Más de 1.230 personas privadas de las libertad en las cárceles El Buen Pastor, La Modelo y La Picota de Bogotá se convertirán en estudiantes para terminar su bachillerato, como una estrategia para que puedan tener segundas oportunidades y fortalecer su proyecto de vida.
El programa empezará a funcionar a partir de este semestre, luego de que el ministro de Justicia, Néstor Osuna; la secretaria de Educación del Distrito, Edna Bonilla Sebá; y el director del Inpec, coronel Daniel Fernando Gutiérrez, suscribieran un memorando de entendimiento.
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Las tres entidades se coordinarán para “garantizar el derecho fundamental a la educación de las Personas Privadas de la Libertad (PPL) que se encuentran en los establecimientos de reclusión en Bogotá, mediante Ciclos Lectivos Especiales Integrados (CLEI) previstos en las Estrategias Educativas Flexibles con enfoque de género y diferencial de la Secretaría de Educación”, indicó la Secretaría de Educación de la capital.
Según la entidad, el programa educativo responde al propósito de una educación pertinente e incluyente, debido a que se ajustará a las necesidades de las personas privadas de la libertad, con el objetivo no solo de garantizar su derecho a la formación, sino a cerrar brechas sociales y la construcción de la paz a través de la resocialización.
“Este memorando de entendimiento es muy significativo porque maestros del Distrito Capital van a ir a las tres cárceles nacionales que hay en Bogotá a impartir su arte, su enseñanza y su sabiduría a las personas que hoy están privadas de la libertad”, señaló el ministro Osuna.
El jefe de la cartera de Justicia explicó que la experiencia de educación ya se implementó en la Cárcel Distrital, pero con el acuerdo de entendimiento se expande a las otras tres prisiones nacionales ubicadas en Bogotá.
“Estas personas privadas de la libertad van a recibir enormes beneficios de gozar de unos maestros tan dedicados, tan generosos, que van a dedicar horas adicionales a su jornada laboral para ir allí a enseñarles según lo que puedan aprender y su disponibilidad”, sostuvo el funcionario.
Los maestros que dictarán las clases son trabajadores de colegios oficiales. Un grupo de docentes del colegio Cristóbal Colón, de la localidad de Usaquén, impartirán cursos a los estudiantes de La Picota; del colegio Integrado de Fontibón se encargará de la oferta en La Modelo, y del colegio Panamericano, de la localidad de Los Mártires, brindará educación a las mujeres de la cárcel El Buen Pastor.
El acuerdo incluye la adecuación de los espacios y la dotación de los materiales necesarios para establecer las aulas dentro de las penitenciarías, así como la garantía de integridad para los docentes, quienes también tendrán acompañamiento pedagógico y curricular de un equipo técnico de la Dirección de Inclusión e Integración de Poblaciones de la Secretaría de Educación.
“La educación tiene un poder transformador, pero también da libertad. Poder estar en las cárceles de manera presente con la educación nos hace gran ilusión, es llevarles conocimientos y a la vez aprender de las personas que están privadas de la libertad. Ellos y ellas pueden encontrar en la educación inspiración. Creemos en este modelo de justicia les permite segundas oportunidades y ser mejores seres humanos”, indicó la secretaria Bonilla.
El director del Inpec resaltó que el programa educativo le abre la oportunidad a los reclusos para acceder a los beneficios judiciales que contempla la ley. “La resocialización y reducción de las penas se hace a través del estudio, trabajo y enseñanza, y esta articulación de capacidades de entidades va a permitir llevar a las personas privadas de la libertad la oportunidad de estudiar y esto les va a contribuir para salir a la sociedad y ser útiles”, aseguró el coronel Gutiérrez.