En su discurso, el general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares, lanzó una dura crítica a los grupos armados ilegales que encabezaron actos terroristas en departamentos como Cauca, Valle del Cauca y Nariño, donde unidades de Policía fueron atacadas, al igual que civiles que resultaron afectados.
En esa medida, ordenó a las tropas continuar con la ofensiva en puntos críticos como el Cañón del Micay, zona recuperada por el Ejército tras ser ocupada por el Estado Mayor Central (EMC) de las Farc, estructura que protagonizó gran parte de la escalada violenta días después del anuncio de instalación de una mesa de negociaciones con el Gobierno nacional.
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Además, lanzó duras pullas a la disidencia liderada por Iván Mordisco y los recientes ataques. “Las acciones de los últimos días son un testimonio y una evidencia para el mundo de que algunos de los grupos armados organizados que delinquen en el país no tienen ninguna intención real de paz y por el contrario su único interés es el de continuar lucrándose de las economías ilícitas, a costilla de los hombres y mujeres más humildes de nuestra patria”, sostuvo con dureza el alto mando militar.
También señaló que una de las principales dinámicas consiste en la instrumentalización de los campesinos para la siembra forzada de cultivos de uso ilícito y la explotación ilegal de yacimientos mineros o extorsionándolos. Por ese motivo, según informó, cuando sienten la presión de la fuerza pública a través de ofensivas como la Operación Trueno –que permitió la retoma en el Micay– acuden a la utilización de panfletos y otras acciones armadas para intimidar a las poblaciones.
Al respecto, el comandante aseveró que “este es el modo de actuar de los cobardes, que no atacan en franca lid, sino detrás de las sombras y mintiendo”, y enfatizó en que no muestran muestras reales de paz más allá de lo anunciado el 19 de septiembre en el municipio Rosas (Cauca).
“Ellos con sus acciones son quienes sabotean los procesos de paz”, añadió el general Giraldo, que manifestó nuevamente la orden de mantener la seguridad en los puntos que requieren mayor intervención de la fuerza pública.
“Trabajemos arduamente en aumentar las medidas, tanto activas como pasivas, de seguridad para proteger a nuestros compatriotas e integrantes de las Fuerzas Militares. Desarrollemos operaciones con contundencia en todas las áreas donde estas estructuras criminales tienen una fuerte presencia”, expresó el comandante durante el domingo 24 de septiembre.
Sumado a este pronunciamiento, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, envió otro tajante llamado a las disidencias de Iván Mordisco tras el ataque a la estación de Policía de Timba (Cauca).
“El Estado Mayor Central ayer –19 de septiembre– conviene en una mesa en Suárez —Cauca— que están para sentarse el 8 de octubre y empezar por el cese, pero al día siguiente realiza actos de esta naturaleza que atentan contra la población civil con toda conciencia”, sostuvo el jefe de la cartera de Defensa Nacional.
Además, calificó como “intolerable que se esté pregonando la paz, planteando el cese y desarrollando acciones de esta naturaleza”, sentenció Velásquez, que anunció una mayor presencia de efectivos de las Fuerzas Militares y de Policía para aumentar la ofensiva contra este grupo residual y mantener la seguridad en el departamento.
El presidente Gustavo Petro también emitió la orden a las Fuerzas Militares de mantenerse en las zonas con más alto riesgo para las comunidades, especialmente el Cañón del Micay, ubicado en el municipio Argelia y considerado como un fortín de las disidencias desde su estructuración tras la firma del Acuerdo Final de Paz.
“El EMC en el Cauca está en pleno frenesí bélico, porque sabe que está perdiendo su fuente de dinero. El Ejército avanza sin parar en el valle del Micay, donde se concentra el 75% de la hoja de coca del Cauca”, indicó el jefe de Estado en la mañana del domingo 24 de septiembre en su cuenta de X (antes Twitter). En esa línea, el Ministerio de Defensa sostuvo que la ofensiva de la fuerza pública en el corregimiento El Plateado generó como respuesta la escalada de violencia.