuvo ningún tipo de intención de hacerle daño a nadie y mucho menos a algún miembro de su familia”, señaló el fiscal encargado de llevar el caso Carlos Mauricio Escobar, quien además de mencionar que la muerte había sido accidental, también aprovechó para pedir formalmente a un juez de la República que se cerrara el caso.

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“Simplemente lo que ocurrió, de acuerdo con todo el material probatorio que he exhibido, es que el señor Jorge Enrique pues preparó ese día la botella con agua y efectivamente le sobrevino una muerte repentina”, agregó el fiscal.

Así mismo, el funcionario judicial hizo énfasis en que la necropsia al cuerpo de Jorge Enrique Pizano también se demostró que no había rastros de cianuro y que la causa real de su muerte se dio por una falla cardiaca en noviembre de 2018.

“Lamentablemente, la botella quedó en el escritorio de Jorge Enrique y de esa botella de agua es que toma Alejandro de manera accidental y fortuita”, explicó el fiscal encargado del caso, quien además afirmó que no existe ninguna lógica en que hubiese una tercera persona que tuviera el propósito de asesinar al hijo del excontroler.

En la audiencia que duró un poco más de cinco horas, la Fiscalía argumentó que Jorge Enrique Pizano si había manifestado sus intenciones de acabar con su vida por el temor que este tenía de ser capturado por las autoridades después de que se conociera el escándalo ocasionado por los sobornos de la multinacional brasileña (Odebrecht) en el proyecto Ruta del Sol II.

“Jorge Enrique había exteriorizado tendencias suicidas y había contemplado el uso de cianuro. Con antelación el señor Jorge Enrique tenía como hábito preparar botellas con cianuro”, resaltó en su intervención el fiscal.

Otro aparte de lo dicho por el investigador es que: “Jorge Enrique preparó la botella con cianuro, pero le sobrevino el paro cardiaco y de manera accidental es que Alejandro ingiere el agua que su padre había preparado”.

“Ningún elemento de prueba permite inferir intervención de las personas más cercanas, ni que haya un complot en contra de la vida de Jorge Enrique”, dijo el fiscal Escobar, quien también manifestó que Pizano había sido quien compró la botella de agua y el cianuro, que se encontraba escondido en el baño de su vivienda.

“Desde el 8 de noviembre del 2018 la botella saborizada estuvo en el sitio y nadie entró a la finca y el día 11 que llega la familia Ponce León encuentran la botella en el lugar y en la boca de la botella se detectó el ADN de Jorge Pizano y se infiere que él fue quien puso la botella envenenada en ese lugar”, añadió la Fiscalía.

Y agregó el fiscal que “Jorge Enrique era quien consumía agua, él era la única persona que podría haber colocado la botella en ese lugar, él adquiría esa clase de productos y además mercaba y compraba el agua saborizada de su preferencia”.

El 24 de noviembre le corresponde el turno al abogado Miguel Ángel del Río, quien es el representante de la familia Pizano. Allí se espera que esté presente ante el juez sus pruebas y solicite que la investigación siga abierta por el presunto homicidio. Además, él manifiesta tener un testigo que contará como presuntamente se habrían manipulado las evidencias en el caso.

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