Bogotá se enfrenta a diversos desafíos en la actualidad y la inseguridad se ha convertido en la principal problemática que preocupa a sus ciudadanos, según los resultados de la más reciente encuesta realizada por Invamer. Esta preocupación plantea un desafío fundamental no solo para la alcaldesa Claudia López, sino para su sucesor, quien deberá tomar medidas para abordar este problema y mejorar la calidad de vida de los capitalinos.
Basados en la opinión de 600 entrevistados en el sondeo, la seguridad se erige como un aspecto crítico a abordar por el nuevo líder del Palacio del Liévano. Según los datos de Invamer, el 76,2% de los ciudadanos considera que la inseguridad es el problema más apremiante en la ciudad, superando a otras cuestiones como la movilidad y el desempleo.
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El tema de la movilidad se posiciona como el segundo problema más importante, con un porcentaje del 30,0% de preocupación entre los ciudadanos. Aunque es un tema significativo, queda eclipsado por la inseguridad.
En tercer lugar, se encuentra el transporte público, con un 24,0% de preocupación, seguido por la inquietud acerca del mantenimiento de las vías (15,7 %), el desempleo (13,2 %), la educación (9,9 %) y la salud (8,7 %).
Aunque existen otros problemas que también inquietan a los ciudadanos, como las bandas criminales, la pobreza, la economía, el costo de vida, la corrupción y la extorsión, la inseguridad se destaca como la problemática más acuciante.
Según la encuesta del equipo experto en investigación cualitativa y cuantitativa, uno de los factores que podría contribuir a esta inquietud es que el 52,5% de los encuestados manifestó sentirse inseguro en Bogotá, lo que representa un aumento del 4% en comparación con el mismo período del año anterior.
Por otro lado, solo el 14,9% de los encuestados se siente seguro en la ciudad, lo que supone una disminución de un punto porcentual en comparación con la encuesta realizada por Invamer en agosto de 2022.
Percepción de inseguridad: diferencias de género en Bogotá
La percepción de inseguridad varía entre géneros, siendo las mujeres quienes se sienten menos seguras en la capital en comparación con los hombres.
El 37,7% de las encuestadas expresó sentirse muy insegura en la ciudad, mientras que solo el 25% de los hombres compartió esa misma percepción.
En cuanto a la edad de los entrevistados, no se observaron variaciones significativas en relación con la inseguridad, con cerca del 50% de cada grupo etario declarándose seguro en Bogotá; sin embargo, se registró una variación relevante entre las personas de 45 a 54 años, con un 40,8% que se siente muy inseguro, un 5% más que otros grupos etarios en este indicador.
Delitos que más impactan a los bogotanos
En cuanto a los delitos que más afectan a los ciudadanos de Bogotá, el hurto a personas en todas sus modalidades (atracos, cosquilleo, raponazo, fraude, engaño, paseo millonario, entre otros) sigue siendo el delito más frecuente en la ciudad, afectando al 35,8% de los encuestados.
Cabe destacar que este índice es ligeramente inferior al registrado en agosto de 2022, cuando el 37,3 % de los encuestados afirmó haber sido víctima de hurto en Bogotá.
El hurto de vehículos (automóviles, motocicletas, bicicletas y otros tipos) se posiciona como el segundo delito más impactante en la ciudad, con un 14% de los casos. Al igual que el indicador anterior, este porcentaje se redujo en un 5% en comparación con el mismo mes del año anterior.
En tercer lugar, se destacan los problemas de convivencia entre vecinos, con un 13% de los ciudadanos que expresaron preocupación por este tema, representando un aumento del 1% en comparación con el año pasado.
Otros delitos mencionados en la encuesta incluyen el vandalismo (12%), las riñas (10,1%), el hurto a establecimientos comerciales (7,7%), el hurto a residencias (6,0%), la violencia de género (3,9%), las amenazas (3,9%), la violencia intrafamiliar (2,8%), el pago de extorsiones (2,7%), la violencia sexual (1,%), el desplazamiento forzado (1,2%), el uso de petardos o granadas (0,9%), el pago de vacunas (0,5%), el secuestro (0,2%) y el reclutamiento forzado (0,2%).