Alerta en Antioquia y Sur de Bolívar por enfrentamientos entre grupos armados ilegales

Durante el lunes 25 de septiembre, comunidades de la región fronteriza de Antioquia con el Sur de Bolívar denunciaron fuertes enfrentamientos entre grupos al margen de la ley que dejaron serias afectaciones en la población.

De acuerdo con reportes iniciales, los combates registrados el viernes 22 de septiembre fueron protagonizados por una estructura conformada por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC o Clan del Golfo) y una subestructura conformada por el ELN y disidencias de las Farc.

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Estos hechos ocasionaron el desplazamiento de 268 campesinos y dejaron dos personas muertas, una de ellas era excombatiente de la extinta guerrilla que se encontraba en proceso de reincorporación.

Los desplazados tuvieron que dirigirse hacia Segovia y El Bagre, municipios ubicados en el nordeste y el Bajo Cauca antioqueño, y de acuerdo con autoridades locales, como el secretario de Seguridad del departamento, estos grupos ilegales cometieron otras afectaciones como robos y extorsiones.

Incluso, buena parte de estas familias se refugiaron al Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (Aetcr) de Carrizal ubicado en Remedios (Antioquia); así lo señaló el subdirector territorial de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), Leonardo Salcedo.

“Se produjo un desplazamiento de más de 250 familias, 87 de las cuales se dirigieron hacia (...) Carrizal. Llegan hacia el final de la tarde alrededor de seis personas de la tercera edad, siete mujeres gestantes y 22 niños”, enfatizó el funcionario en declaraciones recogidas por Blu Radio. También resaltó que los excombatientes permitieron el ingreso de los campesinos, quienes pasaron la noche en ese lugar.

Ante estos hechos de violencia, autoridades del orden local y nacional como la Gobernación de Antioquia, la Unidad de Víctimas, los Ministerios de Interior y Defensa y la ARN van a liderar un plan de acción conjunta para establecer mecanismos humanitarios que permita la protección y el retorno de las comunidades a sus espacios de origen.

Para este punto, dichas entidades y organismos se reunieron en un consejo de seguridad adelantado el sábado 23 de septiembre; sin embargo, parte de los campesinos siguen en el Aetcr a la espera de tener condiciones dignas para su regreso a los territorios.

El firmante del Acuerdo Final de Paz fue identificado como Benicio Beltrán Borja, que se dedicaba a un proyecto productivo asentado en la vereda Cañaveral Chicamoqué, uno de los sitios donde más se presentan combates entre el ELN y el Clan del Golfo.

De acuerdo con el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Beltrán fue acreditado por la oficina del alto comisionado para la Paz como excombatiente de las Farc en julio de 2017. A partir de ese momento empezó su reincorporación a la vida civil y su asesinato fue atribuido a las AGC. Sin embargo, en la zona también están presentes el Frente 4; el Frente 37 (con mayor injerencia en Sur de Bolívar); el Bloque Magdalena Medio del Estado Mayor Central (EMC) y estructuras criminales de carácter local.

Según cifras de la oenegé, este crimen es el número 386 perpetrado contra firmantes de paz desde la refrendación de lo pactado en La Habana (noviembre de 2016). Además, en lo que va de 2023 fueron asesinados 30 exintegrantes de la antigua guerrilla dedicados a proyectos productivos y asentados en los espacios de capacitación y reincorporación.

Tras el asesinato de Beltrán Borja, líderes comunales advirtieron un escalamiento de la violencia contra esta población y otras comunidades que quedan bajo el fuego cruzado y con afectaciones como desplazamientos o hechos de confinamiento.