El candidato a la Alcaldía de Bogotá, Diego Molano, sigue firme con la propuesta de garantizarles a los capitalinos la seguridad que necesitan. En las últimas horas entregó detalles e imágenes de cómo sería la megacárcel que construiría si es elegido mandatario de la ciudad.
Según informó el candidato, estaría ubicada en el sur de la ciudad, justo al lado de la cárcel de máxima seguridad La Picota, y sus instalaciones estarían dedicadas a una población privada de la libertad específica. “Será construida la megacárcel, que permitirá dar tranquilidad a todos los bogotanos y que no haya impunidad, sino más bien justicia. A esta megacárcel vendrán todos aquellos que roban, atracan permanentemente; reincidentes que tienen amedrentadas a las mujeres, que acosan, que extorsionan a los comerciantes”.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Google News.
Con una estructura robusta, sin ventanas y con al menos nueve pisos de celdas, este proyecto tendría capacidad para albergar al menos tres mil reclusos. Además, contraría con construcciones aledañas que permitiría la extensión de las celdas, además de zonas de siembra, complejo deportivo, así como calabozos y zonas de aislamiento.
Su diseño está pensado en forma de cubo con un patio central que permite a los guardias tener una visión 360 de los detenidos y funcionaría con un bajo consumo de energía, ya que las instalaciones estarían provistas con paneles solares que garantizan el servicio sin la necesidad de proveerse de la energía de la ciudad.
En las instalaciones se garantizarán los instrumentos para que los prisioneros puedan tener un proceso resocialización y, según comentó el candidato, la manutención de los detenidos no correría por cuenta de los recursos públicos de la ciudad. Por el contrario, serían los mismos privados de la libertad los que tendrían que trabajar para pagar los gastos de la megaprisión.
“En esta megacárcel tendrán toda la exigencia, con disciplina y con organización y los vamos a poner a trabajar por la ciudad. Van a tener que limpiar los parques, van a tener que limpiar los canales, van a tener que ganarse su propia comida porque no le vamos a pagar de los impuestos de los bogotanos esa comida”, enfatizó Molano.
Este sería el primer centro penitenciario que esté contaría con un equipo de seguridad privado, que permita mayores controles sobre los reclusos y evitar los hechos irregulares que se viven actualmente en las cárceles del país, como salidas irregulares, ingreso ilegal de elementos cortopunzantes y dispositivos electrónicos, o coordinación de estructuras criminales desde los centros penitenciarios.
“La ley de la seguridad ciudadana que aprobó el Congreso de la República, que impulsé como ministro de Defensa, permite que esta megacárcel sea construida, mantenida y operada por empresas de vigilancia privada, y les vamos a pagar no por cupo sino por garantizar que se resocialice cada uno de esos sindicados en la ciudad”.
La construcción también contaría con tecnología avanzada para controlar las ondas magnéticas que atravesarían el penal, por lo que se pensó en un complejo sistema inhibidor de señal que impida a los reos conectarse electrónicamente con el exterior. Según comentó el candidato, este sistema acabaría con las extorsiones telefónicas que padecen los colombianos a nivel nacional y que son lideradas por los detenidos de las cárceles del país.
Los prisioneros de la megacárcel serían los primeros en tener que servirle a la ciudad fuera de las instalaciones penitenciarias, lo que supone un esfuerzo público-privado que garantice la seguridad de los habitantes mientras los condenados se encuentren fuera del penal. Además, los internos contarían con una dotación de overoles para ser identificados por la ciudadanía mientras ejecuten las obras y trabajos designados por el distrito.
Finalmente, hasta este punto llegarían también los miembros extranjeros que hagan parte de organizaciones criminales como el Tren de Aragua, que se ha fortalecido en Bogotá en los últimos meses. Asimismo, dentro de la prisión habría un espacio para los integrantes de la denominada Primera Línea que sean sorprendidos atacando a la fuerza pública y destruyendo el mobiliario de la capital del país.
“Mantendrá una política de apoyo a los venezolanos que hacen lo correcto, los que delinquen llegarán a esta cárcel, y luego serán deportados. Así mismo, los delincuentes de la primera línea y sus cabecillas, los corruptos que atacan el bolsillo de los ciudadanos y todos los que roben, ataquen y violenten a los ciudadanos”, concluyó el candidato por Reconstruyamos Bogotá.