Toda una batalla se ha generado entre el periódico antioqueño El Colombiano y Andrea Vahos, pareja del candidato a la Alcaldía de Medellín Juan Carlos Upegui, por diferentes publicaciones que ha sacado el medio sobre ella, datos que, según Vahos, son falsos, y por los cuales ha pedido rectificación.
Se trata de trabajos periodísticos en los que el medio ha afirmado que Andrea Vahos es contratista de la Oficina de Comunicaciones de la Subsecretaría de Planeación Educativa de la Secretaría de Educación de Medellín. Esto sería problemático porque, según fuentes consultadas por El Colombiano, en diferentes dependencias de la Alcaldía de Medellín habría gente contratada apoyando campañas electorales para dicha entidad y la Gobernación. En ese sentido, Vahos entraría a esa lista de trabajadores, porque utiliza sus redes sociales para impulsar la candidatura de Upegui.
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Por esta información, la pareja del candidato pidió al medio rectificar porque, según buscó demostrar con un certificado emitido por la Fundación Universitaria Católica del Norte, ella no está vinculada de ninguna manera a la Secretaría de Educación de Medellín a través de dicha institución educativa.
El medio sostuvo que no hay cabida para dicha rectificación, toda vez que tiene pruebas de que en el correo ella aparece todavía como contratista de tal entidad, aunque Vahos afirma que el área de TI no ha actualizado la información y, por eso, su nombre figura allí. De acuerdo con el periódico, ella no demostró con ningún documento que hubiera algún error en el correo o que fuera falso.
Sin embargo, mediante el certificado en cuestión, Vahos informó que no trabaja con la Secretaría desde 2019-2020. De hecho, dijo en sus redes que no se emplea con ninguna entidad en este momento, sino que se dedica a apoyar la campaña de Upegui.
Los nuevos hallazgos de<i> El Colombiano</i>
Ahora bien, El Colombiano publicó un nuevo artículo en el que asegura que la pareja del candidato mintió al asegurar con la certificación que no tenía vínculos con la alcaldía, porque tuvo dos contratos con la Institución Universitaria Pascual Bravo, adscrita a dicha entidad del Estado. Las vinculaciones, en conjunto, representan 72 millones de pesos, y corresponden a 2022.
Según lo que reza en uno de los contratos, Vahos habría sido vinculada como contratista para “desarrollar acciones en el marco de la política pública de Desarrollo Económico, en cumplimiento de las obligaciones contraídas en el contrato interadministrativo de mandato sin representación 4600094513 de 2022, celebrado entre el Distrito especial de Ciencia, Tecnología e Innovación de Medellín - Secretaría de Desarrollo Económico y la Institución Universitaria Pascual Bravo”.
Vahos explicó en un video que, en efecto, ella trabajó con la mencionada secretaría, pero que tuvo que renunciar en diciembre de 2022 para poder apoyar la candidatura a la Alcaldía de Medellín de Juan Carlos Upegui. En ese sentido, según sus declaraciones, ella no estaría vinculada actualmente a la entidad y, por tanto, no habría inconveniente en que impulse la campaña de su pareja.
Además de eso, el medio informó que su hermano, David Vahos Pérez, ha celebrado siete contratos con el ITM, de los cuales el más reciente se firmó en 2023. Dos de ellos fueron con la Secretaría de la No Violencia, que en algún momento fue liderada por Upegui.
“La gran pregunta que queda de los contratos de Andrea Vahos el año pasado es que fueron con la Secretaría de Desarrollo Económico y en el correo que tiene en La Alpujarra aparece como contratista en Educación, ¿el error del que ella habla es tan grande o se trataría de una triangulación?”, añadió el medio.
Por su parte, en otro video publicado en redes, Andrea Vahos sostuvo que la “persecución” de la que es víctima por parte de El Colombiano es también violencia basada en género.
“Me siento perseguida, me siento hostigada, creo que detrás de esto también hay un ataque machista y misógino por la forma en que ha escrito sobre mí, por querer intentar mostrar que mi amor y mi cuerpo pueden ser comprados. Eso no está bien, el amor no se puede comprar. También, las amedrentaciones por parte del medio, como sacarnos en portada, exponernos públicamente. A las mujeres no nos pueden callar más, y podrán mentir un día o dos días, pero no toda la vida”, dijo.