Esta es la discoteca que desaparecerá por las obras del metro de Bogotá y que está pidiendo $2.500 millones como compensación

Desde el 25 de julio inició la construcción de lo que los ciudadanos conocerán como el metro de Bogotá. En medio de este proceso, personas y lugares se han visto afectados por los planes de expansión en la obra de la Línea 1. Controversia y polémica generó la demolición de un reconocido bar de música electrónica, Kaputt Club.

El establecimiento, situado en la calle 72A con avenida Caracas, es uno de los puntos de referencia en la vida nocturna de Bogotá. Los propietarios del club afirman que, al invertir en su negocio, consultaron previamente sobre la ubicación futura del metro en esa zona y no recibieron ninguna advertencia de que el predio estaría en riesgo.

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Kaputt Club se ha destacado por ser un espacio de inclusión y celebración de la diversidad sexual en la capital del país. Recibe a más de 30.000 personas al mes y ha sido un lugar crucial para la comunidad LGBTI.

Es por esta razón que los dueños de Kaputt Club afirmaron que solo después de abrir al público les notificaron en julio del 2023 por medio de una carta que la demolición del edificio donde funcionan estaba programada para las próximas semanas y que debían desocupar la primera semana de noviembre. Todo esto por el nuevo trazado del metro de Bogotá que pasa por la misma esquina donde se ubica la discoteca.

De esta manera, los dueños de la discoteca de electrónica piden una indemnización por las inversiones realizadas. A pesar de que el inmueble está en arriendo, piden que el Distrito le dé una compensación equivalente a la utilidad del negocio en 2022, cifra de $2.500 millones.

Metro de Bogotá, por su parte, respondió a estas acusaciones con un comunicado oficial en el que afirman que hicieron una oferta de compra al propietario del inmueble en 2020, actualizándola en marzo de 2023 y que, desde junio de ese mismo año, tienen la propiedad del predio en cuestión. Además, aseguran haber pagado al propietario anterior más de 6.000 millones de pesos por el inmueble.

La empresa del metro sostiene que han cumplido con todas las obligaciones legales y que Kaputt Club está buscando una compensación adicional de 2.500 millones de pesos, además de lo que ya se les pagó por el inmueble. También señalan que la consulta realizada por los propietarios del bar se hizo por la página web y que para ese momento ya se conocía que el metro sería una línea elevada, no subterránea.

El gerente de la empresa Metro de Bogotá, Leonidas Narváez, advirtió en su intervención en el foro Protección al Patrimonio Público y del Contrato de la Contraloría General de la República que, de aprobarse la modificación del trazado de la primera línea, que ha propuesto el presidente Gustavo Petro, no solo retrasaría el proyecto, sino que implicaría sobrecostos de más de $12.5 billones.

“El estudio que hizo la firma china a la solicitud del presidente nos daba que una modificación podría valer del orden de retrasar seis años de ingresos y como $12.5 billones. Eso es mejor aportarlo a la tercera línea del metro”, explicó.

Narváez también expuso que las obras de la primera línea del metro registran un avance del 25%, principalmente en el patio taller, el puente vehicular de avenida 68 con avenida Primero de Mayo y la cimentación del pilar entre el patio taller y la calle 1 con avenida Caracas. Además, reiteró cuáles son las características del trazado:

“La Primera Línea tiene 24 kilómetros, es elevada. Tendrá 16 estaciones. Inicia en el patio taller de Bosa, y va a atender nueve localidades en total. Se integrará con la red de Transmilenio, el Regiotram de occidente y el Regiotram del norte”, Narváez.