La influencia de Pablo Escobar y del narcotráfico en el fútbol colombiano ha estado arraigada a la inversión que algunos de los capos más importantes del país en los 80 hicieron en varios clubes en el país, sin embargo, una de las primeras situaciones en las que el líder del cartel de Medellín utilizó el deporte fue para promocionar un grupo paramilitar.
Cuando Escobar y la mayoría de narcotraficantes aún eran señalados como ganaderos y empresarios en el país, el 12 de noviembre de 1981, el M-19 secuestró a Martha Nieves Ochoa, hija del ganadero y caballista Fabio Ochoa y hermana de Jorge, Juan y Juan David Ochoa, miembros del cartel de Medellín.
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Por la entrega de Martha se pedían 12 millones de dólares, lo que no fue aceptado por la familia Ochoa por considerar que ese sería el inicio de múltiples secuestros. Por esa razón, los Ochoa prefirieron organizar una reunión con los principales integrantes del cartel de Medellín para hablar de la delicada situación.
Allí, con Pablo Escobar a la cabeza, se concretó la creación de la organización paramilitar Muerte A Secuestradores (MAS), un grupo financiado por el narcotráfico y que tenía como objetivo principal la protección de las familias de los capos, empresarios y demás personas que hicieran parte de la organización.
Además, el MAS tenía el objetivo de rescatar con vida a Martha Nieves Ochoa, que llevaba 20 días secuestrada ante la negativa de pagar por su liberación.
El fútbol fue el escenario escogido
Un día después de la reunión que se llevó a cabo el 1 de diciembre, misma fecha en la que cumplía años Pablo Escobar; en el estadio Pascual Guerrero de Cali miles de hinchas del América de Cali llenaron las tribunas para el partido contra Atlético Nacional, compromiso en el que estaban puestos los ojos del país.
Es por ello que los capos decidieron que, en medio del juego, una avioneta sobrevolara el estadio y arrojara panfletos en los que se declaraba la guerra a los secuestradores organizados, o no.
El comunicado de 400 palabras fue la primera acción pública del grupo narcoparamilitar, la cual incluía su nombre oficial (MAS): “Los secuestradores serán colgados de los árboles y, si ellos no, sus camadas en las cárceles y sus familiares cercanos”.
El nacimiento del MAS provocó la guerra directa de los capos en contra de varios grupos guerrilleros. Se estima que la organización contaba con más de 2.000 hombres, que además de acribillar a miembros del M-19 ponían los cadáveres en sedes de periódicos con un cartel que decía “soy del M-19. Soy un secuestrador”.
Pablo Escobar y los demás narcos determinaron que Luis Gabriel Bernal era el responsable del secuestro de Martha Nieves Ochoa, por lo que secuestraron a miembros de su familia y, producto de esta acción, el 17 de febrero de 1982 la menor de las Ochoa fue liberada sin que se pagara por su rescate.
Además de negarse a negociar con el M-19, la familia Ocho optó por ofrecer 25 millones de pesos de la época por información que permitiera rescatar a Martha.
En ese entonces, no se le dio gran importancia a la conformación del grupo paramilitar, pero años más tarde, tras la intervención de Pablo Escobar en la política y una investigación contra clubes del fútbol colombiano, se descubrió que los ganaderos y empresarios que conformaron el MAS en realidad eran los líderes del cartel de narcotráfico más importante de la época.