Qué hizo Álex Char en sus dos periodos como alcalde: obras, polémicas y sucesos importantes

Álex Char ya sabe lo que es ser alcalde de Barranquilla, pues gobernó a la ciudad en dos periodos: del 2008 al 2011 y del 2016 al 2019.

De hecho, con casi el 80% de la preferencia de acuerdo a las encuestas previas a las elecciones regionales del 29 de octubre, podría convertirse en el primero en ocupar una alcaldía en tres ocasiones.

La gran aceptación que tuvo como mandatario es lo que le hace contar con un porcentaje tan alto para resultar victorioso en las urnas este año. En su primera administración cerró con una percepción del 85% de favorabilidad, el porcentaje más alto del país.

Después, en el 2019, ese nivel de confianza aumentó hasta el 95%. Lo anterior según los datos de las encuestas realizadas por CM& y Gallup.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Google News.

Pero, ¿qué lo hizo ser tan querido? Sus administraciones tuvieron como eje central el progreso en cuestiones de infraestructura, priorizándose la construcción de parques, carreteras, colegios, puestos de salud y megaproyectos para el esparcimiento de los ciudadanos.

Otra de sus grandes preocupaciones fue la situación financiera de Barranquilla y la capacidad de atraer inversión extranjera a la ciudad a través de programas sociales o espacios propicios para las empresas.

En el momento que asumió por primera vez la Alcaldía, se enfocó en sanear las finanzas, dado que el Distrito se encontraba bajo la Ley 550, la cual “establece un régimen que promueva y facilite la reactivación empresarial y la reestructuración de los entes territoriales para asegurar la función social de las empresas y lograr el desarrollo armónico de las regiones y se dictan disposiciones para armonizar el régimen legal vigente con las normas de esta ley”.

Para sacar adelante la realidad local, eliminó las concesiones privadas direccionadas al Tránsito, la Recreación, los hospitales y la recaudación de impuestos. Creó secretarías u organismos públicos encargados de cada uno de esos aspectos.

Modernizó el sistema de salud a través de los pasos y los caminos, los cuales son centros de atención ubicados en zonas vulnerables.

No obstante, no todo fue color de rosa. Varias asociaciones gremiales y las veedurías ciudadanas tildaron su gobierno como carente en garantías de transparencia.

Además, fue durante su poder que la administración de Triple A comenzó a quebrarse por los escándalos hoy conocidos.

La movilidad y el espacio público fueron dos de los flagelos que se tomaron a Barranquilla durante los cuatro años que estuvo al frente.

Ya durante su segundo periodo, quiso aprender de los errores. La primera tarea a la que le echó mano fue al transporte, por lo que canalizó dos de los arroyos más peligrosos de esa época, el de la carrera 21 y el de la calle 76. Con eso, se recuperaron ambas vías durante el invierno.

Asimismo, amplió las carreras 43 y 65 junto con la Circunvalar y la Cordialidad.

Por otro lado, se concentró en obras a gran escala por la localía para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2018. En ese sentido, se remodeló por completo el estadio de fútbol Romelio Martínez, el de béisbol Édgar Rentería (antiguo Tomás Arrieta), como los coliseos Elías Chegwin y Sugar Baby Rojas (antes llamado Humberto Perea).

Se creó un complejo de tenis, una pista de BMX, un nuevo patinódromo y el centro de convenciones Puerta de Oro.

Finalmente, abrió las obras para el Malecón del Río, que se ha convertido en una recuperación de la zona rivereña.

Las grandes falencias de ese mandato, según las cifras, fueron la reubicación de los vendedores en el centro, la prevención en la inseguridad y la recuperación del espacio público.